Tour Tres Capitales de Europamundo ( Parte 1 de 4)
"Cuando un hombre esta cansado de Londres, esta cansado de la vida". Samuel Jhonson
EPERLECQUES : una sede del horror.
En nuestro periplo por la pasada primavera europea tomamos un tour de Europa Mundo llamado "Tres Capitales" que arrancaría en Paris el 12 de junio por la mañana bien temprano con nuestra guía Elianne de habla hispana y portuguesa que tuvo realmente una magnífica tarea. En un cómodo bus conducido por José un "gallego" muy profesional como conductor, salimos hacia el norte de Francia con primera parada un par de horas después en Eperlecques, un inmenso bunker en medio del bosque donde los alemanes lanzaban los V1 y V2 hacia el Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial. Lloviznaba casi imperceptiblemente y para recorrerlo nos ofrecieron negros paraguas cuyo color acordaba con lo que veríamos en el recorrido. Oscuridad demencial del ser humano la idea de construir en semejante bosque de verdes inacabables un lugar tan siniestro. Cada paso que uno recorre adentrándose en el bosque para llegar al bunker y mirando los antiguos tanques y otros vehículos de la época de la guerra es una contradicción misma con el paisaje que los rodea. La naturaleza y la violencia del hombre, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, la guerra y la paz. Montaña de hormigón aflorando por encima del bosque de 22 metros de alto estaba previsto para el lanzamiento de los V2 destinado a destruir Londres. El 27 de agosto de 1943 187 "fortalezas volantes" llegadas desde Inglaterra dejaron caer toneladas de bombas sobre él. El edificio queda inservible a causa de las muerte de los numerosos deportados que trabajan en él y se convierte en aquel momento en una fábrica de oxígeno líquido. Hoy es un museo interesante que tiene como premisa que el hombre no olvide nunca el dolor que provoca la guerra.
CALAIS -DOVER : cruzando el Canal de la Mancha
Un rato después partíamos con el bus para cruzar el Canal de la Mancha a bordo de un ferry en una tarde nublada, ventosa y con leves lloviznas. Una vez sorteadas las correspondientes gestiones para ingresar al Reino Unido que no pertenece a la Unión Europea, abordamos el ferry donde nos sirvieron una típico almuerzo compuesto por "Fish and chips" ( un filet de pescado marinado cocina al igual que las papas que lo acompañan frito) realmente muy rico y nosotros lo acompañamos con una botella individual de vino tinto francés y una creme bullet de postre. De algún modo el recuerdo de las mejores cosas francesas no era fácil sacárselo de encima. En el tramo de ida debido al mal tiempo no salimos a cubierta preferimos caminar un rato por el barco, mirar a través de los vidrios empañados la aparición de los enorme acantilados, pasear por el free-shop y aprovechar para cambiar los euros por libras ya que allí nadie acepta otra moneda.
Una vez abajo, ya en el autobus la mirada ávida por las ventanillas para ver como se iba desplegando la postal inglesa que uno guarda en la retina aún sin conocerla. El ingreso por los suburbios londinenses no provocaba mas que lo que uno anhelaba ver. Autos que manejan por la mano izquierda, casas típicamente inglesas y al fin el primer bus rojo de doble piso. Un rato después los buzones anchos y rojos. Nos dirijimos al barrio de Greenwich sobre la avenida homónima donde exactamente pasa el meridiano que lleva su nombre en honor a esa localidad inglesa y al observatorio astronomico que se encuentra allí. Esa línea imaginaria que une los polos fue adoptada en el año 1884 en el que entre otros acuerdos 24 países reunidos en EEUU acuerdan un día universal que comenzará a la medianoche y durará 24 hs. Es una zona muy tranquila y muy alejada pero bien comunicada con el centro de Londres a través de un tren que se liga al metro. También está a pocas cuadras de un muelle sobre el Támesis donde pasan diariamente embarcaciones que van recorriendo sus aguas a ambas márgenes. Nos alojamos en el Premier In London Greenwich , un hotel de fachada nada importante, bastante moderno pero con algunas cuestiones muy particulares que me parece tuvieron que ver con el ingreso a traves de un tour y no en forma particular. La habitación era limpia, muy cálida y confortable, no demasiado amplia pero muy funcional. En el baño había un pequeño cartel que decía que disfrutáramos del kit que no estaba por ningún lado. Lo único que había era un aparato adherido a la pared de la ducha que permitía extraer jabon líquido al mejor estilo baño público. Bajamos a solicitarle el kit que faltaba y no hubo forma de que la recepcionista nos entendiera. Siempre sonreía como si le estuviéramos contando un chiste. Yo supe desde el principio que entendía perfectamente lo que le pedía. En fin, obligada por mi insistencia termino ofreciéndome el kit a cambio de diez libras....Los desayunos de hotel eran bastante buenos, con gran variedad, el café muy bueno y el té como era de esperar de primerísima línea. Todavía extraño el te londinense, aunque pensándolo bien, lo que mas extraño son su pubs sobre los cuales me explayaré mas adelante. Ese día estaba terminando y decidimos no salir ya que era el día estaba casi finalizando. Es importante comprender que por la mañana bien temprano estábamos en París y la mañana del día anterior en Milán. Todo se había vuelto vertiginoso y era mejor darnos un respiro.
