miércoles, agosto 07, 2019

La Provenza Francesa: En busca de campos de lavandas Episodio 3

"Sur le pont d'Avignon
On y danse, on y danse
Sur le pont d'Avignon
On y danse tous en rond
Les belles dames font comme ça
Et puis encore comme ça"

Cuando elegimos la Provenza francesa en nuestra hoja de ruta por el sur de Francia, fuimos en busca de la ruta de Van Gogh , de los girasoles 🌻 y los campos de lavandas. Pero también detrás de la mirada del genial artista , de sus paisajes, de sus cielos y sus encantadores poblados campesinos y medievales. Y la Provenza nos regaló eso , nos cumplió un sueño y mucho más. Para mi hasta el día de hoy el lugar más hermoso que haya visto en Francia. ¿ qué es lo que hace que un lugar se convierta en algo amado? Yo no tengo la respuesta, pero sé que allí vibraba al mismo ritmo y al primer campo de flores silvestres multicolores descubrí la sencillez de lo perfecto. Este posteo habla de nuestra visita a Arles, llegamos allí para visitar el café llamado La Nuit que pintará con su increíble paleta de colores. Nos sentamos en una de las mesas, y disfrutamos del entorno casi como si hubiéramos estado dentro del cuadro. Si pudieras elegir estar dentro de una de las obras maestras de la pintura ¿cual elegirías?
Pero la ciudad es mucho más que el café de Van Gogh . Arles es una ciudad ubicada en el río Ródano, en la región de la Provenza, en el sur de Francia. Es conocida por inspirar las pinturas de Van Gogh. Pero además Arlés fue capital provincial de la antigua Roma, así que también destaca por las ruinas de dicha época. Pero nosotros llegamos el viernes 29/6 a la hora que comenzaba una fiesta tradicional llamada : La Pegoulado todas las tradiciones de la Provenza se reúnen esa noche en Arles, para desfilar a la luz de los “pegos” (farolillos) y al son de los pífanos y de las flautas provenzales. Los grupos y las escuelas de danzas tradicionales realizan, a lo largo de este desfile nocturno, las danzas que sus antecesoresles han enseñado. Esta fiesta popular permite a todos aquellos que llevan el traje tradicional reunirse y compartir su pasión común.

El desfile se acaba en el anfiteatro con una gran fiesta La Pegoulado tiene lugar el viernes que precede a la Fiesta del Traje y reúne a un millar de participantes. El desfile de animales de granja con los trajes típicos de todos los participantes es asombroso. Y Wally se sumó gracias a la buena onda de los locales que nos hicieron vivir una experiencia memorable. A nosotros estas vivencias nos fascinan, mucho más que encontrarnos frente a grandes atracciones. Esto de vivir la cultura desde adentro y cuando además nos toma por sorpresa es muy enriquecedor. Fuimos felices esa tarde/noche en Arles y consideramos una ciudad imperdible del recorrido provenzal .



Continuamos nuestra roadtrip en dirección a la ciudad de Aviñón. Es la una ciudad estratégicamente ubicada en el recorrido de la  francesa. Nosotros lo utilizamos de base durante dos días. Si bien la ciudad no es la más encantadora de la zona, su puente es uno de los más famosos dada la canción en la que todos cantan y todos bailan. Quien no la ha cantado alguna vez? En toda la zona utilizamos hoteles sobre la ruta, a dos o 3 km de las ciudades o cascos históricos, con estacionamiento gratuito, de distintas cadenas, que son económicos y prácticos cuando uno lo único que busca es una buena ducha y colchón por la noche después de largos roadtrip . En este caso fue el Premiere Classe pero también hay otros. Desilusiona un poco ver que el puente está roto, y que no llega a la otra orilla. La ciudad es muy bulliciosa y animada. Tiene mucha vida nocturna y una noria impactante. Aquí en Argentina siempre las llamamos “Vuelta al Mundo”.

A la mañana siguente salimos a la ruta con destino a Fontaine de Vancluse, un pueblo muy pequeño pero que había descubierto en mis investigaciones de lugares en la zona a través de Instagram. Las fotos me cautivaron y fuimos con mucha expectativa. Dejamos el auto bastante lejos y decidimos caminar por la orilla del Rio Sogues algo que fue un acierto. Era una mañana soleada y cálida por lo cual la arboleda del camino resultó una bendición. Caminamos unos díez minutos, cada tanto había alguna casa a la vera del río y en un momento luego de cruzar un puente vimos el sector de parking que anunciaba que estábamos llegando.


Lo primero que vimos al ingresar fue un monumento muy importante al poeta Petrarca que vivió allí durante muchos años sólo con el objetivo de conquistar a una dama a la que le escribio mas de trescientas cartas....nosotros bordeamos caminando el río que fluye con el impetu de aquel amor no correspondido, y fuimos entrando a un exquisito paisaje provenzal.  El sonido del agua va aumentando cuando llegamos al corazón del lugar donde nace el río.

