domingo, julio 02, 2017

Nuestros días en Portugal: Lisboa la llegada.



"Después el abuelo ponía el disco de uno que tocaba la trompeta y se entusiasmaba, se acariciaba sus bigotes blancos siguiendo el ritmo, escucha a este músico, decía, escucha cómo hace latir la vida en su trompeta, la vida es aliento, muchachito, en principio era el verbo, y los curas quién sabe lo que se han creído, pero el verbo es aliento, muchachito, nada más que aliento... En la vida hay que amar la vida, y a ti tiene que gustarte siempre la vida, recuérdalo, la muerte les gusta a los fascistas..." Antonio Tabucchi autor de "Sostiene Pereyra" 




Cuando el sol caía estábamos en la Playa de la Concha de San Sebastián y no quedamos un rato a ver ese atardecer que era una postal. Luego seguimos camino a Bilbao donde al otro día tomaríamos un vuelo de TAP a Lisboa. Nos alojamos en el hotel

Ercilla en la calle homónima. El diseño del hotel hace juego con la moderna ciudad vasca que combina lo antiguo con lo vanguardista en perfecta armonía. No en vano allí hay un museo Guggenheim  de arte contemporáneo diseñado por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry que impacta con su arquitectura al cruzar uno de los puentes de la Ria del Nervión llamado Salbeko Subia. Esa noche mientras anduvimos un rato por las calles notamos la impronta de mucha juventud disfrutando bares y lugares nocturnos. 
Al otro día nos iríamos temprano al aeropuerto donde dejaríamos el auto que nos acompañaba desde el sur en Granada y con el cual atravesamos España de Sud a Norte en su parte mas profunda. 
Todo había salido perfecto y si algo nos lamentamos fue de no haber podido quedarnos un par de días mas en el Pais Vasco, asignatura pendiente que sin dudas logrará saldarse alguna vez. 


Desde el avión pude divisar el impactante puente Vasco da Gamma sobre el Río Tajo, es el más largo de Europa, con sus 12,3 km (0,8 km de puente principal y 11,5 km de viaductos), El nombre del puente conmemora los 500 años de la llegada de Vasco da Gama a la India, en 1498. Mientras estaba en el vuelo pensaba en el libro Sostiene Pereyra que escribió el italiano Tabucchi y parte de su trama se narra en Lisboa. 

Aterrizamos en el  aeropuerto poco después del mediodía. Un muchacho alemán nos regaló una tarjeta para viajar en transporte público entendimos entre señas. La fuimos a cargar en las maquinas y tomamos el metro que nos dejó en la parada de Sao Sebastiao justo frente a la tienda El Corte Inglés. 

Allí está el Parque Eduardo VII y nuestro hotel se encontraba a 800 metros bordeando el parque. Se llamaba Avenida Park. La cuestión parecía sencilla pero al llegar al lugar los mencionados metros eran en una cuesta terriblemente empinada y la temperatura marcaba los 39 grados C.  


Era pasado el mediodía y el sol caía como un rayo literalmente
sobre nuestra cabeza y arrastrándonos llegamos a destino.  Un rato después de acomodarnos en la habitación y darnos una ducha tomamos el  metro hasta la estación de Santos y allí caminamos por la ribera hasta la Plaza del Comercio pasando por el Cais do Sodré. La Plaza del Comercio es espectacular e impacta a primera vista. 

La Plaza del Comercio (Praça do Comércio) es la plaza más importante de Lisboa. Fue construida donde estuvo situado el palacio real antes de ser destruido por el gran terremoto de 1755.

La fisionomía de la Plaza del Comercio se compone de un conjunto de edificios porticados en tres de sus lados y está abierta en el lado sur, mirando al Tajo. Históricamente ahí llegaban los barcos mercantes y ésta era la puerta de Lisboa.
Cerca de la plaza, en la orilla del río, está la estación fluvial Cais de Sodré, de donde parten las excursiones por el Tajo y los barcos que cruzan el río.
Situado en el lado norte de la Plaza del Comercio, el Arco da Rua Augusta da comienzo a la calle Rua Augusta, la calle más importante de La Baixa ( el barrio bajo).

