"Las obras de arte nacen siempre de quien ha afrontado el peligro, de quien ha ido hasta el extremo de la experiencia, hasta el punto que ningún humano puede rebasar. Cuanto más se ve, más propia, más personal, más única se hace una vida". Rainer M Rilke
Diario de Viaje
Día 6 de junio partimos de Roma a Florencia
Nuestro último día en Roma fue para tomar el desayuno, despedirnos de los queridos Nicola, Darío y Patricio del recomendable B y B Bon Tom Suites y como quién se le pianta un lagrimal al decir del tango porteño caminar por última vez las callecitas de Roma hasta la agencia de Avis donde retirarmos sin problemas el auto de alquiler. Nos dieron un Fiat Cinquecento (500) muy cómodo, con él partimos hacia la toscana con destino a Florencia pero haríamos primero una parada en el camino.
Valles de siembra y viñedos nos dijeron que estábamos entrando en la bella toscana, una región central de Italia . Antes de ir hacia la capital de la misma, la bella ciudad de Firenze nos detuvimos en Siena.
Hasta donde pudimos llegar con el auto y una vez mas nos estacionamos. Pero ya ese lugar era extraño, muy especial, la calle nos obligaba a caminar cuesta arriba, muy arriba entre balcones en flor y tendederos de ropa al viento. Los colores uniformes y la sensación de estar entrando a un cuadro de un pintor italiano. El centro histórico de Siena ha sido declarado por la Unesco como lugar Patrimonio de la Humanidad desde 1995 por considerar que es la encarnación de una ciudad medieval. Durante mucho tiempo Siena rivalizó con Florencia en cuanto al urbanismo. Esta rivalidad entre las dos poderosas ciudades parece no tener fin. Lo que si se sabe que tiene su inicio en la historia de las conquistas y las guerras donde ambas se vieron involucradas. Incluso la disputa llega a ver quien tiene mejores monumentos. Hay algo que es cierto , durante el renacimiento Florencia creció mucho pero si hablamos de la arquitectura gótica, ésta dejó lo mejor en Siena. El dejar fuera de la ciudad los autos hace que desde adentro se valore mas esta joya de la toscana que es Siena. Adentrandonos en sus calles notamos que ellas en semicírculo rodean la Piazza del Campo. En esta plaza en forma de abanico (concha o almeja) se encuentra el famoso campanile del Palacio Público al que se puede acceder por un ascensor y tener una vista privilegiada de la ciudad. Las calles que desembocan en ella son increíblemente concurridas con locales de marcas internacionales, heladerías, cafes, pero también museos, iglesias, mas palacios y miradores escondidos tras los callejones. Tomar un helado caminado por Siena o disfrutando de un buen rato dentro de la plaza es una forma de sentirse italiano por un rato. Mezclado entre la gente, uno viaja al pasado y se inunda de historia viva. Caminamos hacia el Duomo ( la catedral) que tiene una impronta similar a otras pero parece encuadrada en el cielo como una postal. Su fachada es una obra arte en si misma. Lamentablemente no tuvimos tiempo de visitarla y hoy nos arrepentimos completamente. Mientras bajamos las escalinatas laterales de la misma un violinista nos deleitaba con su música. Por supuesto que dejamos una contribución al músico callejero que le agregó emoción a la tarde. Volvimos y de camino nos tomamos un helado exquisito super artesanal. Bajamos hasta donde estaba el auto y comenzamos a dar vueltas sobre la misma calle sin encontrar la salida. Finalmente le preguntamos al conductor de una camioneta bastante extraña y nos explicó en un italiano que ya no comprendía tan bien como el que se hablaba en Roma como salir. Lo filmaba mientras hablaba sin parar. Dio resultado y salimos una vez mas hacia la autovía que atraviesa la toscana esta vez en dirección a Florencia.
Un rato después entrabamos a la ciudad del arte renacentista.
