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miércoles, noviembre 25, 2015

Un largo día en Nápoles!

"Vedi Napoli e poi muori"

Esta frase se atribuye al escritor alemán Goethe que, después de un viaje a Nápoles, quería expresar de algún modo el espectáculo fue la ciudad en esa época. Eso después de haber visto Nápoles puede morir en paz ya no estarías perdiendo te nada....
Era la época del romanticismo en el que los intelectuales europeos viajaban en Italia. 

Hoja de Ruta a Pie 


Llegamos a Nápoles antes del mediodía una mañana realmente primaveral. Arribamos en tren desde Roma. Aconsejamos muy especialmente viajar en tren en cualquier lugar de Italia ya que su red nacional de ferrocarriles lo hace económico y cómodo. Los boletos se pueden adquirir con anticipación en el sitio web de TRENITALIA .
La estación central de Napoli nos recibió con un pianista haciendo un poco de música y alegrando nuestra llegada. Salimos del hall central y cruzamos hacia la impactante Piazza Garibaldi donde una estructura modernísima contrasta con los costados de una ciudad muy antigua. Allí se concentra y distribuye la gran parte del transporte público.
Nuestro hotel estaba a tres calles y de camino empezamos a notar la diferencia abismal entre lo que hasta ahora nos había ofrecido la bella Italia.
Llegamos enseguida al Cine Holiday Hotel cuya calle era muy pintoresca. Al lado una trattoria que adoptaríamos cada noche religiosamente.
El hotel es sencillo, temático, cada habitación tiene el nombre de un actor o una actriz destacada de la historia de la cinematogafía, sus pasillos, su decoración , todo es muy peculiar.
Está atendido por sus dueños , una familia amorosa y servicial. No falta nada para que sea perfecto dentro de su sencillez. Los desayunos eran muy completos y con sólo salir al pequeño balcón la vista y todos los sentidos nos hacían sentir pertenecia.
Nos alojamos y salimos a caminar de acuerdo al trayecto que habíamos programado en una hoja de ruta para aprovechar cada minuto de la ciudad.
Yo estaba ansiosa por llegar al famoso centro histórico y a Spaccanapoli y a unos diez minutos del hotel caminando la encontramos. Aquella via rectilínea  , una de las tres calles principales de la época griega que atravesaban la ciudad fue realmente importante recién en la Edad Media por albergar conventos, órdenes religiosas y hombres poderosos.
Su significado es "parte o rompe Napoli" es decir la divide en norte y sur.
Es aquí donde late el corazón de la ciudad: las callejuelas, los talleres de los artesanos, las innumerables maravillas artísticas que aparecen inesperadamente en las esquinas junto a las  las voces de los napolitanos.
Mientras nos perdemos por sus recónditos espacios y cada tanto un scooter nos pasa finito a toda velocidad la sensación de estar en una comedia italiana grotesca es inevitable. Calles de paredes derruidas y sucias llenas de humedad que se vuelven deliciosas con algún balcón en flor ( o sin ella increiblemente!!)
 Un viaje en el tiempo que parece haber detenido sus fauces veloces para felicidad de quien allí pueda hacer un alto y comer una sfogliattella que chorrea una mistura perfecta de crema pastelera y placer. 
En un momento buscamos el cruce con la famosa "Via San Gregorio Armeno" donde un interminable camino de tiendas de souvenirs, objetos extraños, artesanías, comida, enormes figuras de gente que los napolitanos aman entrañablemente, ferozmente, apasionadamente....porque ellos aman así. Maradona, San Gennaro, el Papa Francisco, Lavezzi, Modugno, y tantos otros nos miran desde todos los costados y en todos los tamaños....
La dimensión solo se siente cuando se lo descubre....nada imaginado alcanza.
Continuamos caminando hasta la Via Toledo donde ingresamos al barrio español o quartieri spagnoli (barrios españoles) donde puede observarse la influencia en la arquitectura pero con la esencia de la ciudad de Nápoles, que es la mas poblada del sur de Italia y no es necesario buscar una estádistica , estando en ella se nota claramente. 
Visitamos la Catedral o Duomo de Napoles que tenía una nave en restauración pero que es realmente hermosa. Se cree que en la antiguedad se situaba allí el Templo del Dios Apolo. La primera catedral fue construida allí en el siglo IV y alberga el baptisterio mas antiguo de Occidente. La actual catedral fue terminada en 1314. 
La capilla del tesoro, de estilo barroco, posee la estatua de plata del busto de san Gennaro (que guarda la cabeza del santo) y otras 51 estatuas de plata. El tesoro está formado por varias donaciones de ricos devotos, entre los cuales sobresale la mitra de plata con piedras preciosas donada por Matteo Treglia; debido a su grandiosidad (según un equipo de expertos, con sus 21 000 joyas

es hasta más rico del Tesoro de la Corona británica y de los zares de Rusia), sus elementos están custodiados no solo en la capilla, sino también en el Museo del Tesoro di San Gennaro y en una cámara de seguridad del Banco de Nápoles.