Fontaine-de-Vaucluse sigue la intriga de atraer a los visitantes. Desde la antigüedad, la asistencia del lugar es muy importante. Los recientes descubrimientos arqueológicos  dan fe de un culto de esta fuente de toda la antigüedad. Al final de un desfiladero estrecho y verde a los pies de un acantilado esculpido por la erosión, uno de los manantiales de los ríos más hermosos del departamento: la-Sorgue, a pocos metros de la pintoresca localidad que tiene el Valle su nombre. Las aguas obligados a venir Fontaine-de-Vaucluse de la infiltración de agua de lluvia y nieve de fusión en el sur del monte Ventoux, los Montes de Vaucluse, la montaña Lure, gargantas del Nesque que representa una "captación" de 1.240 km ², cuyo único resultado es la fuente. En todas las estaciones, las fuentes secundarias de alimentación de la Sorgue, que forma un hermoso lago sombra de los plátanos antiguos. La intensa belleza de este paraje natural atrae a muchos visitantantes, pero no tanto como para sentir que es demasiado turístico.
Visitamos la Iglesia de Veran construida en el siglo XI sobre el antiguo priorato del siglo X donde se encuentran sepulcros de varios santos.
Luego caminamos por los senderos cuyo paisaje está protagonizado por el agua y un entorno absolutamente bucólico.
La energía que vibra nos acompaño mientras nos despedimos hacia la siguiente parada que sería

Gordes: un pueblo colgante considerado de los mas bonitos de Francia.
Un pueblo colgado de una colina, asomado a ella, entre un paisaje de valles y montañas.
Un pueblo construido a base de piedra clara y uniforme, que le da un aspecto rústico, antiguo y acogedor.
Un pueblo coronado por una iglesia y un castillo monumental, que nos lleva a pensar en batallas medievales, aventuras, caballeros y leyendas.
Desde el Valle del Calavon, Gordes ofrece una imagen imborrable. Ni pintoresca ni exótica, pues el modelo se repite por todo el sur de Francia y por Italia entera. Pero sí perfecta. A Gordes no le falta nada. Es el típico pueblo medieval, elevado y fortificado, que ha conservado su esencia y su belleza.
Un pueblo colgado de una colina, asomado a ella, entre un paisaje de valles y montañas.
Un pueblo construido a base de piedra clara y uniforme, que le da un aspecto rústico, antiguo y acogedor.
Un pueblo coronado por una iglesia y un castillo monumental, que nos lleva a pensar en batallas medievales, aventuras, caballeros y leyendas.
Desde el Valle del Calavon, Gordes ofrece una imagen imborrable. Ni pintoresca ni exótica, pues el modelo se repite por todo el sur de Francia y por Italia entera. Pero sí perfecta. A Gordes no le falta nada. Es el típico pueblo medieval, elevado y fortificado, que ha conservado su esencia y su belleza.Cuando nosotros llegamos era junio de 2018 mas exactamente el día del partido en que Francia eliminaría del Mundial de futbol de Rusia a Argentina.
Había un solo bar con televisión y estaba colocada hacia afuera y alrededor de ella, casi todos parados se agolpaba un puñado de franceses alentando su selección. Algunso turistas que miraban la escena como parte de un show y nosotros dos argentinos mirando el patido con ellos. No fue muy amable la actitud pero básicamente nos ignoraron. Cuando hizo el primer gol Francia dedicí dejar a Wally con su mezcla de esperanza y masoquismo y busqué me fui a caminar por el pueblo en el que no había nadie, sus escasas docena de calles estaban abandonadas al tremendo calor del mediodía vacias. Hasta que dí con un restaurante , también vacio, y entre. El mozo me explicó que estaba cerrada la cocina....y le dije si podía tomar una copa de vino y me dijo que sí. Me sente sobre un ventanal que daba hacia el abismo que era un paraiso y tomé mi copa de vino rosado con unas olivas muy bien condimentadas mientras via whatsupp me notificaba de los goles que seguí haciendo Francia aunque los gritos y cánticos a la distancia me lo anticipaban.


Cuando terminó el partido recorrimos el pueblo y volvimos a partir hacia la provenza profunda en busca de los campos de lavanda.

Allí entre los Macizos de Luberon encontramos a la Abadía de Senanque. Nace como comunidad de monjes cirstercienses en 1148.  Consagrada en 1178, conoce su máximo esplendor del siglo VIII al siglo XIV, llegando en poseer cuatro molinos, siete granjas y numerosas tierras en Provenza. Luego tiene una larga historia de guerras y cambios de monjes. La iglesia, construida en forma de cruz de tau con un ábside que se proyecta más allá de las paredes exteriores de la abadía, es extremadamente austera, como es típico en los edificios cistercienses. El claustro es el lugar de paso que comunica las diferentes partes del monasterio. La sala capitular, gracias a las seis bóvedas de cruz ojivales, se caracteriza por la fineza de su acústica (era la única estancia donde se permitía hablar), con el abad en el centro y la tarasca, figura del demonio, esculpida en el claustro delantero.
Un hecho inusual es que su extremo oriental litúrgico mira al norte, pues el valle estrecho y aislado en el que se encuentra no ofrecía ningún espacio para la disposición convencional.


Es hermoso recorrer sus sembrados de lavandas y girasoles y también verla desde la perspectiva de la altura . El ingreso a la abadía es gratuito y tienen una tiende de productos que ellos producen. .Esta visita fue la visita perfecta como antesala a recorrer los inmensos campos de lavandas. Para quienes desean visitarlos la provenza ofrece distintas zonas y épocas. La zona de Gordes florece segunda mitad de junio y primera de julio. Nosotros nos cansamos de recorrer campos de lavanda donde caminamos y tomamos la clásicas fotografias.




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