Apurados pasamos por el centro a retirar nuestra Firenze card que habiamos adquirido via web para no perder un solo minuto de las cuarenta y ocho horas que teníamos por delante. Apenas estacionamos a pocos metros del Arno bajé a preguntar en un local donde quedaba el Palacio Bargello donde debíamos retirarla. Con ojos asombrados me dijo que sacara urgente el auto de allí porque solo estaba permitido aparcar residentes y en ciertos horarios. Le pedi a Wally que se alejara hacia el otro lado y me esperara allí. Él se quedó apoyado sobre un puente mirando hacia el rió y los otros puentes y disfrutando de ese momento según me contó después fumando un cigarrillo que encontró en la guantera del auto alquilado. Yo caminé las 4 o 5 calles que me llevaron al lugar apurada porque estaba por cerrar la oficina. Llegué y apenas la retiré salí y recién noté que estaba en la Plaza de la Signoría. Me paré en el medio y miraba alrededor como si estuviera frente a una imagen 3D. Unos minutos después pensé en volver pero mis ojos me jugaron una mala pasada. No recordaba por cual esquina había accedido a la plaza y decidí preguntarle a un puesto de souvenirs que estaba allí. Le pregunté hacia donde estaba el río y amablemente me señaló hacia su dirección. Me restaba ahora saber si era hacia adelante o hacia atras ya que el río acompañaba en paralelo a la calle por la que accedía al lugar. Opté por elegir sin pensar la primera que se me ocurriera. Afortunadamente un par de cuadras hacia adelante gracias a unos perros negros que creo eran doberman echados al lado de su dueño en la mesa de la calle de un bar me dí cuenta que iba por el camino correcto.
Con las Firenze Card en la mano llegué hasta el auto y preguntamos a un muchacho italiano hacia donde quedaba el camping. Su respuesta fue: Chu Chu Chu chu! ( señalando en una dirección) no sabemos muy bien que nos quiso decir pero subimos la empinada cuesta que nos llevó al Camping Michelangelo Plus, justo al lado de Piazzale Michelangelo, lugar en el que se convocan todas las tardes los turistas a ver atardecer desde esa cima donde se puede apreciar la belleza de la construcción florentina y los característicos puentes sobre el Arno.
Nos alojamos en la cabaña o tienda del camping que tiene una vista privilegiada sobre todo desde el mirador donde se encuentra el café -restaurante donde elegimos desayunar cada mañana con la vista panorámica y las deliciosas flores multicolores que enmarcaban el paisaje.
Esa tarde dejamos el auto y fuimos a contemplar el famoso atardecer desde Piazzale Michelangelo donde se encuentra una réplica gigante en bronce de el David de Miguel Angel. Fuimos bajando por un camino bien señalizado y apenas empezamos a bajar el cielo comenzó a tomar el color fuertemente rosado del atardecer y estabamos una vez mas dentro de una postal. Le pedimos a una pareja que estaba allí que nos tomara una foto. El era latinoamericano y fue muy simpático, nos contó que con la dama que lo acompañaba se habían conocido un par de días antes y allí andaban recorriendo la toscana. Finalmente bajamos sacando fotos sin parar y llegamos hasta la Piazza de la Signoría. Es la plaza mayor de Florencia y donde se encuentra la Fuente Manierista de Neptuno de Ammannati, la Loggia dei Lanzi y el Palazzo Vecchio (o Palazzo della Signoria) sede del Ayuntamiento. En la plaza se encuentran tres estatuas: Cosimo "el Viejo" a caballo, el Hércules y Caco y una reproducción del David de Miguel Ángel que está de guardia al Ayuntamiento junto a Hércules. Una verdadera maravilla artística. Entramos al Palazzo o Museo Bargello que está situado en una antigua prisión cercana a la Piazza della Signoria. Reúne una interesante colección de esculturas de todo tipo y estilos, con obras como el Baco de Miguel Ángel y el David de Donatello. Por cierto también es de destacar su arquitectura y la sala de mapas que no tiene desperdicio. Tal vez uno de los lugares menos cercano a los mas turísticos pero que nos sorprendió muy gratamente. Antes de salir miramos desde su balcon terraza la ciudad ya teñida por la oscuridad de la noche. Nos fuimos derecho al Ponte Vecchio
(en castellano, puente viejo) es el puente más conocido y antiguo de Florencia. De origen medieval, fue remodelado durante el Renacimiento, ya no hay tiendas de peleteros en su lugar se encuentran locales de joyeros desde las mas afamadas marcas hasta las mas sencillas. Fue el único puente que sobrevivió a los bombardeos nazis de la ciudad de Florencia en la Segunda Guerra Mundial, y actualmente es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad donde suele converger el turismo. El puente nos pareció pintoresco pero su verdadero encanto no está en la vista sino en caminarlo. Ya era tarde, decidimos tomar el bus para subir al camping. El único problema fue que lo esperamos en una parada equivocada. Cuando nos dimos cuenta alguien nos dijo que había pasado el último hacía unos cinco minutos. Cansados y hambriento subimos por un camino distinto, menos señalizado y mucho mas frondoso. Llegamos bien y comimos algo que quedaba en el bar que ya había cerrado la cocina.
