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domingo, julio 02, 2017

Nuestros días en Portugal: Lisboa la llegada.



"Después el abuelo ponía el disco de uno que tocaba la trompeta y se entusiasmaba, se acariciaba sus bigotes blancos siguiendo el ritmo, escucha a este músico, decía, escucha cómo hace latir la vida en su trompeta, la vida es aliento, muchachito, en principio era el verbo, y los curas quién sabe lo que se han creído, pero el verbo es aliento, muchachito, nada más que aliento... En la vida hay que amar la vida, y a ti tiene que gustarte siempre la vida, recuérdalo, la muerte les gusta a los fascistas..." Antonio Tabucchi autor de "Sostiene Pereyra" 




Cuando el sol caía estábamos en la Playa de la Concha de San Sebastián y no quedamos un rato a ver ese atardecer que era una postal. Luego seguimos camino a Bilbao donde al otro día tomaríamos un vuelo de TAP a Lisboa. Nos alojamos en el hotel

Ercilla en la calle homónima. El diseño del hotel hace juego con la moderna ciudad vasca que combina lo antiguo con lo vanguardista en perfecta armonía. No en vano allí hay un museo Guggenheim  de arte contemporáneo diseñado por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry que impacta con su arquitectura al cruzar uno de los puentes de la Ria del Nervión llamado Salbeko Subia. Esa noche mientras anduvimos un rato por las calles notamos la impronta de mucha juventud disfrutando bares y lugares nocturnos. 
Al otro día nos iríamos temprano al aeropuerto donde dejaríamos el auto que nos acompañaba desde el sur en Granada y con el cual atravesamos España de Sud a Norte en su parte mas profunda. 
Todo había salido perfecto y si algo nos lamentamos fue de no haber podido quedarnos un par de días mas en el Pais Vasco, asignatura pendiente que sin dudas logrará saldarse alguna vez. 


Desde el avión pude divisar el impactante puente Vasco da Gamma sobre el Río Tajo, es el más largo de Europa, con sus 12,3 km (0,8 km de puente principal y 11,5 km de viaductos), El nombre del puente conmemora los 500 años de la llegada de Vasco da Gama a la India, en 1498. Mientras estaba en el vuelo pensaba en el libro Sostiene Pereyra que escribió el italiano Tabucchi y parte de su trama se narra en Lisboa. 

Aterrizamos en el  aeropuerto poco después del mediodía. Un muchacho alemán nos regaló una tarjeta para viajar en transporte público entendimos entre señas. La fuimos a cargar en las maquinas y tomamos el metro que nos dejó en la parada de Sao Sebastiao justo frente a la tienda El Corte Inglés. 

Allí está el Parque Eduardo VII y nuestro hotel se encontraba a 800 metros bordeando el parque. Se llamaba Avenida Park. La cuestión parecía sencilla pero al llegar al lugar los mencionados metros eran en una cuesta terriblemente empinada y la temperatura marcaba los 39 grados C.  


Era pasado el mediodía y el sol caía como un rayo literalmente
sobre nuestra cabeza y arrastrándonos llegamos a destino.  Un rato después de acomodarnos en la habitación y darnos una ducha tomamos el  metro hasta la estación de Santos y allí caminamos por la ribera hasta la Plaza del Comercio pasando por el Cais do Sodré. La Plaza del Comercio es espectacular e impacta a primera vista. 

La Plaza del Comercio (Praça do Comércio) es la plaza más importante de Lisboa. Fue construida donde estuvo situado el palacio real antes de ser destruido por el gran terremoto de 1755.

La fisionomía de la Plaza del Comercio se compone de un conjunto de edificios porticados en tres de sus lados y está abierta en el lado sur, mirando al Tajo. Históricamente ahí llegaban los barcos mercantes y ésta era la puerta de Lisboa.
Cerca de la plaza, en la orilla del río, está la estación fluvial Cais de Sodré, de donde parten las excursiones por el Tajo y los barcos que cruzan el río.
Situado en el lado norte de la Plaza del Comercio, el Arco da Rua Augusta da comienzo a la calle Rua Augusta, la calle más importante de La Baixa ( el barrio bajo).

