jueves, septiembre 13, 2012

Erase una vez el futuro

La vida pasa tan rápido que en general no solemos darnos cuenta. Chocolate por la noticia me dirá el que comience a leer este post. Pero no creo que reflexionar sobre el paso del tiempo, ese que vuela cuando la pasamos bien y que se hace interminable cuando queremos salir de una situación, esté de mas. 
Suelo mirar la gente cuando viaja en el subte e imaginarme historias de vida que jamás puedo comprobar. Lo que si estoy segura es que nadie a ciencia cierta sabe que está transcurriendo su tiempo en este mundo a menos que sufra un ataque de pánico o se vuelva en una fracción de segundo profundamente existencialista. 
Pensar demasiado en la finitud de la vida que por definición es transitoria no es una conducta sana dicen los analistas. Pero olvidarse de ello al extremo de desperdiciar cada minuto en una vida de ordenada y rutinaria pulcritud es algo que tampoco suma.
La melancolía bien entendida , es decir aquella que no invade nuestra vida sino por un instante nuestro ser interior es una pincelada de inestimable valor pues señala que hemos vivido cosas tan buenas que merecen el placer de un momento como ese.
Pero la misma melancolía se transforma en una sucesión de tristezas y de ahí al abismo de la depresión hay un solo paso. Y lo del abismo es literal. Se necesitará un esfuerzo enorme y un montón de energía humana a nuestra disposición para volvernos al paso mal dado.
Y es posible que todo sea por la sencilla razón de no haber valorado cada segundo como si fuera el último. No quiero ser acusada de obviedades y mucho menos ,que quien lea esto, crea que es un modelo de nota de auto-ayuda ni mucho menos.
"Leemos en el Timeo de Platón que el tiempo es una imagen móvil de la eternidad, y ello es apenas un acorde que a ninguno distrae de la convicción de que la eternidad es una imagen hecha con sustancias de tiempo" dice Borges creo que en Historia de la Eternidad. Y me gusta aferrarme a esa idea. Sustancias de tiempo. Mías, que me pertenecen, con las que puedo hacer lo que me da la gana. Interpretando con todo respeto al genio.
Hoy tome la idea  que los tiempos son etapas que nos permiten crecer y superarnos. Aquellos que viven el tiempo como algo que se escurre entre las manos tal vez no pueda comprender mi idea. Hay un equilibrio que hace mas sabio a quienes pueden lograr transitarlo.
Lo que hoy es un mundo de sufrimiento y la oscuridad mas temida mañana ( o ayer) es la felicidad en persona. Y entonces me pregunto que es el tiempo sino una coordenada cuyo valor agregado es solo la emoción que decida sumarle. Y rescatar mi parte de sustancia. 
Lei por ahí que algunas veces queremos regresar al pasado, pero en el futuro querremos regresar más veces al presente. Y por cierto la vida suele convertirse en es desafortunada idea.
Alguno se preguntará porque estoy dando tanta vuelta para decir que el hoy es lo que mas importa. O mejor como lo dijo Machado "Hoy es siempre todavía". 
No solamente eso. Hoy es mi tiempo y en ese habitan los tiempos de la eternidad. Aunque por cierto también tengo la mejor respuesta
Ha pasado ya la media tarde de este día tan primaveral y yo espero que 
llegué alguien para compartir un mate, un hijo, un amiga, un marido, un hermano o un vecino. Es sin distinciones la cuestión y mientras tanto despunto un rato el vicio de escribir como un pasatiempo mas. En todo caso, es probable que haya pensado en la historia de como vive su tiempo mucha de la gente que conozco y de mi misma incluso. Eso si, como atesorarlo no este tema de hoy. Ni la receta mucho menos. Si pensas que existe una es bien recibido el comentario y juntos podemos seguir develando los inciertos caminos del tiempo. Sino un par de mates siempre curan todas las heridas. 

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