El Arco Triunfal da Rua Augusta fue diseñado por el arquitecto Santos de Carvalho para celebrar la reconstrucción de la ciudad después del gran terremoto. Su construcción finalizó en 1873 y sus estatuas representan, entre otros, a Vasco de Gama y al Marqués de Pombal.
También se encuentra allí la Estatua ecuestre de José I esculpida en bronce por Machado de Castro en 1775 representa a José I, rey portugués que estuvo al mando durante el terremoto de Lisboa.


A medida que nos adentrábamos en la Baixa me costó mucho admirar la ciudad. Se encontraba raramente, tratándose de una ciudad capital europea, muy poco aseada y con poco mantenimiento. Para observar su belleza era necesario mirar con mucho interés. Por otro lado la altísima temperatura de aquellos días de finales de junio no ayudaban con los aromas que emanaba el

río Tajo y algunas redes de desague de la ciudad. De todos modos mientras tomaba fotos comencé a descubrir la belleza de su arquitectura. Caminamos por la rúa Augusta hasta el Rossio. La Baixa es el barrio más céntrico e importante de Lisboa. 

Fue reconstruido tras el terremoto del siglo XVIII por el Marqués de Pombal, con un estilo clásico y calles geométricas, en él abundan las fachadas cubiertas de azulejos tan típicas de Lisboa. Es el barrio más comercial y durante el día está muy animado. Se pueden ver los tradicionales tranvías que hacen al paisaje muy pintoresco.


También paramos en el Elevador de Santa Justa que funciona como transporte turístico pero también localal Barrio Alto. Decidimos subir otro día. Cuando llegamos al Rossio una plaza un poco antes que la de los Restauradores notamos su aire antiguo ( data del siglo XIII )y realmente exquisito. Rodeada de edificios de gran valor arquitectónico  en el centro de la Plaza del Rossio se encuentra la estatua de Pedro IV de Portugal, El Rey Soldado. En su base cuatro figuras femeninas representan las bondades del rey.Construido en 1842 . Tambien está el Teatro Nacional Doña María II, el teatro sustituyó al antiguo Palacio Estaus, sede de la inquisición portuguesa desde mediados del siglo XVI. En su fachada destaca la figura de Gil Vicente, el padre del teatro en Portugal. A mano izquierda del Teatro Nacional se encuentra esta estación de tren de imponente fachada construida en 1887. 




 Continuamos hasta   la Plaza de los Restauradores, llamada así en honor de los que en 1640 se rebelaron contra la dominación española y en cuyo centro se encuentra un obelisco para conmemorar el acontecimiento, está el vistoso edificio del Hotel Edén ocupando lo que fuera un antiguo cine. Al final de esta plaza comienza la Av Liberdade , una preciosa avenida de poco más de un kilómetro de longitud. Es la avenida más majestuosa de Lisboa, con edificios del siglo XIX y aceras cubiertas con mosaicos que forman dibujos en blanco y negro. Está llena de cafés con terrazas cubiertas, monumentos y jardines.



 Esta avenida te lleva a la Plaza del Marqués de Pombal, donde comienza la moderna Lisboa. Antes de seguir visitamos el Hard Rock Café que está frente a la Plaza de los Restauradores y nos sorprendió gratamente con su colecciion de objetos de rock como también con su diseño. En su techo se puede ver colgando un Cadillacs....! Como saben nuestros lectores Wally es miembro del Hard Rock Members y coleccionista de pines. 


Nos perdimos caminando entre las calles angostas y elegimos un bar donde cenar . Disfrutamos de un besugo a la portuguesa de película y regresamos al hotel. En nuestra calle la Avenida Sidónio Pais pocos pasos antes de llegar a la Plaza Maquez de Pombal  había unos barcitos que a la noche se ponían muy divertidos y allí tomamos unas cervezas con caracoles tan ricos como los que servían en Sevilla. 

Durante nuestra estadía en Lisboa nos alojamos en el hotel. 
AVENIDA PARK 

Volamos con TAP Portugal

miércoles, mayo 24, 2017

Mis ocho apellidos vascos: a Guipuzcoa!