El Arco Triunfal da Rua Augusta fue diseñado por el arquitecto Santos de Carvalho para celebrar la reconstrucción de la ciudad después del gran terremoto. Su construcción finalizó en 1873 y sus estatuas representan, entre otros, a Vasco de Gama y al Marqués de Pombal.
También se encuentra allí la Estatua ecuestre de José I esculpida en bronce por Machado de Castro en 1775 representa a José I, rey portugués que estuvo al mando durante el terremoto de Lisboa.


A medida que nos adentrábamos en la Baixa me costó mucho admirar la ciudad. Se encontraba raramente, tratándose de una ciudad capital europea, muy poco aseada y con poco mantenimiento. Para observar su belleza era necesario mirar con mucho interés. Por otro lado la altísima temperatura de aquellos días de finales de junio no ayudaban con los aromas que emanaba el

río Tajo y algunas redes de desague de la ciudad. De todos modos mientras tomaba fotos comencé a descubrir la belleza de su arquitectura. Caminamos por la rúa Augusta hasta el Rossio. La Baixa es el barrio más céntrico e importante de Lisboa. 

Fue reconstruido tras el terremoto del siglo XVIII por el Marqués de Pombal, con un estilo clásico y calles geométricas, en él abundan las fachadas cubiertas de azulejos tan típicas de Lisboa. Es el barrio más comercial y durante el día está muy animado. Se pueden ver los tradicionales tranvías que hacen al paisaje muy pintoresco.


También paramos en el Elevador de Santa Justa que funciona como transporte turístico pero también localal Barrio Alto. Decidimos subir otro día. Cuando llegamos al Rossio una plaza un poco antes que la de los Restauradores notamos su aire antiguo ( data del siglo XIII )y realmente exquisito. Rodeada de edificios de gran valor arquitectónico  en el centro de la Plaza del Rossio se encuentra la estatua de Pedro IV de Portugal, El Rey Soldado. En su base cuatro figuras femeninas representan las bondades del rey.Construido en 1842 . Tambien está el Teatro Nacional Doña María II, el teatro sustituyó al antiguo Palacio Estaus, sede de la inquisición portuguesa desde mediados del siglo XVI. En su fachada destaca la figura de Gil Vicente, el padre del teatro en Portugal. A mano izquierda del Teatro Nacional se encuentra esta estación de tren de imponente fachada construida en 1887. 




 Continuamos hasta   la Plaza de los Restauradores, llamada así en honor de los que en 1640 se rebelaron contra la dominación española y en cuyo centro se encuentra un obelisco para conmemorar el acontecimiento, está el vistoso edificio del Hotel Edén ocupando lo que fuera un antiguo cine. Al final de esta plaza comienza la Av Liberdade , una preciosa avenida de poco más de un kilómetro de longitud. Es la avenida más majestuosa de Lisboa, con edificios del siglo XIX y aceras cubiertas con mosaicos que forman dibujos en blanco y negro. Está llena de cafés con terrazas cubiertas, monumentos y jardines.



 Esta avenida te lleva a la Plaza del Marqués de Pombal, donde comienza la moderna Lisboa. Antes de seguir visitamos el Hard Rock Café que está frente a la Plaza de los Restauradores y nos sorprendió gratamente con su colecciion de objetos de rock como también con su diseño. En su techo se puede ver colgando un Cadillacs....! Como saben nuestros lectores Wally es miembro del Hard Rock Members y coleccionista de pines. 


Nos perdimos caminando entre las calles angostas y elegimos un bar donde cenar . Disfrutamos de un besugo a la portuguesa de película y regresamos al hotel. En nuestra calle la Avenida Sidónio Pais pocos pasos antes de llegar a la Plaza Maquez de Pombal  había unos barcitos que a la noche se ponían muy divertidos y allí tomamos unas cervezas con caracoles tan ricos como los que servían en Sevilla. 

Durante nuestra estadía en Lisboa nos alojamos en el hotel. 
AVENIDA PARK 

Volamos con TAP Portugal