"El vino siembra alegría en los corazones" Dante Alighieri
Partimos en el auto desde Roma hasta Lago Trasimeno, un lugar que aún no se ha vuelto muy popular para los turistas aunque si para los italianos que disfrutan de esa zona de la Toscana no masificada. El lago es muy grande, está alojado en la región de Umbría. Tiene 18 km de largo por 15 km de ancho y está a solo 16 km de Perugia.
Para el atardecer fuimos hasta Castiglione al Lago y el bellisimo pueblo medieval considerado uno de los mas bonitos de Italia nos regaló un atardecer memorable.
Se erige sobre una columna junto a la ribera oeste del lago Trasimeno.
Castiglione del Lago forma parte del movimiento Cittàslow
El antipasti fue carpaccio, bruschetas y crostines memorables, luego el primo piatto fueron pastas y con un tiramisú exquisito Wally sopló la velita con la ayuda de los mas pequeños.
Miramos un rato el lago desde el privilegiado lugar que tiene el poblado a modo de castillo y felices nos fuimos a dormir. Al otro día nos esperaban largas horas de recorrida entre los viñedos y las suaves ondulaciones en un nuevo road trip , nos esperaba la vida para festejarla, agradecer y brindar con ella en busca del mejor vino toscano. Además jugaría Argentina en el mundial de Rusia y estábamos muy ansiosos!
La decoración del lugar era sencilla pero cálida, debajo de la silla de Juan Manuel había un agujero enorme de cristal que dejaba ver un sótano profundo y con algunos barriles de roble.
tienen costo porque saben que uno termina comprando alguna botella! Y arrancamos con muchas ganas hacia nuestro siguiente destino. Nuevamente los caminos de la toscana nos dejaron maravillados por los paisajes sin igual de esos valles.
La segunda parada fue en Montpulciano en la provincia de Siena, encaramada sobre una montaña y tierra del afamado vino nóbile. Su ubicación estratégica entre dos valles :Valle de Ciana y Valle de Orcia. Al llegar con auto es necesario dejarlo en algunos de los parking antes de llegar a la entrada del pueblo. En el se filmó una de las películas Crepúsculo, mas precisamente en el film Luna Nueva en la que sus personajes corren desenfrenadamente por el centro histórico. Una vez aparcado caminamos en subida y entramos por una de las grandes puertas. Nos dejamos llevar por la intuición y entre antiguas casas rodeadas macetas con flores y el sol del mediodía .Protegida por los imponentes muros, Montepulciano se articula a partir de un gran Corso con tres segmentos (via di Gracciano, Voltaia e dell’Opio) que lo recorre de un extremo a otro con callejuelas que se abren a cada lado como ramas de un árbol. Atravesando Porta al Prato se entra en esta vía, iniciando el camino hasta la cima. Había muy poca gente, casi nadie y enseguida llegamos a la Piazza Grande.
Allí una vez que recorrimos el núcleo histórico visitamos la bodega mas famosa
y antigua. Data de la época medieval en una finca del siglo XIII y ya se dedicaban a producir vino para los nobles, de ahí el nombre de su cepa Nobile. La Bodega Contucci, Se puede visitar libremente y es realmente asombrosa la recorrida por un laberinto de cavas, toneles de roble y objetos antiguos. Al final, un wine shop donde se puede degustar alguno de sus vinos y el personal mas que amable y predispuesto a contar su larga historia.
La tierra es principalmente de origen plioceno, con arcilla y arena.
Las vides, que consisten solo en vides originales (Prugnolo Gentile, Canaiolo nero, Mammolo, Colorino, Trebbiano Toscano, Malvasìa del Chianti y Grechetto), se crían con cordones estimulados y tienen una densidad de aproximadamente 3300/4000 plantas por hectárea, con un rendimiento limitado. (menos de 55 q / ha) que permiten obtener uvas de excelente calidad. Las intervenciones agronómicas siempre se basan en el máximo respeto por el medio ambiente.
Luego salimos a caminar por las calles en busca de una gelatteria y como todo helado italiano fue memorable.
Era tiempo de volver porque jugaba Argentina vs Croacia en el Mundial de Rusia 2018 y francamente por mucho entusiasmo que le pusimos no vale la pena recordar el mundial y mucho menos ese partido. Fue una jornada tan fantástica que eso quedó como un dato menor y también como una curiosidad estar viendo en familia el partido a tantos miles de kilómetros de distancia de casa.
Nuestros días en la Toscana no los olvidaremos jamás. Pasaron muy rápido como todo aquello que se vive intensamente. Pero si algo tiene la vida es que la felicidad se atesora eternamente, al igual que el amor. Sólo puedo expresar un agradecimiento infinito por los momentos vividos y estaremos esperando que se repitan. La formula Italia mas familia mas road trip es sencillamente perfecta y en eso ganamos por goleada.