LONDRES: el primer día
A la mañana siguiente salimos a realizar una visita panorámica con el tour y desde el bus vimos London Age, Trafalgar Square, Picadilly Circus, las Tower Bridges, el Big Ben, la Citi, el Támesis y algunas otros puntos de interés. Finalmente con un guía español local hicimos la visitar a la Abadía de Westmister, la catedral gótica donde se coronan y entierran los monarcas británicos y ubicada al lado del Palacio de Westminster. Hay placas o tumbas muy notorias de hombres célebres que no son monarcas como Isaac Newton o Charles Darwin.
A la salida el guía nos llevó a ver el cambio de guardia que se realiza en el Palacio de Buckingham una de las tradiciones mas antiguas inglesas y una de las principales atracciones turísticas. Solo ocurre cuando no llueve, el guía nos dijo que eramos muy afortunados porque esa mañana amaneció muy soleada. Nos sugirió ir a ver la parte desde donde salen que es el lugar donde la banda de músicos ensayan la sus canciones antes de realizar el trayecto guiados por dos miembros de la caballería hacia el palacio a realizar el cambio. Sus típicos atuendos y la variedad de canciones populares de comedias musicales ( incluso de The Beatles) hace muy pintoresco el momento. Las personas se colocan tras las vallas y van saludando a su paso el desfile. El tour ya nos dejaba libres para el resto del día y también día siguiente. Nos ofreció una visita al Castillo de Windsor pero sopesamos los lugares que queríamos conocer mas a fondo y decidimos no ir. Nos encontraríamos a la noche en la esquina de Trafalgar Square para ir con el resto del grupo a cenar a un restaurante del Soho según estaba previsto.
Solos en Londres, una decisión que después valoramos con creces. La ciudad y su gente nos recibió con tanta calidez y cortesía que hizo todo sencillo a mi ingles no tan avanzado. Decidimos alquilar dos bicicletas porque la ciudad era grande y los puntos a ver muchos y dispares en distancias. Fuimos a retirar una bici de los puestos que hay en todos los barrios, elegimos uno que ya habíamos visto detras de la Abadía de Westminster y a pesar de seguir todas las instrucciones y poner la tarjeta de credito no había forma, no se destrababa. Un par de jóvenes que estaban dejando sus bicicletas se ofreció amablemente a ayudarnos. Le dí la tarjeta y me mostró como sacarla. Luego me dijo que yo lo hiciera con la otra según lo que había visto y se quedó mirando por si algo salía mal. La amabilidad en su máxima expresión. En esos días estaban un poco tensionadas las relaciones entre Argentina y Londres por cumplirse hacía muy poco los veinte años de la guerra en Malvinas por lo cual cuando le dije que eramos argentinos temí por un momento que no fuéramos bien recibidos. Por el contrario, nos contaron exaltados que tenían muchos deseos de visitar la ciudad de Buenos Aires y que el padre de uno de ellos había visitado la Patagonia y había quedado enamorado del lugar. Le agradecimos mucho pero lo cierto es que la conversación nos distrajo y leímos al reves los costos de la renta. Pensamos que cuantas mas horas la tuviéramos mas económico iba a ser el precio final y era exactamente al revés Estuvimos todo el día sin parar andando en bici y recorrimos Londres de punta a punta. El resultado es que gastamos lo mismo que si nos hubiesemos comprado una. Pero nunca nos arrepentimos porque Londres nos pagó con creces tal error. Tomamos el mapa y armamos una guia de ruta teniendo en cuenta los lugares a conocer. El Palacio de Buckingham, el Hyde Park y su speakers corner, Nottingh Hill, los estudios Abbye Road entre otros. Tomamos la bici y yo tardé un buen rato en notar que debía ir por la izquierda y era pleno centro de Londres lo cual hizo que los primeros momentos fueran algo tensos, pero una vez atravesada esa zona bordeamos el palacio hasta llegar al Hyde Park: el verde en Inglaterra es verde de verdad, es increíblemente verde. Paramos para sacar algunas fotos en el Albert Hall y en la fuente en memoria de Lady Diana. Luego de un largo rato emprendimos camino hacia Notting Hill un barrio situado al oeste de la ciudad ubicado en el distrito de Chelsea. Se hizo famoso por la película que estrenó Hollywood en 1999 con la actuación de Julia Robert y Hugh Grant. Recuerdo que en el camino vi de reojo el Hotel Ritz que ha sido objeto de libros, escenas de cine, y su famoso evento "Tea at the Ritz" ( te en el Ritz).
