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lunes, noviembre 26, 2018

Bajo el sol de la Toscana: viñas, bodegas y amor



"El vino siembra alegría en los corazones" Dante Alighieri

Partimos en el auto desde Roma hasta Lago Trasimeno, un lugar que aún no se ha vuelto muy popular para los turistas aunque si para los italianos que disfrutan de esa zona de la Toscana no masificada. El lago es muy grande, está alojado en la región de Umbría. Tiene 18  km de largo por 15 km de ancho y está a solo 16 km de Perugia.
Nosotros elegimos un lugar para alojarnos en Panicarola, muy cercano a Castiglione al Lago que es la localidad a la que corresponde el lago.
El lugar es famoso por haber sido el escenario de la victoria de Anibal en el 217 a.C. fue la Batalla de Trasimeno al Consul Cayo Flaminio Napote.
Y allí estábamos nosotros, era el cumple de Wally y bordeabamos el histórico lago en camino al agriturismo Cantina Morami donde nos esperaban nuestro hijo Juan Manuel con Sabri y los nietos. Cantina es bodega en italiano y los siguientes días serían para recorrer la zona de viñedos que rodea al lago y disfrutar de los paisajes y aromas del primer día del verano italiano.
Cuando llegamos al lugar realmente supero nuestras expectativas. Eran apartamentos con un gusto exquisito y una funcionalidad sin igual . El entorno en medio de las viñas y las verdes arboledas ofrecen una posibilidad de relax ideal. Por otro lado la arquitectura guarda relación con lo medieval pero sin estridencias y con detalles muy personales.

Disfrutamos con los chicos en la pileta y luego nos fuimos a la casona donde nos hicieron una degustación gratuita de los vinos que producen y fue realmente interesante porque tomamos contacto y nos aproximamos al conocimiento de los vinos de la región.
Además contábamos con Sabrina una especialista , graduada en Ciencia y Tecnología de Alimentos en la UBA quien se especializa en vinos y cervezas por lo cual estábamos encantados de aprender , degustar y disfrutar . Ella eligió el lugar como punto de encuentro y realmente no pudo ser mas increíble!
Para el atardecer fuimos hasta Castiglione al Lago y el bellisimo pueblo medieval considerado uno de los mas bonitos de Italia nos regaló un atardecer memorable.

Se erige sobre una columna junto a la ribera oeste del lago Trasimeno.

El nombre de Castiglione del Lago deriva de Castellum Leonis (castillo del león). La población se encuentra situada junto a la que fue antiguamente una importante vía de comunicación entre diversas poblaciones de la Toscana y Perugia. Su posición clave hizo que a lo largo de la historia fuese conquistada en diversas ocasiones. La fortificación que le da nombre hubo de ser reconstruida varias veces.

Fundada por los romanos, surge sobre una colina que en tiempos antiguos constituía la cuarta isla del lago Trasimeno, aunque el brazo de agua que la separaba de tierra firme acabó por rellenarse. En la estructura urbanística de la ciudad antigua, que se ha mantenido muy bien conservada -la ciudad moderna se ha desarrollado a cierta distancia del centro histórico-, puede reconocerse su origen romano.
Castiglione del Lago forma parte del movimiento Cittàslow
Allí desde las murallas vimos caer el sol sobre el inmenso paisaje toscano y al encenderse las primeras luces del poblado realmente entramos en viaje en el tiempo. Recorrimos sus calles y su pequeña plaza en busca de donde cenar y seguir festejando el cumple. No decidimos por una trattoria de pastas caseras y nos sentamos en las mesas de la vereda. Se llama Scuola Elementare della Pasta y no nos defraudó. Recuerdo que me sorprendió la grifería del baño y le tomé una foto. 
El antipasti fue carpaccio, bruschetas y crostines memorables, luego el primo piatto fueron pastas y con un tiramisú exquisito Wally sopló la velita con la ayuda de los mas pequeños. 


Un rato después nos perdimos en las calles medievales buscando donde tomar un buen café italiano y algun gelatto, no faltó el Mistrá que acaparé yo....era como que la copa no duraba mas que unos segundos. Elegimos el Caffe Latino que tiene una hermosa terraza al lago aunque por la hora nos atendieron en la parte de adelante ya que ese sector no funciona hasta muy tarde. Igualmente salimos satisfechos.

Miramos un rato el lago desde el privilegiado lugar que tiene el poblado  a modo de castillo y felices nos fuimos a dormir. Al otro día nos esperaban largas horas de recorrida entre los viñedos y las suaves ondulaciones en un nuevo road trip , nos esperaba la vida para festejarla, agradecer y brindar con ella en busca del mejor vino toscano. Además jugaría Argentina en el mundial de Rusia y estábamos muy ansiosos!


