lunes, septiembre 19, 2005
Asado porteño.
17 de Septiembre. Se acerca la primavera. El día se presenta soleado y fresco. Al mediodía sin embargo, el sol hará sentir el final del invierno y su protagonismo. Walter decidió hacer un asado. Tiene ganas de hacerlo todos los sábados ( ojalá no pierda la intención). El invitado a este primero fue Tiko.
Amigo y manager de la banda de rock Madreselva, en la que mi hijo Juan toca el bajo. Con quien teníamos pendiente la charla acerca de las futuras giras que la misma hará en el interior y en la costa.
Y el invitado ocasional, mi hermano Nestor, que terminaba de comprar una camioneta express para un nuevo trabajo y venía a mostrarnosla y contarnos las novedades. Los sorprendió la invitación al quedarse a comer el asadito. Ademas del tradicional corte de tira, hubo pechito y bondiola de cerdo.
Algun chori y la negra morcilla. Mientras se hacía el fuego, tomamos un vinito y comimos unos bocaditos de espinaca que preparé para la espera. Luego , en la mesa, había alcauciles, una palta pisada y condimentada secretamente por Luciana ( mi hija mayor), ensalada mixta y brócoli con aceita de oliva. Aproveché para pedirle que cocinara un pollo para que quedara para la cena. El único detalle fue que quedó en la parrilla en la terraza y mientras nosotros hacíamos sobremesa , la gata de mi vecina se hizo un festín y nosotros nos quedamos sin cena. No era grave. El asado fue tan opíparo que no se cuando volveríamos a comer ( o al menos esa era la sensación).
De sobremesa, algun whisky, algunos tes de cedrón y una charla de la vida con cruces de opinión. De la vida, de la sociedad, de la política, del gobierno, de la marcha multisectorial del día anterior y como consecuencia de los sectores que se multiplican no justamente por volverse mas ricos.
Y si, extraño y absurdo pero común en esta Argentina, hablar de los necesitados en tal situación de saciedad. Pasaron por la charla Urquiza y su terrible parecido físico a mi hermano Nestor, quien contó que el general tuvo mas de trescientos hijos. Nos divertimos con la idea que fuera un chozno del entrerriano prolífico.
Hubo opiniones a favor y en contra de Sarmiento y de las marchas piqueteras. Hubo unánime dolor por el recuerdo de "La noche de los lápices". El primer en irse fue Luis ( mi hijo menor)
ya que lo esperaba la PC. Luego Juan que no le gusta mucho la cháchara. Cuando se fue el tío Nestor , Luciana abandonó la mesa y se reunío con los hermanos a ver pelis. Walter , Tiko y yo charlamos un buen rato del tema que nos había reunido. La luna , mas llena y mas temprano que de costumbre asomo en el cielo de Buenos Aires.
Así llegó a su fin, el asadito del sábado. Si se repite tendrán aquí su crónica. Mientras tanto , Guaicu esperá feliz el acontecimiento
y la gata de mi vecina ni les cuento!
Los vinos que acompañaron este asado fueron: Vasco Viejo ( Bodega Lopez) Hereford Malbec y Hereford Sirah
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