Por momentos pedaleando con las enormes moles rojas de buses al lado me parecía que no estaba sucediendo la escena...algo fellinesco como diría mi amiga Diana... Desde el barrio de la película giramos el timón hacia el 3, Av Road, St John Wood ´s, allí llegamos, a los estudios EMI que desde 1970 pasaron a llamarse Abbey Road, donde The Beatles grabaron casi toda su discografía, sobre la calle que está tomada la emblemática foto de la tapa del álbum donde cruzan la por la senda peatonal. Allí vivimos una emoción muy intensa, se sumaba la adrenalina de recorrer mapa en mano una ciudad tan extraordinaria mas el hecho de tener ante nuestros ojos esa postal. La gente hace grafitis en los muros del frente y se saca la foto, hicimos ambas cosas y miramos cada detalle para que ese momento se grabara a fuego en nuestra memoria.
A la vuelta elegimos un camino mucho mas directo que desembocó por la Av Regent al propio Picadilly Circus, muy cansados de pedalear apenas divisé un puesto de entrega de Barclays Circe Hire ( las estaciones bases en la ciudad) las devolvimos. Para que tengan en cuenta les dejo datos sobre el tema en un link http://www.tfl.gov.uk/tfl/languages/espanol/spanish-barclays-cycle-hire.pdf : allí encontrarán como funciona el circuito, tarifas, estaciones donde tomar o dejar, etc.
Comenzamos a caminar hambrientos y sedientos ( tengan en cuenta que no ingeríamos bocado desde el desayuno!), eran alrededor de las 5 de la tarde y entramos al primer pub que nos cruzamos. Se llama Leiscester Arms, un tradicional pub ingles en la calle 44 Glasshouse . Impresionante! la guía del tour nos había explicado el funcionamiento de los pubs, uno debe elegir lo que va a tomar, dirigirse a la caja a pagarlo y luego retirarlo y llevarselo a beber a la mesa ( o a la barra , o la calle) . Wally se sentó una mesa y yo fui a la barra, allí pedí mi Ale ( cerveza suave) y la Stout para Walter y me senté con él a mirar el partido de fútbol de la Eurocopa que estaban pasando en la TV. Jugaba Dinamarca y Portugal por la Eurocopa, los de Cristiano Ronaldo ganaron 3 a 2 pero cada gol fue un aporte de fiesta al pub. No recuerdo si oficié dos o tres veces de moza pero si perfectamente recuerdo que la última vez le pedía algo para comer y solo había unos snaks que devoramos mientras mirábamos fútbol, hablábamos con ingleses y luego con italianos que se sumaron a nuestra mesa y bebíamos todos exquisita cerveza tirada....pinta va pinta viene se nos fue la hora! Cuando miramos el reloj había que correr a encontrarnos con la gente del tour para ir cenar al Soho....y en el apuro nos confundimos el lugar. Llegamos minutos después a la esquina de Picadilly Circus, en el monumento nos quedamos sentados un rato largo, mirabamos el reloj que descontaba los segundos que faltaban para que empezaran las Olimpíadas de London 2012, el cartel de la grandes tiendas Lilywhite, la marquesina del musical 39 steps ( los 39 scalones) en el teatro Criterión, la gente que pasaba sin parar para un lado, enormes banderas inglesas desplegadas en la avenida principal, y así pasó la hora y nunca los encontramos.