¿Por qué hay gente que se cambia de país? ¿Qué la empuja a desarraigarse y dejar todo lo que ha conocido por un desconocido más allá del horizonte? ¿Qué le hace estar dispuesta a escalar semejante Everest de formalidades que le hace sentirse como un mendigo? ¿Por qué de repente se atreve a entrar en una jungla foránea donde todo es nuevo, extraño y complicado? La respuesta es la misma en todo el mundo: la gente se cambia de país con la esperanza de encontrar una vida mejor.
Yann Martel


El domingo temprano en Madrid tomamos el metro hasta la estación de Aluche para tomar nuestro auto que estaba allí estacionado desde el viernes detrás de la estación de servicio. Como cada domingo allí se instala un mercado popular donde aprovechamos a compra algunas prendas realmente económicas y nuevamente arriba del auto nos dirigimos a nuestro próximo destino que sería muy especial.
Tal vez sería bueno que lean mi post acerca de mi abuela nacida en un pueblo cercano a San Sebastián por les interesa antes o después de leer este post les dejó aquí el link.

Emprendimos la ruta hacia el norte con mucho entusiasmo. Era un 28 de junio, la fecha no la olvidaré jamás.
Las autopistas españolas son fantásticas, van sorteando con túneles las escarpadas montañas de piedra de los Pirineos y durante un largo tramo la vegetación era escasa y séca, piedra, pastos amarillos, y las ondulaciones. 



Cuando llevábamos unas horas de camino entramos a un túnel bastante largo dentro de la montaña y al salir de él todo cambió. Los verdes fértiles dominaban las sierras, todo se volvió un vergel ante nuestra atónita mirada y allí un cartel anunciaba la distancia hasta San Sebastián la amada tierra de  Guipuzcoa de mi abuela.


 Llevaba en mi mano una libreta donde había anotado el camino para llegar a Amezketa su pueblo natal porque los nombres en euskera eran realmente difíciles. Estaba por cumplir un sueño que me llevó años de búsqueda (eso lo pueden leer en la nota que les mencioné mas arriba)  y conllevaba el deseo de mi madre de toda su vida que era conocer el lugar donde nació su madre.  Como era previsible apenas salimos del camino a pesar de ser el correcto nos perdimos y subimos hasta un pueblo a lo mas alto de la sierra. Todo reverdecía luminoso.  Las cabras echadas sobre los pastos, los caminos arbolados, los caseríos alejados uno de los otros, las granjas....desandamos el camino de la montaña y al bajar tomamos la calle que correspondía. Respecto al entorno, en el paisaje sobresale la característica figura del monte Txindoki  también llamado el Cervino vasco, que muestra todo su esplendor a cuantos visitan el pueblo. Los amantes de la montaña tienen la oportunidad de realizar diversas rutas por esta serranía. 


Como les dije era día domingo y la hora de la siesta por lo cual no había un alma a la vista. El calor se sentía con intensidad bajo el sol. Logramos llegar al pueblo. Una rotonda anunciaba la bienvenida a Amezketa. 
Allí bajé para que Wally me tomara una foto y sentí el pecho oprimido por una emoción muy extraña, una mezlca de alegría y exaltación con melancolía. 

Amezketa es una ciudad a la que entramos y nos dirigimos al centro histórico, allí vimos a una joven jugando con sus hijos con bombitas de agua seguramente para calmar la calurosa tarde. Fue muy amable, se nombre era Alaitz y nos ayudó a encontrar el camino hacia la iglesia de San Bartolomé donde había sido bautizada mi abuela. También vino su esposo que no hablaba español pero también fue muy amable. Ella me contactó con su tía Rosa que era quien  se ocupaba de abrir y llevar las cuestiones de la parroquia y le envió un mensaje avisándole que estábamos yendo para allá. Nos dijo que vivía justo al lado.


Yo había visto la antigua iglesia muchas veces en internet, incluso en una foto muy antigua en blanco y negro y sabia que tenia una escalinata y se elevaba sobre el paisaje. Apenas llegamos la reconocí. Bajamos del auto y unos minutos después mientras tomábamos fotos de la antigua parroquia llegó la señora y trajo la llave para abrir las enormes puertas de madera. Wally estaba muy sorprendido por el tamaño de la llave y yo seguía con la opresión en el pecho, cuando abrió las puertas y vi el altar se descomprimió mi pecho con un llanto largo y profundo que apaciguó mi emoción. Inmediatamente miré a la pila bautismal donde seguramente la habrían bendecido.  