Al día siguiente disfrutamos nuestro desayuno y tomamos el bus que nos llevó hasta la Galería de la Academia donde se exhibe el original del David de Miguel Angel, una escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura que representa a David antes de enfrentarse con Goliat. La escultura fue realizada entre 1501 y 1504 en los talleres de la Opera del Duomo. Al finalizar fue trasladada a las puertas delPonte Vecchio en la Piazza della Signoria. Para protegerla de los fenómenos meteorológicos fue trasladada a la Academia en 1873. Es la mas importante atracción del museo sin dudas pero caminando hacia la escultura se encuentran obras realmente extraordinarias del arte renacentista que se ven inevitablemente opacadas por él. Cuando uno avanza hacia el lugar donde se encuentra el David se pueden observar a los costados distintos trozos de mármol que fueran desechados por Miguel Angel a medio terminar por no estar conforme con los resultados. Ese camino que finaliza en un impactante y luminoso espacio con una cúpula que produce una emoción mezclada con admiración francamente indescriptible. Si algo se puede traducir de la imagen de la escultura es su ambición de perfección. Es imposible quitar la mirada de la obra y la propia mirada del David provoca un éxtasis muy particular.
El Museo de la Plata, a veces llamado "El Tesoro Médicis", contiene una colección de valiosa plata, camafeos, trabajos en gemas semipreciosas y orfebrería de la antigüedad, ambos pertenecientes a la colección de Lorenzo de Médicis. Estas salas formaban parte de los apartamentos privados, decoradas en frescos por pintores del siglo XVII .
Museo de Porcelana, Galería de Trajes y Galería de Carruajes que lamentablemente no llegamos a ver completamente porque a esa altura ya estaba cerrando el palacio.
Ya atardeciendo caminamos un rato por las calles del casco histórico y temprano esta vez en bus subimos la cuesta al camping para darnos una ducha, preparar las valijas para el día siguiente que partiríamos a Venecia.
Esa noche, cenamos en el restaurante del camping con la privilegiada panorámica de la ciudad nocturna y a la luz de la velas compartimos unas buenas pastas regadas por el exquisito tinto de chianti llamado Ti Amo....que mas se podía pedir! Por cierto, brindamos por cada uno de ustedes, los seres que amamos con todo nuestro corazón!
Diario de Viaje
Día 6 de junio partimos de Roma a Florencia
Nuestro último día en Roma fue para tomar el desayuno, despedirnos de los queridos Nicola, Darío y Patricio del recomendable B y B Bon Tom Suites y como quién se le pianta un lagrimal al decir del tango porteño caminar por última vez las callecitas de Roma hasta la agencia de Avis donde retirarmos sin problemas el auto de alquiler. Nos dieron un Fiat Cinquecento (500) muy cómodo, con él partimos hacia la toscana con destino a Florencia pero haríamos primero una parada en el camino.
Entrada a Siena |
Parking |
Piazza del Campo |
calles de Siena |
Duomo de Siena |
Un rato después entrabamos a la ciudad del arte renacentista.
Apurados pasamos por el centro a retirar nuestra Firenze card que habiamos adquirido via web para no perder un solo minuto de las cuarenta y ocho horas que teníamos por delante. Apenas estacionamos a pocos metros del Arno bajé a preguntar en un local donde quedaba el Palacio Bargello donde debíamos retirarla. Con ojos asombrados me dijo que sacara urgente el auto de allí porque solo estaba permitido aparcar residentes y en ciertos horarios. Le pedi a Wally que se alejara hacia el otro lado y me esperara allí. Él se quedó apoyado sobre un puente mirando hacia el rió y los otros puentes y disfrutando de ese momento según me contó después fumando un cigarrillo que encontró en la guantera del auto alquilado. Yo caminé las 4 o 5 calles que me llevaron al lugar apurada porque estaba por cerrar la oficina. Llegué y apenas la retiré salí y recién noté que estaba en la Plaza de la Signoría. Me paré en el medio y miraba alrededor como si estuviera frente a una imagen 3D. Unos minutos después pensé en volver pero mis ojos me jugaron una mala pasada. No recordaba por cual esquina había accedido a la plaza y decidí preguntarle a un puesto de souvenirs que estaba allí. Le pregunté hacia donde estaba el río y amablemente me señaló hacia su dirección. Me restaba ahora saber si era hacia adelante o hacia atras ya que el río acompañaba en paralelo a la calle por la que accedía al lugar. Opté por elegir sin pensar la primera que se me ocurriera. Afortunadamente un par de cuadras hacia adelante gracias a unos perros negros que creo eran doberman echados al lado de su dueño en la mesa de la calle de un bar me dí cuenta que iba por el camino correcto.
