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viernes, septiembre 30, 2005

Madreselva y el arte de crecer.


A pesar de lo importante del show, no fuimos al prueba de sonido de Madreselva porque con Walter queríamos presenciar la Tertulia , del Cruce , una actividad cultural que a través de un Festival de Arte, el gobierno de la ciudad realizaba en el Cementerio de la Recoleta. Como era gratuito y original , ademas se había suspendido la noche del viernes por lluvia, era importante estar una hora antes para conseguir entradas. Un absurdo amparo judicial presentado por familiares de algunos de los muertos que allí reposan impidió que se realizara la semana anterior y el consiguiente permiso se logró solo para viernes y sábado. La prensa hizo con este conflicto que el evento tuviera mas difusión que la prevista incluso por los propios organizadores. Esta experiencia, se ha realizado también en otros cementerios ( Inglaterra como ejemplo) e incluso santuarios del mundo ( las mismas pirámides egípcias). Y combinan el arte visual a traves de iluminación, con el sonido de la música y escenas teatrales, todo mientras uno va caminando entre las callecitas interiores. Llegamos una hora antes pero una larguísima cola nos esperaba. Cuan larga? no menos de 3 largas cuadras. El lateral completo de la calle Vicente Lopez mas toda la vuelta dentro de la plaza. Delante nuestro ( se ve en la foto) una rubia canadiense con dos amigos que vinieron desde Uruguay donde participaban tambien de un festival de arte teatral conversaban ( por llamarlo de alguna manera) con nosotros. Ellos hablaban frances, ingles y apenitas algo de español. Yo trataba a través de mi pobre inngles y a Walter le salió el indio que todos llevamos dentro. "Ya no haber mas números. Entrar no poder. Mucha people" . Igual nos entendimos. Intercambiamos mails. Los invitamos al show de Madreselva. Y como dieron mil numeros, hicieron funciones de media hora y nosotros estabamos a la altura de las mil quinientas personas nos fuimos cantando bajito. Era una noche hermosa y cálida. La recoleta estaba repleta de gente por todos lados. En la puerta del cementerio los familiares con una enorme pancarta que decía: Este es un lugar sagrado manifestaban su disgusto. Me pregunté porque no vendrían todos los fines de semana porque si los sonidos externos impedían el descanso de los muertos con la movida de los boliches nocturnos que rodean al cementerio estas tumbas realmente no tendrían paz. Tal vez estas personas no hubiesen reparado en esto porque quien sabe son habitues de estos lugares. En fin....entramos a La contnental a comer un par de porciones de pizza ( una de muzza con jamon y una de fugazzeta) y compartimos un postre Balcarse que estaba exquisito. Todo con una cervecita de tres cuartos. Y nos fuimos para el centro. Cuando llegamos, estaba tocando Vieja Cepa y nos fuimos derecho a los camarines de Madreselva. Los chicos estaban muy felices. Se los veía disfrutar del backtage. Demian, con la ansiedad habitual. Me sirvió un fernet branca con cola en un vaso enorme, que estaba buenisimo.
Un rato despúes llegaría el momento de subir. Mientras Juan que venía de tocar con el trio cool jazz afinaba su instrumento debajo del escenario, devolví la gentileza a Demian y a Seba y les traje lo que quedaba de bebida espirituosa del camarín. .
Pali hacía lo propio con su instrumento. Todos, daban vuelta por allí abajo haciendo que los últimos minutos fuesen menos eternos.
Minutos despues una pantalla enorme cubría el escenarío y reflejaba enormes diapositivas . Se anunciaba el comienzo con la versión de Libertango que cada vez emociona mas. Me dediqué a sacar fotos desde el escenario. Otras desde abajo, o desde el balcón de arriba.
Eso no permitió disfrutar del show a pleno. Pero con un sonido excelente y la garra habitual, los Madreselva encendieron un par de temas adelante a la gente que se acercó a cantar y a bailar adelante.
En un momento encontré a Luciana que estaba con la gente del Centro Cultural y le pedí que siguiera sacando fotos y me fuí a atender un rato la venta de remeras y cds.
Tuvieron mucha salida las nuevas remeras anaranjadas y blancas. Walter dejó por un ratito de atender las cuestiones de sonido y me trajo un trago a la mesa. Aunque algo hizo que a los pocos minutos me dijera...ya vuelvooooo....era el momento árabe de la noche.
Bellisimas bailarinas árabes deleitaban los ojos con sus movimientos. En otros temas musicales hubo invitados tambien. Una gaita, otro saxo. una guitarra española. Variado y sorprendente show una vez mas.
Para los últimos temas deje el mostrador y volví en medio de la gente. Saludé a la barra de amigos de Juan de la escuela primaria. Me crucé con Carito, Agustina y Lu
Busque tomar algunas instantáneas de la gente que bailaba y descontrolaba adelante Lo que habitualmente se llama pogo. Y me fuí hacia arriba del escenario a disfrutar de Las virtudes del amor a dos saxos ya que Javier estaba como músico invitado. . Se sumaría al final a otro tema: Los patos y a pleno el rock and roll. Y a pleno la gente que como siempre, en la carismática figura de la voz de Demian se alinea a la convocatoria de fiesta de esta banda.