Debo decir que siempre que mi abuela me hablaba de su pueblo y de los caseríos mi imaginación me llevó a creer que sería muy pequeña aquella iglesia. Sin embargo, era realmente imponente y su tallado en madera una joya del arte del tallado. 
Me llamó poderosamente la atención pasada la emoción inicial lo que llaman "agizaiola" porque jamás lo había visto. La iglesia que data de tiempos medievales originalmente era un cementerio donde se enterraban las familias de los alrededores obviamente de cierta jerarquía. Durante la misa mayor de los domingos y días festivos a lo largo del año siguiente al fallecimiento de un familiar, se coloca una pieza de tela negra con una cruz blanca sobre la sepultura correspondiente a dicha familia en la nave central de la iglesia. Sobre ella se sitúa una "argizaiola"


con su vela enrollada o, simplemente, la vela enrollada ("cerilla"), que se mantiene encendida durante toda la ceremonia. El uso de las "argizaiolas" ha quedado casi extinguido, siendo Amezketa una de las pocas iglesias (si no la única) de Euskal Herria en la que aún se utilizan. Su uso se extiende a todos los domingos del año pero, especialmente, a dos ocasiones: las celebraciones del Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de los Fieles Difuntos (2 de noviembre). La "argizaiola" es una tabla con forma antropomorfa (se intuyen la cabeza, brazos y piernas) , con figuras labradas, sobre la que se enrolla una mecha larga de cera, que se enciende y que se va desenrollando a medida que se va consumiendo la cera de la parte superior. Es su función trasladar el fuego del hogar de los familiares vivos a sus difuntos. Frente a ella y de espaldas al altar hay una pequeña silla. 


Mientras nos explicaba amablemente todos estos detalles nos invitó a visitar los registros históricos de las fe de bautismos dado que yo no tenía conmigo los datos exactos. Increíblemente los olvidé en Argentina, si bien sabía prácticamente todos los datos la idea era ver bien a que caserío pertenecía mi abuela y ese dato no lo recordaba. Amablemente nos mostró los libros y conversamos un buen rato. Me regaló un libro que leí con esmero llamado Amezketa, largo y tortuoso camino de José María Otermin. 

En la pag. 481 dice "Es de 1897 una de sus obras mas conocidad : RAMUNTCHO. Hay varias menciones a Amezketa en la novela de Pierre Loti . Destaquemos algunas:
"Era aquí, hacía algunos minutos, que su idea de emigrar a América había alejado mucho en su espíritu. ¡ NO! ...Mas bien quedarse en el país, reanudar la vida de otro tiempo, reflexionar y esperar obstinadamente. Por lo demás, ahora que sabe donde está ella, este pueblo de Amezketa, distante unas cinco o seis horas, le obsesiona peligrosamente, él acaricia toda clase de proyectos sacrílegos que, hasta aquel día, apenas si habría osado concebir". 

Y luego describe como era Amezketa en aquellos tiempos, exactamente habla del año en que nació mi abuela y que dos años después emigrarían sus padres con ella y sus hermanas a la Argentina. 

"Si tu supieras lo que es este pequeño convento de Amezketa donde se ha encerrado....Cuatro monjas viejas son su única compañía en una casa desvencijada"

"En el pequeño carruaje , tirado por el famoso caballo tan corredor, Arrozkoa y Ramuntcho van rodando por los caminos umbríos de las montañas hacia el pueblo de Amezketa. Llevan buena marcha; se hunden en el corazón de una gran región de bosques. A medida que pasan las horas , todo se va haciendo mas apacible alrededor, mas apacible y mas salvaje, mas primitivas las aldeas , mas solitario el País Vasco." 

"Con la última claridad del crepúsculo aparece Amezketa. Paran el carruaje en una calle del pueblo, delante de la sidrería. Arrozkoa está impaciente por subir al convento de las monjas, y contrariado de llegar tarde; teme que no quieran abrirles la puerta una vez anochecido. Ramontcho, silencioso, le deja hacer, se abandona a su iniciativa."

Mientras repaso por primera vez los fragmentos de esta novela que menciona el libro imagino aquellos años. Le agrego por supuesto lo que  he averiguado gracias a la gente maravillosa que nos cobijó aquella tarde primero en Amezketa y luego en Abaltzisketa el pueblo vecino, apenas a dos kilómetros de distancia donde nacío mi bisabuelo y donde se casaron los padres de mi abuela. 

Nos despedimos de Rosa  con mucho agradecimiento, a ella y a su sobrina  a quienes interrumpimos la calma del estío de domingo a la tarde con nuestra historia. Los guardo en mi memoria y en mi corazón. Cuando pasamos por el centro histórico y el ayuntamiento una placa recordaba que la abuela de Evita había nacido en Amezketa. Si algo faltaba para nuestro asombro era que mi abuela y la abuela de Eva Perón habían sido vecinas de pueblo. 

