«En ocasiones, un gran placer o un dolor, obnubila alguna de nuestras facultades, y entonces el alma se concentra en sí misma y no obedece a ninguna otra potencia, lo que contradice el pensamiento de aquellos que sostienen que tenemos dos almas, una al lado de la otra. Es por eso que cuando se ve o se escucha algo que es muy importante para el alma, el hombre ni siquiera es consciente del tiempo que transcurre, pues una cosa es la que esta atendiendo con sus sentidos y otra la que atañe a la integridad del alma, permaneciendo ésta en completa libertad, mientras que la conciencia se encuentra atada. »
DANTE ALIGHIERI LA DIVINA COMEDIA
En Agosto del año 2006 escribí en este mismo blog una nota de color sobre el Palacio Barolo. Dicha cuestión está claramente fundamentada en el artículo que menciono. Pero hay entre el Barolo y yo algo mas íntimo, mas personal que hace que lo admire profundamente. Allí llegué por primera vez siendo una niña alrededor de los diez años de la mano de mi padre que visitaba a una oficina del edificio. No recuerdo el piso ni siquiera la vista para tener una idea en que piso estaba. Si puedo ver claramente mis pasos con la sensación de entrar a un palacio. Y seguramente fue la intención de mi padre distraerme para que no me aburriera mientras caminaba con él los alrededores de la Plaza de Mayo mientras lo acompañaba a realizar trámites. Así también de su mano conocí la balanza antigua de la estación Perú de la linea A de subte, el placer de darle de comer a las palomas en Plaza de Mayo, las mesas del Tortoni y de La Puerto Rico, y tantas otras cosas que quedaron grabadas en mi vida.
Lo cierto es que siempre recordé al Barolo y cuando tuve una oportunidad de visitarlo con mi hijo que empezaba recién su secundario lo hice. No había visitas guiadas, no había permiso de ingreso por portación de cara y la excusa fue pedirle al encargado el permiso porque mi hijo tenía que hacer un trabajo práctico para el colegio. El resulta de esto pueden leerlo en:
Algo mas que el Pasaje Barolo
Una vez mas la vida me acerca al emblemático edificio de Buenos Aires, esta vez para realizar la visita guiada nocturna que propone la gente de Palacio Barolo Tours. Una noche de recorrida en el místico palacio inspirado en La Divina Comedia de Dante Alighieri, nada mas y nada menos, una conjugación de joyas: arquitectura, arte e historia. Lo mas tentador de la propuesta es que podemos deleitarnos con unas vistas panorámicas de Buenos Aires realmente únicas que nos proporciona el alcanzar el piso 22 donde se encuentra el faro aún funcionando. Allí fuimos con un grupo de amigos para convertirnos en turistas de nuestra propia ciudad (manía de los que producimos este blog!)
La visita comienza en el hall central con Tomás que nos acompaña a esta mezcla de turistas y porteños en una edición bilingue a comprender todos los misterios del lugar. Allí nos enteramos que Luis Barolo un progresista y poderoso productor agropecuario que llegó a la Argentina a fines del siglo XIX conocío al Arquitecto Mario Palanti en los festejos del Primer Centenario de la Revolución de Mayo a quien contrató para realizar un edificio que tenia en mente. Las guerras en Europa hacían presagiar a Barolo que toda Europa sería destruida y las cenizas del gran Dante Alighieri deberían ser preservadas para lo cual imaginó el edificio y comenzó su construcción.
En 1919 comenzó la edificación del palacio que se convirtió en el más alto de latinoamérica, y en uno de los más altos del mundo en hormigón armado.
Con un total de 24 plantas (22 pisos y 2 subsuelos) y 100 metros de altura. Hasta el punto más alto de la cúpula mide 90 metros, llegando a los 100 con un gran faro giratorio de 300.000 bujías que lo hacia visible desde Uruguay. Desde un inicio el Palacio provocó cierta perplejidad., se habló de estilo “remordimiento italiano”, gótico romántico, castillo de arena, o cuasi gótico veneciano.
La construcción finalizó en 1923 siendo bendecida el 7 de julio por el nuncio apostólico Monseñor Giovanni Beda Cardinali..
Arq. Palanti también era un estudioso de la Divina Comedia, y llenó el palacio con referencias a ella.
La planta del edificio está construida en base a la sección áurea y al número de oro.
La división general del palacio y de la Divina Comedia es en tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo. Las nueve bóvedas de acceso representan los nueve pasos de iniciación y las nueve jerarquías infernales; el faro representaba los nueve coros angelicales. Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur que se ve alineada con el eje del Barolo en los primeros días de junio a las 19:45 horas. La altura del edificio es de 100 metros y 100 son los cantos de la obra de Dante; tiene 22 pisos, tantos como estrofas los versos de la Divina Comedia.
en la fecha del aniversario del poeta.