Madreselva de algun modo cumple la misión de reconciliarme con las noches de buen rock que tanto me angustiaron en los tiempos post cromagnon. Así que decidí fotografiar tambien la expresión de cada uno al terminar el último acorde y disponerse a bajar a saludar a su gente que cada día crece en número. Y allí estaba:
Juancito y la felicidad de tocar en vivo con su entrañable amigo Javier.
La ex´presión de Seba lo dice todo....
La contagiosa tranquila y feliz expresión de Nango
Pali...que la adrenalina le pega cara de preocupado...
y Demian que apenas bajó del escenario saludo a su madre. Nuestra tan querida amiga Ale Kayan.
Y allí iban y venian, tecnicos, stages, amigos, novias, manager, ayudando sin parar. Un capítulo aparte la gente que los acompaña y los apoya. Una decidida mención aparte para su manager: el gran Tiko.
Es dificil precisar a todos y no olvidarse. Aparecen por todos lados, cuelgan, pegan, suman, arman, desarman, acomodan, cuidan, proyectan, van, vienen. Son la gente de Madreselva. Los que se ponen la camiseta y la transpiran con placer.
Los que siempre tienen ganas y sonrisas.
Y este es un buen lugar...aunque chiquito para agradecerles que nos permitan compartir con ustedes esta historia y formar una partecita de ella.
Hasta el próximo show! O hasta el próximo asado, que me parece va a llegar antes.

lunes, septiembre 26, 2005

Vuelve , vuelve primavera...

La llegada de la primavera es para cada uno, desde su mas alejada infancia, un motivo para disfrutar. Cuando yo era chica, mi mamá solía llevarme a pasear por la Avenida Santa Fe, donde un increíble desfile de carrozas me deslumbraba. Ademas todo era florido y de colores. Es difícil saber cuanto hay de verdad en los recuerdos de la niñez. La perspectiva cambia todo. Sobre todo cuando uno veía el mundo desde un lugar bajito. En la adolescencia, sin embargo,la llevada de la estación estaba marcada por los picnic que uno hacía con los compañeros de colegio o los amigos del barrio. Mi primer salida con amigos en aquellos años fue al Parque Pereyra Iraola con algunas amigas del barrio de Parque Chacabuco donde vivía. Fue una tarde que siempre recordaré. Luego vinieron otros lugares: los bosques de Palermo, la costanera Sur, Lujan. Mas tarde vinieron los tiempos de formar una familia y mientras los hijos eran pequeños, mi día de la primavera era una tarde feliz en el Parque Chacabuco. Comíendo sanwich y galletitas. La calesita. Los juegos. Juntar semillas de los árboles. Andar en bici o en triciclo o en zapatilla. Cuando crecieron les tocaron a ellos los paseos estudiantiles. Este año, despues de las cuatro de la tarde, habiendo cumplido con las tareas del día, Walter y yo salimos en la moto a descubrir que pasaba en estos tiempos en los lugares tradicionales. 

No es necesario que aclare, lo rápido que resulta en esta ciudad congestionada de tránsito salir en la Revel. Fuimos hacia la Costanera Sur, simplemente porque tenía antojo de ver el río en la tarde soleada.






Desde allí bordeamos la ciudad de Buenos Aires hasta salir por General Paz y Libertador al barrio de Vicente Lopez y apenas unas cuadras despues entramos en el Paseo de Costa de esa ciudad.
 Apenas entramos la enorme ¿escultura? ¿monumento? de Telefónica se erigió frente a nosotros. 