Hace un tiempo realicé un video recordando los momento que aquí describo y que tal vez no tengan demasiado interés para el lector pero calculo que la búsqueda de los orígenes es algo que en todos los casos y en todos los tiempos es un derecho de cada ser humano. Quienes gusten pueden visitarlo y ver la bella Amezketa. 








Llegamos a Abaltzisketa y ya había pasado la hora de la siesta y la tarde comenzaba a caer. Por lo cual las calles estaban mas animadas y enseguida conversamos con algunas personas que estaban en un bar. Fueron muy sociables y en unos minutos estábamos con Santos que abrió la iglesia de San Juan Bautista donde se habían casado mis bisabuelos y otro muchacho que lamentablemente no puedo recordar su nombre pero que también llamó a su sobrina Arantxa quien amablemente nos abrió también el cementerio.  nos contaron sus historias. Cada minuto fue enriquecedor. 
Abaltzisketa se sitúa en las estribaciones de la Sierra de Aralar a los pies del monte Txindoki ( muy concurrido por quienes gustan del trekking de montaña)  que además marca el punto más elevado de su término municipal. Nacen en sus laderas pequeños arroyos que bajan las laderas del macizo, y estos desaguan en los ríos Amézqueta y Zaldivia; todos estos, afluentes del Amundarain. La mayor parte del municipio es ocupado por bosques.

El pueblo de Abaltzisqueta se encuentra en un collado a 370 metros de altitud que domina el valle de Amézqueta y también se asoma al del río Oria. Le separan 39 km de la capital provincial, San Sebastián y 14 km de la capital comarcal, Tolosa. 
El pueblo es bellísimo y además tiene una vista privilegiada a las sierras y las pequeñas extensiones de campiña. 

El vínculo afectivo que generamos en el lugar habla a las claras de cuanta memoria tienen nuestros genes.
 Nos contaban que en los tiempos en que mis bisabuelos emigraron había una pobreza tremenda. Y las familias con muchos hijos como habitualmente se tenían en aquellos tiempos no tenía como alimentarlos. Supe luego gracias a Arantxa cual era el caserío de los Irazusta ya que cuando regresé a Buenos Aires conectada con ella por email recibí la foto que tomó desde lejos. Hoy es una de las casas mas importantes tiene hasta piscina y por lo que ella averiguó en aquellos tiempos cuando nació mi abuela eran inquilinos y por supuesto de un casa mucho mas humilde. 

Hoy el mundo se debate en un problema migratorio tan o mas grave que hace unos siglos atrás. Migrantes que sufren escapando de la pobreza, de la guerra, del horror. Muchas veces discriminados por quienes son hijos o nietos de inmigrantes. Deberíamos buscar nuestras raíces en un verdadero trabajo introspectivo donde la memoria no se nos escape. Porque como dice la canción de Gieco "todo esta guardado en la memoria" y reconocerlo nos hará seres humanos mas valiosos. 






Nada nos hubiera gustado mas que hacer noche allí pero al día siguiente despegaba nuestro avión desde Bilbao hasta Lisboa. Cuando armamos la hoja de ruta de este viaje dudé mucho en rentar un lugar para pasar la noche por allí pero luego decidimos que pasar el día sería suficiente. Cuanto nos arrepentimos! La vida nos dará revancha y volveremos a aquellos lugares donde el paisaje nos recuerda a los de Heidi y aún los pastores dominan las montañas solo con caballos . Subiremos al monte y visitaremos la ermita de San Martín. Por lo pronto, mi abuela Ramona ha caminado con mis pasos por los lugares donde sus padres le dieron la vida y se conocieron. He cumplido el sueño de mi madre. Y desde el cielo ambas sonrieron entre ellas. 


Mientras tanto les dejo otro video que está muy poco editado y tiene historias que vivieron otros inmigrantes, también un detalle de como se vive allí y anécdotas deliciosas e interesantes del lugar y de los acontecimientos que fueron sucediendo a lo largo de los años por aquellos lugares. 




