Cuando visitamos el Museo D Orsay en París sentí mas que en ningún lado la locura del pintor en sus días en Arles. Por ello compuse estos versos libres.
ARLES
( de mi fascinación por el pintor holandés)
Entré a correr por los campos
tras el sol encendido de Arlés
Con locura fatal lo buscaba
Escuchando un preludio vienes.
¿Donde está el amarillo
de Vincent que vine a buscar?
¿Existió o lo soñé? El Viento
arrasa mi calma hacia el mar.
Solo escucho la brizna bailar.
No es yema, ni todo los ocres.
Ni limones ni el trigo dorado.
Amarillo de campos de Arles.
La paleta del genio esta muda
Mi agonía se acerca al final
Me desgarra la clara armonía
De su trazo perenne y genial.
El camino me lleva sin fuerzas
Una casa amarilla y raída.
Una voz que me habla al oído
Madmoiselle por aquí la salida.
Y mis ojos abiertos la miran
Se alborota mi alma guerrera.
El museo ya cierra y yo sola
camino sin prisa hacia afuera.
A la orilla del Sena me quedo
El sol vuelve a su eterna morada
Y me tiendo en la hierba mojada
Contemplando la noche estrellada.
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