lunes, agosto 04, 2008

La casa de la calle Patron

"Todo concluye al fin , nada puede escapar
todo tiene un final, todo termina" (Vox dei)




El sábado por la tarde volvía con Luis de Liniers , lo había acompañado a comprar unas zapatillas, cuando se me ocurrió tomar un desvió de Rivadavia y pasar por la casa donde viví algun tiempo de mi niñez. En la calle Patrón ( omitiré mas datos por la prudencia a sus actuales habitantes si los hubiere) pasé una de las etapas mas hermosas de aquellos años. Aún tengo conmigo la foto que me sacaran disfrazada de "aragonesa" en la puerta sobre la reja del frente un día de carnaval. Asi como las cuadras que caminaba para llegar al colegio de la calle Larrazabal. Y cruzar la vía para llegar hasta Velez donde comencé a aprender a nadar. Pero si algo recuerdo de ese sitio sin dudas son dos acontecimientos. Un día de la madre que esperé ansiosamente simplemente porque vendría mi prima Cristina con mis tíos y juntas saldríamos a andar en bici. Le presentaría a mi amiga de enfrente y sería una tarde maravillosa. A la mañana , fui a la almacén de la esquina, con la vieja bolsa que se usaba en esos tiempos a comprar entre otras cosas una Coca Cola de litro que venía en envase de vidrio. Apenas volví, la apoyé en el piso (afortunadamente) de la cocina y la botella estalló en pedazos. Me corté el tobillo , puntos, vendas, corridas y por supuesto , ni bici ni paseo ni nada. El otro recuerdo también proviene de un domingo, también de primavera , casi verano. En el garage de adelanta que tenía la casa ensayaban "Los poetas", una grupo de musica rock beat que tenía mi hermano Cali ( voz y guitarra) , integrado por Gustavo, Roberto y Eduardo ( bajista, baterista y tecladista respectivamente) . Era muy divertido que vinieran, por otro lado yo era muy mimada por todos ellos. Recuerdo especialmente aquel día ver llegar a la mamá del baterista y sentarse en el jardín del fondo de casa a tomar una cerveza fría con mi mamá. Mi hermano Nestor que era el letrista de la banda me trajo de regalo un pato recién nacido. Lo había comprado en la estación de trenes. Yo decidí bautizarlo y así , pequeñito, abrí la canilla y lo puse abajo mientra cual sacerdote le daba bendiciones y le ponía el nombre que trato infructuosamente de recordar. El pobre animalito temblaba y fue rescatado de mis garras por mi madre que gracias al calor de una lámpara sobrevivió y creció hasta convertirse en un hermoso pato hecho y derecho que hasta se atrevía a llamar a la puerta del dormitorio de mi madre cuando remoloneaba a la mañana y no le servía la comida. De quien no se salvó fue de las garras de mi tio abuelo que cuando nos mudamos a un departamento lo convirtió en un manjar familiar. Por supuesto que pasaron muchos años hasta que me enteré de esa cruel verdad.
En aquel fondo con plantas y árboles había una escalera que llevaba a una terraza que no existía, era como un techo y desde allí trepabamos ( con mi amiga de enfrente que si recuerdo se llamaba Susi) al árbol de ciruelos del vecino que a través de la medianera se metía en nuestra casa. Y comíamos la fruta madura sentadas en sus ramas durante el verano. Aún hoy tengo la sensación de estar allí cuando muerdo una ciruela roja de esas que chorrean jugosas y manchan la ropa. Aún hoy parece que escucho a mi madre advertirme: "cuidado con la ciruela que la mancha no sale mas, se va con la estación y al regresar el tiempo de la cosecha vuelve a aparecer".
La via me llevó muy lejos, no volví por allí hasta hoy que pasaron treinta años largos y la sorpresa fue grande. La única casa que queda en toda la cuadra igual, intacta, es ella. Se llama "Josefina" y los vecinos linderos son altas construcciones modernas. La calle es ancha y asfaltada. SIn embargo, mientras le pedía a mi hijo que tomara la foto desde el celular un aroma muy especial vino a mi memoria, el de los buenos tiempos , esos en que el pasado y el futuro no existían y el presente era el sinónimo de la felicidad.

2 comentarios:

  1. Anónimo7:48 p.m.

    Tu Madre, bela y hermosa mujer que la vida me dio el privilegio de conocer, escuchar y matear, verla irse a trabajar, ya mayor pero re coqueta, te leo nombrarla y contar tus historias y me transporto a tus tiempos, que alegria, que belleza, Gracias bonita, por tan maravillosa forma de expresion...tkm Rosana

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  2. Lili , me hiciste emocionar...
    Será que tus recuerdos de la infancia hicieron aflorar los mios... o que ando muy sensible ultimamente , vaya uno a saber.
    Gracias por compartir tus vivencias ... te mando un beso !
    Javier..

    pd:El 7 u 8 de Setiembre te toco el timbre :)

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