Con las Firenze Card en la mano llegué hasta el auto y preguntamos a un muchacho italiano hacia donde quedaba el camping. Su respuesta fue: Chu Chu Chu chu! ( señalando en una dirección) no sabemos muy bien que nos quiso decir pero subimos la empinada cuesta que nos llevó al Camping Michelangelo Plus, justo al lado de Piazzale Michelangelo, lugar en el que se convocan todas las tardes los turistas a ver atardecer desde esa cima donde se puede apreciar la belleza de la construcción florentina y los característicos puentes sobre el Arno.
Nos alojamos en la cabaña o tienda del camping que tiene una vista privilegiada sobre todo desde el mirador donde se encuentra el café -restaurante donde elegimos desayunar cada mañana con la vista panorámica y las deliciosas flores multicolores que enmarcaban el paisaje.
Esa tarde dejamos el auto y fuimos a contemplar el famoso atardecer desde Piazzale Michelangelo donde se encuentra una réplica gigante en bronce de el David de Miguel Angel. Fuimos bajando por un camino bien señalizado y apenas empezamos a bajar el cielo comenzó a tomar el color fuertemente rosado del atardecer y estabamos una vez mas dentro de una postal. Le pedimos a una pareja que estaba allí que nos tomara una foto. El era latinoamericano y fue muy simpático, nos contó que con la dama que lo acompañaba se habían conocido un par de días antes y allí andaban recorriendo la toscana. Finalmente bajamos sacando fotos sin parar y llegamos hasta la Piazza de la Signoría. Es la plaza mayor de Florencia y donde se encuentra la Fuente Manierista de Neptuno de Ammannati, la Loggia dei Lanzi y el Palazzo Vecchio (o Palazzo della Signoria) sede del Ayuntamiento. En la plaza se encuentran tres estatuas: Cosimo "el Viejo" a caballo, el Hércules y Caco y una reproducción del David de Miguel Ángel que está de guardia al Ayuntamiento junto a Hércules. Una verdadera maravilla artística. Entramos al Palazzo o Museo Bargello que está situado en una antigua prisión cercana a la Piazza della Signoria. Reúne una interesante colección de esculturas de todo tipo y estilos, con obras como el Baco de Miguel Ángel y el David de Donatello. Por cierto también es de destacar su arquitectura y la sala de mapas que no tiene desperdicio. Tal vez uno de los lugares menos cercano a los mas turísticos pero que nos sorprendió muy gratamente. Antes de salir miramos desde su balcon terraza la ciudad ya teñida por la oscuridad de la noche. Nos fuimos derecho al Ponte Vecchio
(en castellano, puente viejo) es el puente más conocido y antiguo de Florencia. De origen medieval, fue remodelado durante el Renacimiento, ya no hay tiendas de peleteros en su lugar se encuentran locales de joyeros desde las mas afamadas marcas hasta las mas sencillas. Fue el único puente que sobrevivió a los bombardeos nazis de la ciudad de Florencia en la Segunda Guerra Mundial, y actualmente es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad donde suele converger el turismo. El puente nos pareció pintoresco pero su verdadero encanto no está en la vista sino en caminarlo. Ya era tarde, decidimos tomar el bus para subir al camping. El único problema fue que lo esperamos en una parada equivocada. Cuando nos dimos cuenta alguien nos dijo que había pasado el último hacía unos cinco minutos. Cansados y hambriento subimos por un camino distinto, menos señalizado y mucho mas frondoso. Llegamos bien y comimos algo que quedaba en el bar que ya había cerrado la cocina.
