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lunes, agosto 03, 2015

Los miradores de Roma: El GIANICOLO

Los miradores de Roma: El GIANICOLO 


"Sueño con encaramarme
a sus amplios miradores
para anunciar, si es que vienen, 
tiempos mejores.
Y cuando mas voy para allá
mas lejos queda.
cuanto mas de prisa voy 
mas lejos se va."
Joan Manuel Serrat "El horizonte"



Monumento Victorio Emanuel II Visto desde Gianícolo

Salimos de los Museos Vaticanos con la premisa de subir hasta el Gianícolo y conocerlo. Se habrán dado cuenta que nos gustan los miradores. Roma le brinda al viajero unos cuantos, en algunos casos naturales y otros no tanto. Dedicaremos distintos post a todos ellos. Este es el caso del natural Monte Gianicolo considerada la octava colina de Roma.
Este mirador ofrece una impactante panorámica de la ciudad con los Montes Albanos de fondo que son un complejo volcánico inactivo que se encuentra la sureste de Roma.
Fontana dell Acqua Paola
La amplia terraza del monumento a Giuseppe Garibaldi constituye un magnífico mirador, con carteles que te ayudarán a orientarte en el bosque de torres y cúpulas de la ciudad. Otro punto de observación es el faro.

Vista del Castel Sant Angelo desde Gianícolo
Gianicolo se hizo muy popular debido al importante papel histórico que desempeñó en la defensa de la ciudad. Convertida en escenario de la batalla en la que Garibaldi repelió el ataque de las tropas francesas, la cima se encuentra repleta de esculturas en su homenaje. Si bien hay transporte público para subir nosotros decidimos hacerlo caminando desde el Vaticano para observar desde allí el atardecer. No es lejos pero es alto.
De todos modos caminar por esas callejuelas romanas es delicioso. Nuestra ruta fue : Via del Porto de Santo Spiritu hasta la Via del Gianícolo lentamente se comienza a subir por la Passeggiata del Gianícolo y de pronto la ciudad comienza a verse desplegada.
Hicimos una parada en una piazza donde se encuentra un Monumento llamado Faro Manfredi y creímos que habíamos llegado. Dado que la panorámica era muy linda y que quien nos aconsejó nos dijo tienen que llegar a un monumento.
Sacamos fotos, nos cominos un riquísimo helado y a esa altura estabamos muy felices. El mismo se llama Faro Manfredi y este  precioso faro construido en 1911 fue un regalo de los italianos que emigraron a Argentina.


Hay también allí un homenaje a los desaparecidos durante la dictadura argentina.



Vista desde el Gianícolo de los Montes Albanos
Pero....el paseo siguió subiendo empinadamente y entonces apareció la Piazza Garibaldi con una estatua ecuestre de bronce dedicada a Giuseppe Garibaldi y la vista panorámica se convirtió en un horizonte abierto deslumbrante. Era la hora del atardecer que siempre significa el mejor momento para ver desde la altura, porque suelo sentir que comenzamos a formar parte del paisaje como si nos adentrara un cuadro, en este caso, de algún genial pintor italiano.
La luna en cuarto menguante se veía en el cielo celeste sin nubes casi dibujada de no ser por sus cráteres de apariencia imperfecta.
Este fue uno de los momentos en que hubiésemos querido que el tiempo se eternice o que desaparezca.....reloj no marques las horas....diría el bolero.
Pero el tiempo avanza y si uno está en Roma todo tiene yapa....Unos pasos mas adelante cuando continuamos hasta la Via Garibaldi y allí apareció la Fontana dell Acqua Paola. Y no una fontana cualquiera sino  una monumental fuente de mármol creada durante el siglo XVII para celebrar la reapertura de un antiguo acueducto romano. Y una novia sacándose fotos. Y nosotros una vez mas absortos de tanta belleza junta.
El cielo comenzaba a oscurecer, caminamos unos 700 mtros (en bajada) hasta entrar a las calles del Trastévere, un barrio cuasi medieval lleno de trattorías y escenas que parecen sacadas de una película italiana.
Era el mejor momento entonces, de escaparnos del cuadro y meternos de lleno en la Pizzeria Ivo para encargarle al mesero una pizza y una jarra de vino mientras el director decidía cuando entrabamos a escena.
Era nuestro primer día en Roma y la noche se adueñó de nosotros y de nuestro espíritu porque a partir de ese instante la historia de Roma se volvía a calar en nuestro estómago y en nuestro corazón por partes iguales.


Aqui nuestra visita en un video de 2 minutos!