El arquitecto Carlos Hilger detalla las similitudes del edificio con al obra del Dante, “La divina Comedia”:
“La distribución del edificio está basada en la métrica de la Divina Comedia del Dante. En arquitectura esto se conoce como un Danteun.
El edificio se divide en dos bloques, con 11 oficinas por bloque en cada uno de los niveles. El número restante, el 22, responde a la métrica utilizada por Dante en los 100 cantos.
Entre las tres divisiones de la Divina Comedia, Infierno, Purgatorio y Paraíso, que sita Borges en su obra “Nueve ensayos dantescos”, se cumple la relación pitagórica que determina el número Pi (3,14); dicha relación se da en la división original del acceso mediante los ascensores.
En el pasaje central, el palacio cuenta con 9 bóvedas de acceso que representan al infierno: para Dante, este no era un fin teológico, sino el punto de partida en las etapas de iniciación emprendidas para la llegada del paraíso.
Las 9 bóvedas se dividen, desde el centro, de la siguiente manera: tres hacia la Avda. de Mayo, tres hacia Hipólito Yrigoyen, la bóveda central se extiende hacia la cúpula, y las que contienen las escaleras hacia los laterales.
La bóveda central se encuentra sobre un punto de bronce en la que se ubicaba, originalmente, una estatua de un cóndor con el cuerpo del Dante elevándolo al paraíso.
Los pisos superiores y la cúpula simbolizan los siete niveles del purgatorio.
La cúpula está inspirada en un templo Hindú dedicado al amor, y es el emblema de la realización de la unión del Dante con su amada Beatrice.
El lenguaje arquitectónico del edificio es difícil de inscribir en un estilo o escuela precisa.Calificado por el autor como un “rascacielo latino”, el Barolo es representativo de una actitud arquitectónica impregnada de prefiguraciones oníricas, de gestos únicos y ideales heroicos, dentro del espíritu del “resurgimiento”.
El Barolo es también un buen ejemplo de las aspiraciones para abrir el camino a una arquitectura nueva,
superada de las tensiones a las que había llegado el eclecticismo historicista. Desde el punto de vista urbanístico, es una pieza unica que demuestra la posibilidad de aunar creatividad y respeto por el entorno. Y ya a una escala regional, con su casi gemelo, el Palacio Salvo de Montevideo, un monumento mistificador de la civilización rioplatense en su apogeo. Para quienes les interesa le recomiendo un interesante artículo sobre el Salvo en
http://www.conlacamara.com/2009/02/el-palacio-salvo-simbolo-de-montevideo.html de un amigo fotógrafo y cronista de Montevideo.
Viajamos en ascensores circulares mientras el guía nos cuenta detalles a cada paso. Luego vendrá las escaleras que nos llevan hacia los pisos superiores. Llegamos primero a un sector circular de pequeños balcones con una vista espectacular hacia todos los puntos cardinales. Mientras un grupo se deleita en los miradores otro acompañado por el guía sube hasta el piso 22 donde se encuentra propiamente el faro y en una escena cinematográfica se pone en funcionamiento ante nuestro ojos iluminando en su girar la noche de Buenos Aires que desde allí brilla con la justicia de ser la Reina del Plata. Es un momento realmente grandioso que permite percibir la enorme intencion de quien lo soñó y lo realizó. Son esas obras que hacen a los hombres transcendentes.
Al final bajamos unos pisos y la yapa nos espera en una oficina que se encuentra igual a la época en que se creó, allí la gente de Palacio Barolo Tours trabaja en medio de antiguas máquinas de escribir, lámparas del faro del siglo pasado, fotos familiares y una exquisita degustación de un premiado vino del Valle de Uco , Mendoza, elaborado por la Bodega Finca Los Mazza con algunas delicatessen. El vino lleva la etiqueta del Palacio Barolo y es un hermoso recuerdo que se puede llevar a un precio accesible.
Brindamos, agradecimos a Tomas Tharigen por su hospitalidad y su cálida guia. Propios y ajenos habíamos transitado un tramo de la historia de Buenos Aires, de los tiempos donde todo era mirar al progreso. Para porteños una manera de ser turista en nuestra ciudad. Para turistas una manera de acercarse al espíritu de la Buenos Aires de principios de siglo XX . Quien sabe...a la manera de Medianoche en Paris...uno salga caminando del Barolo y se encuentre en alguna de las calles cercanas y empedradas a los guapos del 900, hombres y mujeres que nos inviten a conocer la magia y el misterio de aquella Buenos Aires porque sea cierto o no todo tiempo pasado parece ser mejor.
Muchas gracias a Palacio Barolo Tours por la invitación y a Tomás Tharigen por ser un gran anfitrión del lugar
Mas información sobre días, horarios y precios:
www.palaciobarolotours.com.ar
Palacio Barolo Tours - Av de Mayo 1370 9° Esc. 249/52 - (54 11) 4381 1885 - (54 11) 4383 1065