viernes, enero 14, 2011

Y llegaron los 50

recuerdo el día que nací pero cuando soplé diez velitas mi vida era desde que lo recuerdo muy especial. Amaba el jardín de mi abuela Ramona y su perro buqui. Ella hacía el te con limón mas rico del mundo. Mi abuela Luisa me llevaba a caminar por la calle principal de Valentin Alsina y me compraba regalos. Una tarde paró un descapotable super lujoso y se bajó un muchacho a saludarla. Todos nos miraban, él me dió un beso. Se llamaba Sandro y empezaba a ser conocido como cantante. Un día dejé el barrio del sur y luego de varias mudanzas llegué a la casa de la calle Patrón. Correteaba por las calles de Liniers en bici, corría carreras de 100 mts con mis largas y delgadas piernas y trepaba árboles en busca de ciruelas jugosas que manchaban la ropa eternamente. Mamá decía que cuando se iba el verano las manchas desaparecían y en la temporada siguiente reaparecerían intactas. Fuí muy feliz aquel verano! Había cambiado varias veces de barrio y de colegio. Me había vuelto una chica sociable y me era sencillo hacer nuevos amigos. De mañana al cole, de tarde al Instituto Vocacional de Arte donde la inolvidable Anatilde Calabrese daba clases de títeres y el genial Ariel Bufano nos enseñaba teatro entre otros docentes extraordinarios.

Cuando cumplí veinte años hacía un buen rato que me había vuelto rockera. Conocí a Walter y me enamoré a primera vista. En ese mismo instante en la calle Saraza supe que iba a ser el hombre mas importante de mi vida. Juntos soñamos un futuro en un mundo nuestro que fuimos construyendo cada día como quien pone un ladrillo tras otro. Lo presentí claramente. Los amigos nunca me faltaron, siempre se multiplicaban. A veces mi hermano Cali me llevaba a la cancha de Racing y a la vuelta comprabamos pizza en la 50 de Viel y Cobo. Papá ya estaba ciego. Wally y yo estabamos de novios y el principio de los ochenta eran aún oscuros. Con Julian y María del Carmen pasamos un verano imposible de olvidar en Mar del Plata creo que nunca dormíamos mas que de siete a diez de la noche. Era muy divertido ir con Walter y papá al casino. Me gustaba tomar un whisky sin hielo en algún balcon mirando el mar. Vinieron luego los días en la quinta de Maztwich y la unión de hermandad que hasta hoy selló en nuestros corazones un amor profundo y eterno.

Cuando cumplí 30 años, ya me había casado, tenía y dos hijos : Luciana Celeste y Juan Manuel. Iban a la escuela primaria y nos divertíamos mucho juntos. Papá se había ido al cielo, de pronto , sin anestesia. La vida era diferente de algún modo. Pero nunca perdí la costumbre de mirar al cielo. Desde niña seguia con atención los movimientos de las estrellas y del sol asociándolos con espacios y pronósticos climáticos. Aveces mas bajito ponía mis ojos en los árboles del parque Chacabuco, aquel donde cada fin de semana en la pasada adolescencia disfrutaba con mis amigos en las glorietas y sapitos. Fueron llegando los sobrinos y empezó a reiniciarse la historia familiar. Trajeron alegría y amor para repartir.

Al llegar los 40, me encontraron en una casa grande, con un nuevo integrante: Luis Alberto nuestro tercer hijo. Allí se realizaban grandes reuniones budistas. Yo hacía radio con Nëstos y con Wally. "Latidos del Corazón" en FM Patricios: Pasaba los fines de semana y parte del verano en el Club Daom con amigo entrañables como Nito y Alicia (amigos de la vida para siempre), Lili ( amiga , hermana querida), Cali, Jorge, Marta, Jorgito, Rosana, Daniel, Julio Horacio , Beco, Julia, entre tantos otros. Recorría Buenos Aire sy los suburbios con Juan Manuel que practicaba en la federación de Judo y de Futbol. Llegaron las primeras vacaciones en la 130 bis de Gesell con los chicos , mamá y Don Luis con Odi. Tiempos de Camping y amigos. Tiempos de ver crecer a los hijos. De descubrir con Néstor el inesperado mundo de la web día tras día sentados frente a una pc. Y apareció el inesperado sueño de Revolución Humana donde Wally, Eduardo, Julian, Tati, Matute, Pato y yo nos subimos a un sueño y fuimos enormemente felices en una etapa que será inborrable en nuestras vidas donde además reencontré a alguien que recordaba con gran afecto desde mi niñez y hoy es una gran amiga: Diana