Nos fuimos caminando al Soho, miramos dentro de algunos restaurantes pero fue inútil Nadie se imagina el hambre que teníamos en ese momento, entramos al primer Mc Donald que se nos cruzó y que era la única forma de comer rápido y a un precio accesible después de un día de grandes gastos y grandes momentos. Allí con un par de hamburguesas en la panza me acordé que el lugar donde debíamos encontrarnos para ir a cenar era Trafalgar Square!! Finalmente en Picadilly Circus, retomamos contacto con la guía y los amigos del tour que nos esperaban para volver en el bus. El cansancio se hacía sentir, la llegada al hotel era casi una bendición. Esa noche había que reponer energías , un baño renovador , un té ingles y las sábanas blancas. Dejé inmortalizada en una foto el cansancio un instante antes de dormirnos y que habla por si misma.
Silvia Spagnuolo y María Inés Viajes & Turismo - Leg. 13253
Alsina 1053 -Banfield4288-2828 / 4922-3321 / 155528-1386
silviasd@fibertel.com.ar /msn: silvia_spagnuolo@hotmail.com
Web.: www.lugaresviajes.com.ar
"Cuando un hombre esta cansado de Londres, esta cansado de la vida". Samuel Jhonson
EPERLECQUES : una sede del horror.
CALAIS -DOVER : cruzando el Canal de la Mancha
Un rato después partíamos con el bus para cruzar el Canal de la Mancha a bordo de un ferry en una tarde nublada, ventosa y con leves lloviznas. Una vez sorteadas las correspondientes gestiones para ingresar al Reino Unido que no pertenece a la Unión Europea, abordamos el ferry donde nos sirvieron una típico almuerzo compuesto por "Fish and chips" ( un filet de pescado marinado cocina al igual que las papas que lo acompañan frito) realmente muy rico y nosotros lo acompañamos con una botella individual de vino tinto francés y una creme bullet de postre. De algún modo el recuerdo de las mejores cosas francesas no era fácil sacárselo de encima. En el tramo de ida debido al mal tiempo no salimos a cubierta preferimos caminar un rato por el barco, mirar a través de los vidrios empañados la aparición de los enorme acantilados, pasear por el free-shop y aprovechar para cambiar los euros por libras ya que allí nadie acepta otra moneda.
Una vez abajo, ya en el autobus la mirada ávida por las ventanillas para ver como se iba desplegando la postal inglesa que uno guarda en la retina aún sin conocerla. El ingreso por los suburbios londinenses no provocaba mas que lo que uno anhelaba ver. Autos que manejan por la mano izquierda, casas típicamente inglesas y al fin el primer bus rojo de doble piso. Un rato después los buzones anchos y rojos. Nos dirijimos al barrio de Greenwich sobre la avenida homónima donde exactamente pasa el meridiano que lleva su nombre en honor a esa localidad inglesa y al observatorio astronomico que se encuentra allí. Esa línea imaginaria que une los polos fue adoptada en el año 1884 en el que entre otros acuerdos 24 países reunidos en EEUU acuerdan un día universal que comenzará a la medianoche y durará 24 hs. Es una zona muy tranquila y muy alejada pero bien comunicada con el centro de Londres a través de un tren que se liga al metro. También está a pocas cuadras de un muelle sobre el Támesis donde pasan diariamente embarcaciones que van recorriendo sus aguas a ambas márgenes. Nos alojamos en el Premier In London Greenwich , un hotel de fachada nada importante, bastante moderno pero con algunas cuestiones muy particulares que me parece tuvieron que ver con el ingreso a traves de un tour y no en forma particular. La habitación era limpia, muy cálida y confortable, no demasiado amplia pero muy funcional. En el baño había un pequeño cartel que decía que disfrutáramos del kit que no estaba por ningún lado. Lo único que había era un aparato adherido a la pared de la ducha que permitía extraer jabon líquido al mejor estilo baño público. Bajamos a solicitarle el kit que faltaba y no hubo forma de que la recepcionista nos entendiera. Siempre sonreía como si le estuviéramos contando un chiste. Yo supe desde el principio que entendía perfectamente lo que le pedía. En fin, obligada por mi insistencia termino ofreciéndome el kit a cambio de diez libras....Los desayunos de hotel eran bastante buenos, con gran variedad, el café muy bueno y el té como era de esperar de primerísima línea. Todavía extraño el te londinense, aunque pensándolo bien, lo que mas extraño son su pubs sobre los cuales me explayaré mas adelante. Ese día estaba terminando y decidimos no salir ya que era el día estaba casi finalizando. Es importante comprender que por la mañana bien temprano estábamos en París y la mañana del día anterior en Milán. Todo se había vuelto vertiginoso y era mejor darnos un respiro.