Al día siguiente disfrutamos nuestro desayuno y tomamos el bus que nos llevó hasta la Galería de la Academia donde se exhibe el original del David de Miguel Angel, una escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura que representa a David antes de enfrentarse con Goliat. La escultura fue realizada entre 1501 y 1504 en los talleres de la Opera del Duomo. Al finalizar fue trasladada a las puertas delPonte Vecchio en la Piazza della Signoria. Para protegerla de los fenómenos meteorológicos fue trasladada a la Academia en 1873. Es la mas importante atracción del museo sin dudas pero caminando hacia la escultura se encuentran obras realmente extraordinarias del arte renacentista que se ven inevitablemente opacadas por él. Cuando uno avanza hacia el lugar donde se encuentra el David se pueden observar a los costados distintos trozos de mármol que fueran desechados por Miguel Angel a medio terminar por no estar conforme con los resultados. Ese camino que finaliza en un impactante y luminoso espacio con una cúpula que produce una emoción mezclada con admiración francamente indescriptible. Si algo se puede traducir de la imagen de la escultura es su ambición de perfección. Es imposible quitar la mirada de la obra y la propia mirada del David provoca un éxtasis muy particular.
Luego de disfrutar ese momento recorrimos una exposición permanente de instrumentos musicales antiguos que nos resultó muy interesante.
Al salir de la Academia nos fuimos caminando al Duomo, " Santa María dei Fiori". La Catedral de Florencia, con su enorme cúpula y su altísimo Campanile , determina la silueta de la ciudad. Ambos edificios están situados junto al Battistero en la Piazza del Duomo. Sabíamos que subiendo a la Cúpula se ve una panorámica privilegiada de Firenze pero como siempre hay que elegir y optamos por visitar otros lugares. Volvimos a pasar por el Ponte Vecchio de día y tomamos fotos con el río atrás de camino a la Galería Uffizi. Toda la fortuna de la familia de los Médicis se encuentra en este templo de la pintura. En la extensísima obra hay pintura desde el Gótico hasta el siglo XVIII. Es muy amena de recorrer porque está perfectamente ordenadas las salas y la forma del museo lo hace muy sencillo. Entre las obras mas importantes se pueden ver:
El Nacimiento de Venus (Sandro Botticelli, 1484), Adoración de los Magos (Leonardo da Vinci, 1481 - Obra inacabada), La Anunciación (Leonardo da Vinci) , Virgen del jilguero (Rafael, 1505), La Venus de Urbino (Tiziano, 1538).
Corriendo por las calles de Florencia nos fuimos al Palacio Piti que en la actualidad es el museo mas grande de la ciudad. Y por supuesto esta dividido en distintas galerías.
Madona del Gran Duke de Rafael |
La Galería Palatina: Este museo, que atraviesa los apartamentos reales, contiene obras de Rafael , Tiziano , Correggio, Rubens y Pietro da Cortona, Cuando pasamos por la Madona del Gran Duque de Rafael me sucedió algo muy extraño. Me quedé tildada mirándola sin poder quitar mis ojos de la Madona , como si de alguna manera me hubiese hipnotizado. Wally tuvo que insistir para recordarme que faltaba mucho por ver. Creo que jamás olvidaré esa obra. En este cuadro la Virgen María está representada en pie, con un vestido rojo y un manto azul mientras tiene en brazos al Niño Jesús sobre un fondo negro.
Los apartamentos reales: Éstos son un conjunto de catorce estancias, usadas formalmente por la familia Médicis y sus descendientes. En contraste con los grandes salones de la galería palatina, muchos de estos cuartos son pequeños e íntimos que, aunque lujosos y formales, están más acordes con las necesidades cotidianas.
La Galería de Arte Moderno donde se encuentra toda la historia del arte moderno italiano.
Museo de Porcelana, Galería de Trajes y Galería de Carruajes que lamentablemente no llegamos a ver completamente porque a esa altura ya estaba cerrando el palacio.
Ya atardeciendo caminamos un rato por las calles del casco histórico y temprano esta vez en bus subimos la cuesta al camping para darnos una ducha, preparar las valijas para el día siguiente que partiríamos a Venecia.
Esa noche, cenamos en el restaurante del camping con la privilegiada panorámica de la ciudad nocturna y a la luz de la velas compartimos unas buenas pastas regadas por el exquisito tinto de chianti llamado Ti Amo....que mas se podía pedir! Por cierto, brindamos por cada uno de ustedes, los seres que amamos con todo nuestro corazón!
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