Hoy están llegando los 50, la cuenta es regresiva....Mis hijos son grandes y maravillosos, mamá fue a visitar a papá y desde un lugar del universo nos observan mientras yo puedo sentirlos claramente en mi corazón. Debo decir que de todos modos, es muy dificil sentir que uno alguna vez fue niño cuando ya no están los padres en la tierra. Wally y yo formamos una pareja maravillosa, llevamos desde el domingo de fines del 70 en que me regalo un anillo y me pidió que saliera con él apenas 34 años. Y hubo tiempos difíciles, otros mas plácidos, algunos casi insalvables y otros de pasión irrefrenable. Aún hoy nos divertimos mucho juntos y eso es el puntal del amor que nos uno. Se me ocurre que el amor es divertirse y admirarse entre otras cosas. Y fundamentalmente saber escuchar y perdonar. La vida no me ha sido tan grata en estos últimos años. Ví de cerca la muerte de algunos seres amados. Perdí el norte cuando la salud me dió la espalda pero aprendí también a conocer la gratitud y el dolor en su medida mas extrema. He dicho muchas veces que aveces siento que estoy viva gracias al enorme corazón de Walter. Tengo tres hijos increíbles, generosos, merecedores de la felicidad mas absoluta. Algunos ya han elegido compañeros para la vida que se convierten en nuevos hijos a los que recibimos con los brazos abiertos. Según mi hermano Néstor en un poema que me escribió el año pasado tengo un millón de amigos. Y hay algo de cierto en ello. Me sorprende aún hoy que personas que no conozco rezaron por mi cuando no estaba bien. Es muy especial eso. Es muy loco, no se puede entender! Y entonces si algo traen los 50 es agradecimiento. Porque la vida en su promedio me dió y me quitó en su justa medida. Vi salir campeón a Racing en el 67 cuando mi papá me llevó a Avellaneda y me compro la tacita con la imagen del equipo de José, en el 89 de la super copa cuando pude abrazar a mi viejo y festejar con él , en el 2001 despues de mas de treinta años y mirar el partido junto con mi hija y abrazarnos de alegría a pesar de lo dificil que fueron aquellos días para los argentinos. Tuve padres y hermanos maravillosos. Mi abuela me enseñó a amar las plantas , la tierra, los jardines, el té de cedrón, y las polveras. Me llevó de viaje imaginario a Pamplona y a Guipuzcoa donde espero caminar alguna vez por la plaza del pueblo de donde eran oriundos los Irazusta. Mis hermanos me cuidaron como una muñeca ( poupeé). Cuando aún no caminaba me tiraban de un lado a otro de la cama grande y jugabamos los tres mientras me cuentan que mamá se asustaba muchísimo. Amé y soy amada. En mi cocina jamás falta el tomillo y los olores de mi infancia. Amo la Santa Rita y no creo que te quite nada. Sueño con caminar por las calles de Manhattan, comer pizza en Roma, ver el Mediterráneo y sentarme frente al Oráculo de Delfos. La vida me regaló otros papás: Odilia y Don Luis que me adoptaron hace muchos años y venían en combo: traían a Luis H y a Silvia a quienes quiero tanto. Soy feliz y a partir del viernes empezaré a vivir la mitad de mi vida: y lo que mas quisiera es poder seguir soñando con un mundo mejor, ver crecer a mis hijos tan sanos y de gran valor humano como hasta ahora, que la salud nos acompañe a todos y que la utopía me acompañe por la vida. No perder los resabios de mi infancia, ser capaz de asombrarme. Y no alejarme nunca mucho del mar donde puedo echar raices. ¿Será por eso que cada vez que cumplo años estoy cerca de él? Es posible. Es tal vez una señal. Amo el mar y la lluvia de verano, Me gustan los autos y viajar por rutas poco conocidas.Leer y pensar. Las carreras de TC y los jacarandaes en la primavera porteña. Puedo escuchar la mas diversa música: no depende del género sino de cuanto me conmueva. El atardecer es mi hora perfecta y siempre necesito ver el horizonte. Buenos Aires me mata igual que a Sabina pero puedo renacer cada día en ella de tanto que la amo. Y una vez mas declaro firmemente que igual que Serrat "Antes que nada soy partidaria de vivir". Hoy como tantas veces estoy cumpliendo años en la playa , en Las margaritas mi flor y mi lugar preferido de vacaciones, con gente que me recibe como la calidez de los viejos amigos. Con los seres que amo en presencia y en corazón. Gracias por estar cerca de mi a todos este día que cumplo mis cinco décadas con ustedes. Y sepan disculpar que este resumen es algo improvisado y seguramente hay muchas cosas y personas mas importantes en mi vida que no nombro porque la biografía la dejo para cuando cumpla los cien ;)




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