LONDRES: el primer día
A la mañana siguiente salimos a realizar una visita panorámica con el tour y desde el bus vimos London Age, Trafalgar Square, Picadilly Circus, las Tower Bridges, el Big Ben, la Citi, el Támesis y algunas otros puntos de interés. Finalmente con un guía español local hicimos la visitar a la Abadía de Westmister, la catedral gótica donde se coronan y entierran los monarcas británicos y ubicada al lado del Palacio de Westminster. Hay placas o tumbas muy notorias de hombres célebres que no son monarcas como Isaac Newton o Charles Darwin.
A la salida el guía nos llevó a ver el cambio de guardia que se realiza en el Palacio de Buckingham una de las tradiciones mas antiguas inglesas y una de las principales atracciones turísticas. Solo ocurre cuando no llueve, el guía nos dijo que eramos muy afortunados porque esa mañana amaneció muy soleada. Nos sugirió ir a ver la parte desde donde salen que es el lugar donde la banda de músicos ensayan la sus canciones antes de realizar el trayecto guiados por dos miembros de la caballería hacia el palacio a realizar el cambio. Sus típicos atuendos y la variedad de canciones populares de comedias musicales ( incluso de The Beatles) hace muy pintoresco el momento. Las personas se colocan tras las vallas y van saludando a su paso el desfile. El tour ya nos dejaba libres para el resto del día y también día siguiente. Nos ofreció una visita al Castillo de Windsor pero sopesamos los lugares que queríamos conocer mas a fondo y decidimos no ir. Nos encontraríamos a la noche en la esquina de Trafalgar Square para ir con el resto del grupo a cenar a un restaurante del Soho según estaba previsto.
Solos en Londres, una decisión que después valoramos con creces. La ciudad y su gente nos recibió con tanta calidez y cortesía que hizo todo sencillo a mi ingles no tan avanzado. Decidimos alquilar dos bicicletas porque la ciudad era grande y los puntos a ver muchos y dispares en distancias. Fuimos a retirar una bici de los puestos que hay en todos los barrios, elegimos uno que ya habíamos visto detras de la Abadía de Westminster y a pesar de seguir todas las instrucciones y poner la tarjeta de credito no había forma, no se destrababa. Un par de jóvenes que estaban dejando sus bicicletas se ofreció amablemente a ayudarnos. Le dí la tarjeta y me mostró como sacarla. Luego me dijo que yo lo hiciera con la otra según lo que había visto y se quedó mirando por si algo salía mal. La amabilidad en su máxima expresión. En esos días estaban un poco tensionadas las relaciones entre Argentina y Londres por cumplirse hacía muy poco los veinte años de la guerra en Malvinas por lo cual cuando le dije que eramos argentinos temí por un momento que no fuéramos bien recibidos. Por el contrario, nos contaron exaltados que tenían muchos deseos de visitar la ciudad de Buenos Aires y que el padre de uno de ellos había visitado la Patagonia y había quedado enamorado del lugar. Le agradecimos mucho pero lo cierto es que la conversación nos distrajo y leímos al reves los costos de la renta. Pensamos que cuantas mas horas la tuviéramos mas económico iba a ser el precio final y era exactamente al revés Estuvimos todo el día sin parar andando en bici y recorrimos Londres de punta a punta. El resultado es que gastamos lo mismo que si nos hubiesemos comprado una. Pero nunca nos arrepentimos porque Londres nos pagó con creces tal error. Tomamos el mapa y armamos una guia de ruta teniendo en cuenta los lugares a conocer. El Palacio de Buckingham, el Hyde Park y su speakers corner, Nottingh Hill, los estudios Abbye Road entre otros. Tomamos la bici y yo tardé un buen rato en notar que debía ir por la izquierda y era pleno centro de Londres lo cual hizo que los primeros momentos fueran algo tensos, pero una vez atravesada esa zona bordeamos el palacio hasta llegar al Hyde Park: el verde en Inglaterra es verde de verdad, es increíblemente verde. Paramos para sacar algunas fotos en el Albert Hall y en la fuente en memoria de Lady Diana. Luego de un largo rato emprendimos camino hacia Notting Hill un barrio situado al oeste de la ciudad ubicado en el distrito de Chelsea. Se hizo famoso por la película que estrenó Hollywood en 1999 con la actuación de Julia Robert y Hugh Grant. Recuerdo que en el camino vi de reojo el Hotel Ritz que ha sido objeto de libros, escenas de cine, y su famoso evento "Tea at the Ritz" ( te en el Ritz).