                                                                                

miércoles, mayo 17, 2017

Pongamos que hablo de Madrid (parte 3): Monumentos, El Prado y el Reina Sofía


 "Acompaño a mi sombra por la avenida 
mis pasos se pierden entre tanta gente 
busco una Puerta, una salida 
donde convivan pasado y presente. 
De pronto me paro, alguien me observa 
levanto la vista y me encuentro con ella. 
Ah! y ahí está, y ahí está 
Ahí está, ahí está 
viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá. " Canción La Puerta de Alcalá


Como acostumbramos en nuestros viajes arrancamos temprano y salimos a caminar por la Gran Vía en dirección a Cibeles. Habíamos dejado este día para dedicarlo a los museos del Prado y Reina Sofía.



Allí donde la Gran Vía converge con la Calle de Alcalá se encuentra el Edificio Metrópolis con toda su belleza arquitectónica. Aquel día se estaba restaurando la fachada por lo cual no pudimos ver ni tomar la foto tan ansiada. 

Será que tendremos que regresara a Madrid? De todos modos su cúpula se dejaba ver airosa y magnífica. 
Seguimos ya por la Calle de Alcalá y al llegar al Cuartel General del Ejército nos encontramos con un desfile militar que parecía una especie de cambio de guardia pero que en realidad era una celebración de algo que no pude averiguar. La banda militar ademas interpretó temas populares y fue divertido. Unos pasos mas adelante llegamos a de la Fuente de Cibeles . Afortunadamente el día de comienzos del verano era cálido y el cielo estaba totalmente despejado. Cuando la vimos allí emplazada en la plaza del mismo nombre supimos porque era tan admirada. Es realmente monumental.

 
La figura principal es la diosa Cibeles, obra del escultor Francisco Gutiérrez. Está montada en un carro dispuesto sobre una roca que se eleva en medio del pilón. En sus manos lleva un cetro y una llave y en el pedestal se esculpieron un mascarón que escupía agua por encima de los leones hasta llegar al pilón, más una rana y una culebra que siempre pasan desapercibidas. Dos leones esculpidos por el francés Roberto Michel, tiran del carro. Los leones representan a los personajes mitológicos Hipómenes (o Melaión) y Atalanta, la gran cazadora del grupo de Diana. Hipómenes se enamoró de ella y consiguió sus favores con la ayuda de Afrodita y del truco de las manzanas de oro, pero al cometer los amantes sacrilegio cuando se unieron en un templo de Cibeles, Zeus se enfureció y les convirtió en leones condenándoles a tirar eternamente del carro de la gran diosa.
La fuente no sólo era un monumento artístico sino que tuvo desde el principio una utilidad para los madrileños. Tenía dos caños que se mantuvieron rústicos hasta 1862. De uno se surtían los aguadores oficiales que solían ser asturianos y gallegos y llevaban el agua hasta las casas y del otro el público de Madrid. En el pilón bebían las caballerías.

Aunque desde mediados de los años 70 había sido un lugar de celebración para los aficionados de los dos equipos grandes de la ciudad, el Real Madrid Club de Fútbol y el Atlético de Madrid, a partir de la Copa del Rey de 1991, se convierte en lugar de encuentro para la celebración de los títulos del Real Madrid ya que los aficionados del Atlético se trasladan a la cercana fuente de Neptuno.
Continuamos nuestro camino por la misma calle hasta llegar a la Puerta de Alcalá, aquella que tantas veces habíamos coreando cantando el tema que hicieran famoso Ana Belén y Victor Manuel en los años ochenta.. ..."y ahí está, ahí está, la Puerta de Alcalá.
Ahí está, ahí está, viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá."

Esta puerta es uno de los cinco accesos reales que daban ingreso a la ciudad. Aunque no es la original está emplazada en el mismo lugar.

 
Wally cruzó la avenida y se recostó en un banco con el monumento de fondo y luego caminamos unos pasos para entrar al Parque del Retiro.
Popularmente conocido como El Retiro, es un jardín histórico y parque público. Considerado como una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, alberga numerosos conjuntos arquitectónicos, escultóricos y paisajísticos de los siglos XVII a XXI, entre los que destacan el Monumento a Alfonso XII, el Palacio de Cristal, el Estanque Grande, el Parterre, la Puerta de Felipe IV, el Real Observatorio Astronómico y la fuente de la Alcachofa; e incluso anteriores, como la ermita románica de San Pelayo y San Isidoro.