Temprano al día siguiente salimos a la ruta que fue un espectáculo en si misma. Suaves ondulaciones con altos cipreses verdes oscuros delimitando sembrados de viñas. El paisaje era un cuadro bucólico toscano y perfecto.
La primera parada fue Montalcino, como es habitual en Toscana, Montalcino creció en una colina, fortificando con sus muros la ciudad. Su aspecto y trazado medieval tiene en la Fortezza (también conocida como la Rocca) su máximo exponente. Este bastión fue el último reducto de la República de Siena, cuya ciudad ya cayó en el 1555, provocando una huida hacia Montalcino de 650 familias que resistieron hasta 1559. 
Montalcino, célebre por sus vinos hasta el siglo XV, lo fue más cuando en 1888 Ferruccio Bondi Santi se empeña en lograr un vino excelso.. Hoy en día es el Consorzio del vino Brunello de Montalcino quién tutela la producción. A partir de cosechas que pasan al menos cinco años en barriles de roble, se generan Brunellos de excelente calidad. Si permanecen menos de este periodo son conocidos como Rosso di Montalcino. Recorrimos sus callejuelas en busca de un lugar donde almorzar. Elegimos la Ostería di Porta al Cassero y no nos defraudó. Nuevamente el antipasti de crostines y bruschetas, luego la pasta y la carne todo acompañado por un Brunello como era imprescindible . Realmente comimos como si estuviéramos dentro de una película italiana. 
La decoración del lugar era sencilla pero cálida, debajo de la silla  de Juan Manuel había un agujero enorme de cristal que dejaba ver un sótano profundo y con algunos barriles de roble. 




Brindamos felices y luego paseamos un poco por la fortaleza y las callecitas de bodegas y tiendas bonitas. Y de paso realizamos algunas degustaciones en los distintos locales. En la mayoría no
tienen costo porque saben que uno termina comprando alguna botella! Y arrancamos con muchas ganas hacia nuestro siguiente destino. Nuevamente los caminos de la toscana nos dejaron maravillados por los paisajes sin igual de esos valles. 




La segunda  parada fue en Montpulciano en la provincia de Siena, encaramada sobre una montaña y tierra del afamado vino nóbile. Su ubicación estratégica entre dos valles :Valle de Ciana  y Valle de Orcia. Al llegar con auto es necesario dejarlo en algunos de los parking antes de llegar a la entrada del pueblo. En el se filmó una de las películas Crepúsculo, mas precisamente en el film Luna  Nueva en la que sus personajes corren desenfrenadamente por el centro histórico. Una vez aparcado caminamos en subida y entramos por una de las grandes puertas. Nos dejamos llevar por la intuición y entre antiguas casas rodeadas macetas con flores y el sol del mediodía .Protegida por los imponentes muros, Montepulciano se articula a partir de un gran Corso con tres segmentos (via  di Gracciano, Voltaia e dell’Opio) que lo recorre de un extremo a otro con callejuelas que se abren a cada lado como ramas de un árbol. Atravesando Porta al Prato se entra en esta vía, iniciando el camino hasta la cima. Había muy poca gente, casi nadie y enseguida llegamos a la Piazza Grande. 


La plaza es el punto más alto de la ciudad, con un conjunto monumental que incluye la catedral y el Palazzo Comunale con su fachada gótica coronada por la gran torre.Los bellos palacios y las suntuosas residencias que a cada paso captan nuestra mirada son testimonio del pasado histórico de los siglos XIV y XV . El Palazzo Comunale recuerda en estilo al Palazzo Vecchio de Florencia, y es obra de Michelozzo (1.440), con elementos renacentistas y tardogóticos, finalizado con una estructura almenada que si bien es decorativa parece  defensiva.
Allí una vez que recorrimos el núcleo histórico visitamos la bodega mas famosa
y antigua. Data de la época medieval en una finca del siglo XIII y ya se dedicaban a producir vino para los nobles, de ahí el nombre de su cepa Nobile. La Bodega Contucci, Se puede visitar libremente y es realmente asombrosa la  recorrida por un laberinto de cavas, toneles de roble y objetos antiguos. Al final, un wine shop donde se puede degustar alguno de sus vinos y el personal mas que amable y predispuesto a contar su larga historia.

La finca abarca 170 hectáreas, 21 de las cuales están plantadas con viñas y 15 de ellas están registradas en el Registro de los Nobles, mientras que las otras se utilizan para la producción de Rosso di Montepulciano, Bianco della Contessa, Il Sansovino y Vin Santo. . Los viñedos de la Compañía Contucci están ubicados en una de las mejores áreas de producción, la altitud varía entre 280 y 450 metros.
La tierra es principalmente de origen plioceno, con arcilla y arena.
Las vides, que consisten solo en vides originales (Prugnolo Gentile, Canaiolo nero, Mammolo, Colorino, Trebbiano Toscano, Malvasìa del Chianti y Grechetto), se crían con cordones estimulados y tienen una densidad de aproximadamente 3300/4000 plantas por hectárea, con un rendimiento limitado. (menos de 55 q / ha) que permiten obtener uvas de excelente calidad. Las intervenciones agronómicas siempre se basan en el máximo respeto por el medio ambiente. 
Luego salimos a caminar por las calles en busca de una gelatteria y como todo helado italiano fue memorable. 

Era tiempo de volver porque jugaba Argentina vs Croacia en el Mundial de Rusia 2018 y francamente por mucho entusiasmo que le pusimos no vale la pena recordar el mundial y mucho menos ese partido. Fue una jornada tan fantástica que eso quedó como un dato menor y también como una curiosidad estar viendo en familia el partido a tantos miles de kilómetros de distancia de casa. 
Nuestros días en la Toscana no los olvidaremos jamás. Pasaron muy rápido como todo aquello que se vive intensamente. Pero si algo tiene la vida es que la felicidad se atesora eternamente, al igual que el amor. Sólo puedo expresar un agradecimiento infinito por los momentos vividos y estaremos esperando que se repitan. La formula Italia mas familia mas road trip es sencillamente perfecta y en eso ganamos por goleada.