Entre sushi y palitos

El sábado 15 de julio salimos con mi hija Luciana con ganas de cenar algun tipo de comida oriental. Elegimos la tierra japonesa y el resto Maki del barrio de Caballito. El lugar cuenta con un primer ambiente al mejor estilo living con cómodos sillones y una atractiva barra donde se tambien se puede cenar o tomar un trago acompañado por algun sushi. En el sector posterior, mas privado se puede cenar en un ámbito mas tradicional de un comedor. Excelentemente atendido por especialistas en recomendar la exquisita cocina oriental.
Elegimos un combo mix que contaba con : Makisushi, Roll, Niguiri y Sashimi.
A saber: el Makisushi son arrollados de arroz cubierto con algas, y un ingrediente en su interior.
El roll-Uramaki es otro arrollado de arroz cubierto con semillas de sesamo.
Niguiri es un bocaditos de arroz, cubierto de un ingrediente a elección. En nuesro caso fue salmon fresco y el Sashimi se refiere a deliciosos cortes de pescado fresco, acompañado de juliana de vegetales. Acompañado por el delicioso arroz blanco Gohan. Utilizamos mucha salsa de soja, y descubrimos que este condimento no es sabroso y disfrutable si no se lo adquiere de calidad. Lo había probado en otras oportunidades y nada se parecía a este. De vigorosa textura y sabor el Malbec Terrazas de Chandon regó nuestra mesa casi como una ceremonia religiosa. Y lo cierto es, que no nos animamos al sake. Por primera vez comí todo con palitos, no sin cierta dificultad. Sin embargo Luciana los maneja desde niña sin problema alguno de manera perfecta. De todos modos, valió la pena el desafío. No llegamos a los postres, y la deuda pendiente mas importantes es el helado de jengibre e incluso algún te especial.´Volveremos. Nos pasó a buscar Walter quien pudo degustar el último vasito del malbec y el cálido ambiente. La próxima seguramente será de la partida. Venía de comer un excelente asado en una parrilla del barrio de Mataderos que visitare en alguna oportunidad ya que me la recomendaba ampliamente. Entre oriente y occidente, allí estabamos, de la carne criolla al pescado y el arroz. Intercambiando sabores y sensaciones. Una bendición en este mundo tan cerrado e individualista aveces. Harigato
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