Mientras caminamos el sol ya elevado sobre la bóveda celeste impartía sus rayos sobre nuestras cabezas. Afortunadamente el parque cuenta con bebederos donde hidratarse. Los monumentos, las fuentes, el rosedal y los estanques nos recordaron claramente a los Bosques de Palermo de Buenos Aires que no tengo dudas están inspirados en este lugar.
Recuerdo que comimos una paleta de helado de limón para mitigar el calor y tomamos fotos en el gran lago mientas un niño con la camiseta del Barcelona le daba de comer a los peces que brotaban del agua para conquista su alimento. Se acercaron los patos, los cisnes y las tortugas de agua.  Nos tomamos unas fotos  con el imponente Monumento a Alfonso XII de fondo . Nos hubiera gustado caminar hasta el Palacio de Cristal pero el calor arreciaba y los museos nos esperaban con tanto para ver.



Volvimos hacia el Paseo del Prado  y de camino paramos en el Hotel Ritz y tomamos una foto. Nuestros lectores saben que nos gusta hacerlo en cada ciudad en una cuestión personal que comenzó en el icónico de Londres.
Luego vimos el Monumento a Goya y finalmente entramos al Múseo del Prado. Mi objetivo era encontrarme con  la obra de Velazquez, pintor que admiré desde adolescente con fervor.
El gran maestro de la pintura hispana, Velázquez, el «rey» del museo en palabras del crítico francés del XIX Athanase-Louis Torterat, del que se expone una colección sin parangón en el mundo, integrada por la mayoría de sus obras maestras, entre las que se encuentran las famosas Meninas.
Tomamos la audio guía que es excelente y recorrimos también otras grandes obras de los pintores  españoles como la de Goya que es muy amplia, y también de El Greco. 
El Prado no es un museo enciclopédico al estilo del Museo del Louvre, el Hermitage, el Metropolitan, la National Gallery de Londres, o incluso (a una escala mucho más reducida) el vecino Museo Thyssen-Bornemisza, que tienen obras de prácticamente todas las escuelas y épocas. Por el contrario, es una colección intensa y distinguida, formada esencialmente por unos pocos reyes aficionados al arte, donde muchas obras fueron creadas por encargo. El fondo procedente de la Colección Real se ha ido complementando con aportaciones posteriores, que apenas han modificado su perfil inicial, puesto que, a diferencia de lo habitual en las pinacotecas nacionales de otros países, los esfuerzos, más que a completar las faltas, han ido dirigidos a reforzar el núcleo esencial. Es un museo que tiene mucha mas intensidad que cantidad de obras y se percibe a cada paso. 


La galería de obras maestras donde se encuentra El Jardin de las Delicias de el Bosco , entre otras obras de Caravaggio, Tintoretto, , Zurbaran, Rembrandt, etc es el paraíso del arte en si mismo. Nos enamoramos del Museo del Prado realmente y salimos después de muchas horas de caminar por sus pasillos porque era indispensable llegar a las 19 hs a la puerta del Reina Sofía donde nos esperaba un guia personal que habíamos contratado especialmente para que nos hiciera una visita guiada, puesta en contexto histórico referida al Guernica.  De camino casi coriendo comimos unas tapas en el Museo del Jamón que está sobre el Paseo del Prado apurando el paso luego para llegar a tiempo. El guía nos aguardaba en la puerta. 

Se llamaba Jairo Aganzo y si desean su forma de contactarlo no tienen mas que solicitarla. Se los comento porque realmente fue fascinante su trabajo. Aunque uno lea o escuche los relatos de los que vivieron en esos tiempos, aunque uno crea que lo sepa todo, les recomendamos mucho esta forma de visitar el museo. La recorrida por las obras de la colección fue fantástica pero la forma en que llegamos a estar  parados frente a la obra de Picasso fue tan emocionante que brotaron las lágrimas de nuestros ojos. 

Cuando salimos era de noche, y desandamos el camino bajo la luna en cuarto muy creciente. Madrid de noche es una ciudad vivaz y alegre. Caminamos hasta el Callao tomando fotos de los mismos lugares y monumentos que a la mañana pero iluminados. Parecía que había pasado una vida y en realidad llevábamos diez horas andando. En ella recorrimos la historia y el arte de varios siglos. Era una noche de verano y el gentío iba y venía por las calles del centro. Cenamos y nos fuimos a dormir porque al otro día emprenderíamos la ruta hacia el norte camino al País Vasco...pero eso forma parte de otra historia!