A la vuelta elegimos un camino mucho mas directo que desembocó por la Av Regent al propio Picadilly Circus, muy cansados de pedalear apenas divisé un puesto de entrega de Barclays Circe Hire ( las estaciones bases en la ciudad) las devolvimos. Para que tengan en cuenta les dejo datos sobre el tema en un link http://www.tfl.gov.uk/tfl/languages/espanol/spanish-barclays-cycle-hire.pdf : allí encontrarán como funciona el circuito, tarifas, estaciones donde tomar o dejar, etc.
Comenzamos a caminar hambrientos y sedientos ( tengan en cuenta que no ingeríamos bocado desde el desayuno!), eran alrededor de las 5 de la tarde y entramos al primer pub que nos cruzamos. Se llama Leiscester Arms, un tradicional pub ingles en la calle 44 Glasshouse . Impresionante! la guía del tour nos había explicado el funcionamiento de los pubs, uno debe elegir lo que va a tomar, dirigirse a la caja a pagarlo y luego retirarlo y llevarselo a beber a la mesa ( o a la barra , o la calle) . Wally se sentó una mesa y yo fui a la barra, allí pedí mi Ale ( cerveza suave) y la Stout para Walter y me senté con él a mirar el partido de fútbol de la Eurocopa que estaban pasando en la TV. Jugaba Dinamarca y Portugal por la Eurocopa, los de Cristiano Ronaldo ganaron 3 a 2 pero cada gol fue un aporte de fiesta al pub. No recuerdo si oficié dos o tres veces de moza pero si perfectamente recuerdo que la última vez le pedía algo para comer y solo había unos snaks que devoramos mientras mirábamos fútbol, hablábamos con ingleses y luego con italianos que se sumaron a nuestra mesa y bebíamos todos exquisita cerveza tirada....pinta va pinta viene se nos fue la hora! Cuando miramos el reloj había que correr a encontrarnos con la gente del tour para ir cenar al Soho....y en el apuro nos confundimos el lugar. Llegamos minutos después a la esquina de Picadilly Circus, en el monumento nos quedamos sentados un rato largo, mirabamos el reloj que descontaba los segundos que faltaban para que empezaran las Olimpíadas de London 2012, el cartel de la grandes tiendas Lilywhite, la marquesina del musical 39 steps ( los 39 scalones) en el teatro Criterión, la gente que pasaba sin parar para un lado, enormes banderas inglesas desplegadas en la avenida principal, y así pasó la hora y nunca los encontramos.
Nos fuimos caminando al Soho, miramos dentro de algunos restaurantes pero fue inútil Nadie se imagina el hambre que teníamos en ese momento, entramos al primer Mc Donald que se nos cruzó y que era la única forma de comer rápido y a un precio accesible después de un día de grandes gastos y grandes momentos. Allí con un par de hamburguesas en la panza me acordé que el lugar donde debíamos encontrarnos para ir a cenar era Trafalgar Square!! Finalmente en Picadilly Circus, retomamos contacto con la guía y los amigos del tour que nos esperaban para volver en el bus. El cansancio se hacía sentir, la llegada al hotel era casi una bendición. Esa noche había que reponer energías , un baño renovador , un té ingles y las sábanas blancas. Dejé inmortalizada en una foto el cansancio un instante antes de dormirnos y que habla por si misma.
Próximo post: Día 2 de Londres!
continuará....
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