Miles de chicos se veían sobre las playitas disfrutando del final de su día. Futbol, música, mate, no tanto alcohol. 

Tal vez la mayoría pertenecientes a la escasa clase media.

  Muchos autos con parlantes y amplificadores que emitían música electrónica tipo marcha. 
Mucho auto tuneado. Mucho auto raro. Mucho auto caro. Walter aceptó ser mi modelo y poso frente a cuanta cosa me llamó la atención.


  En algunos casos, también colaboró siguiendo algunos que no estando estacionados llamaban mi atención. Como esté Citroën verde fluorescente que encandilaba los ojos y sorprendía en su andar. Cuando de motos se trataba, allí estaba Walter mirando y admirando cuidadosamente cada una que lo seducía. Nos quedamos un rato escuchando una banda de rock que sonaba muy bien. 

El municipio de Vicente López había organizado una movida con excelente sonido, lo cual no es común al aire libre. No supimos como se llamaba pero su cantante era realmente bueno.

 Tenían un estilo heavy clásico que me recordaba a Rata blanca. Un rato después nos íbamos hacia otro lugar viendo las terrazas ( con iluminación nocturna) de los barcitos que se extendieron frente a la costa y que este verano me parece estarán a full. 


  Mientras nos despedíamos del lugar fije mi vista en uno de ellos. Ese sería el elegido este verano, en alguna calurosa noche porteña . Hay mas de uno que cuando lea este blog querrá sumarse seguramente a mi propuesta.




LOS BOSQUES DE PALERMO Cuando llegamos con la moto al tradicional paseo del Rosedal a pesar que aún había gran cantidad de chicos y chicas, muchos ya emprendía retirada por la avenida principal. A simple vista se observaba mucho control policial y mucha guardia urbana, ese cuerpo civil que estrenó hace pocos meses el gobierno de la ciudad que aún no puedo evaluar en cuanto a rendimiento. Aquí había mucha gente joven pero mas humilde. Se escuchaba mucha cumbia. 



Se veía mucho tetra o mucha botella de gaseosa barata cortada y convertida en vasos familiares de mezcladitos. Algo me sorprendió y fue que había mucha adolescente embarazada y mucha parejita también adolescente con bebes. No faltaba el móvil de Crónica TV que pasó todo el invierno contando los días para la llegada de esta estación.

También había rock, en un escenario mas imponente que el del paseo de la costa , pero con un sonido que dejaba bastante que desear para no recordar la banda que que estaba tocando en ese momento y la verdad no me gustó demasiado. 

Tampoco se quienes eran. Mientras nos íbamos del lugar, vimos el puesto de Greenpeace tratando de concientizar a la gente sobre distintos problemas ambientales. 


Sobre todo, en defensa de la comunidad wichi de Salta que esta siendo amenazada de quedarse sin su habitat ya que una multinacional pretende desmontar la zona.







Nos despidió la puesta del sol sobre los lagos sobre los cuales flotaban cartones y basuras que personal especializado ya comenzaba a recoger. 

Me quedé pensando mientras la moto dejaba atrás esta zona si alguna vez aprenderemos a tirar la basura en los cestos para tal fin. Y no encontré respuesta alguna. O sí, pero preferí ignorarla. 


  PLAZA FRANCIA Volviendo pasamos un toque por Plaza Francia. Allí se veía aún movimiento de gente. Pudimos ver como en medio de mas congestionamiento de tránsito otro grupo de gente socialmente hablando, con mas posibilidades de consumo, llenaba las heladerías y los bares cool de la zona. De regreso a casa, Walter me regaló un ramo de margaritas que estaban por abrir y cuando lo hicieron ( un día después) eran hermosos crisantemos blancos. En un rato, Julián y Mari pasarían a buscarnos para ir a cenar y festejar juntos la llegada de la primavera. Como tantas veces atrás. Incluso como en algunos años adolescentes. Pero eso, es data para otro capítulo. Una enseñanza oriental, mas precisamente japonesa dice: "El invierno jamás deja de convertirse en primavera" y la verdad es que está bueno, poder estar allí cuando eso ocurre para disfrutarlo. Me refiero tanto a la estación literalmente como a los distintas inclemencias climáticas que nos toca vivir.