Visitamos la cripta donde descansa el santo que es realmente un lugar muy especial. 
Entender la devoción por San Gennaro para alguien que llega es muy difícil porque es mas que una fe, una devoción, es un amor entrañable por el santo que impregna su esencia en cada rincón de la zona. Y realmente su presencia en la estatua es impactante.
Para que se den una idea en la capilla, se encuentran cápsulas que contienen la sangre del santo. Todos los 19 de septiembre, aniversario de la muerte del santo, la sangre se licúa, milagro que atrae miles de fieles anualmente. Tras la licuación de la sangre tiene lugar la procesión por las calles de Nápoles, en la que se portan las cápsulas que contienen la sangre del santo en un hermoso relicario de plata. También el busto de plata de san Genaro acompaña a las cápsulas durante la procesión. 

Salimos de allí y un grupo de niños italianos jugaba el "calcio" y por supuesto no faltaba la camiseta del Napole en un niño con el número 22 en su espalda.
De camino compramos una hermosa remera celeste ( no podia ser de otra manera) para nuestro nieto que rezaba "Mia mamma me ha fatto molto bello" y seguimos nuestra hoja de ruta.
Desde allí caminamos hasta una estación central de funicular "Vomero" subiendo por calles angostas y muy empinadas con la idea de subir hacia alguna de las opciones de miradores panorámicos de la ciudad. Ya sea hacia el Vesubio o hacia el mar. Calculamos llegar a tiempo a la que ofrece la Cartuja y Museo de San Martino que está abierto al público todos los días menos los miercoles de 8.30 a 19.30 hs ( la boleteria cierra una hora antes). Hay que subir en un funicular de Montesanto o Funicular di Chiaia, también hay un autobus el V1 que sale de Piazzale San Martino. 
Todo estaba calculado y llegamos con la lengua afuera al lugar y subimos al primer funicular que llegó. No se si fue el cansancio, o la distracción que genera todo lo que uno ve alrededor pero una hora después y viendo como se sucedían las paradas del mismo cada vez en barriadas mas humildes; y viendo que únicos que no eramos trabajadores napolitanos regresando a su hogar al final del día eramos nosotros con cámara y filmadoras en mano preguntamos hasta donde llegaba......Quedaba una parada mas. Habíamos visto desde arriba miles de casas sobre la montaña y visitado la entraña misma de la sociedad trabajadora pero ni por casualidad estabamos cerca de ningún mirador ni mucho menos museo. En la última estación volvimos a tomarlo de regreso, nos reímos muchísimo!! la locura de Nápoles nos había hecho su jugarreta. 
Al bajar notamos claramente el error, el funicular que salía era el otro. 
Volvimos hacia el barrio español bajando ya mientras anochecía y la zona se poblaba de bares y jóvenes. Tomamos el metro que nos devolvió a Piazza Garibaldi porque ya llevábamos largas horas caminando y ese día habíamos partido de Roma por la mañana. 
Me gustaría decir que contrariamente a lo que nos advirtieron o hemos leido en internet nosotros no tuvimos ni vimos ningún episodio de inseguridad en lo mas mínimo incluso habiendo salido de las zonas turísticas.
El peligro real en Nápoles es que no te pase por encima una moto o dos o tres....en sus angostas callejuelas!!
Cuando llegamos al hotel cenamos en el restaurante vecino. "La brace di Pinto" una Pizza Margarita, cerveza fresca y en la mesita sobre la vereda angosta con el mantel a cuadros y un camariere muy divertido. A dormir profundo no sin anter la tarea de cada noche casi religiosa de bajar datos y conectar cargadores para el día siguiente.


Nota: La Piazza del Plesbicito, La Galería Umberto I, los castillos que se encuentran en la misma zona los hemos visto en nuestro viaje anterior por lo cual si bien anduvimos por la zona no reiteraré relato del tema. Si gustan saber acerca de ellos les invito a leer la crónica de nuestro paso por Nápoles en 2012 en el siguiente vínculo: Pompeya en busca de la ciudad perdida


Hotel Cineholiday***  
Hotel de 3 estrellas
website: www.cineholiday.it
Dirección: Via Silvio Spaventa, 18, 80100 Napoli, Italia

Teléfono:+39 081 554 4265

La Brace di Pinto Via Silvio Spaventa, 14,
80142 Napoli,Italia
+39 081 261526