lunes, septiembre 14, 2015

Necrópolis Vaticana: un encuentro arqueológico de historia y religión.


Acuérdate de mantener en los momentos difíciles
un espíritu sereno,
e igualmente en los felices,
preservado de la insolente alegría, oh mortal Delio,
sea que hayas vivido triste en todo momento,
sea que hayas vivido feliz
recostado en una lejana pradera los días de fiesta
con la clase más selecta de tu Falerno.
¿Con qué fin el enorme pino y el blanco chopo
gustan de unir la hospitalaria sombra de sus ramas?
¿Por qué la fugaz agua se afana en brincar
por el tortuoso río?
Manda traer aquí vinos y perfumes y rosas,
flores demasiado efímeras,
mientras que tu situación y tu edad
y el hilo funesto de las tres Parcas lo permiten.
Dejarás los bosques comprados, y la casa,
y la granja que el amarillento Tíber baña;
dejarás, y las poseerá tu heredero,las riquezas acumuladas.
Si rico, descendiente del antiguo Inaco,
o pobre y nacido de ínfima condición, a la intemperie,
nada importa;
morirás, víctima del Orco que de nada se apiada.
Todos estamos constreñidos a lo mismo:
se agita la suerte de cada uno
que, tarde o temprano, saldrá de la urna
y nos colocará en la barca hacia el eterno exilio.
Horacio, Odas ( Oda III, libro II) 

En el 2012 cuando visitamos Roma a pesar de haber gestionado la visita a la Necrópolis Vaticana no logramos visitarla.
En esta oportunidad enviamos el email a la oficina de excavaciones nuevamente con mucha mas antelación y afortunadamente lo logramos ya que la entrada es muy restringida.
Debajo de lo que hoy es la colosal Basílica de San Pedro sobre esa zona periférica de la Roma antigua al otro lado del Tiber hace 2000 años había un cementerio a cielo abierto en el que primero paganos y luego cristianos enterraban a sus muertos. Incluso juntos durante parte de un mismo período de tiempo.

Las excavaciones comenzaron en 1940 por pedido del Papa Pio XII quien deseaba establecer la autenticidad de la tumba de San Pedro.

Allí los arqueólogos que trabajan para las excavaciones vaticanas a través de su conocimiento científico pudieron ofrecer al Vaticano una serie de pruebas: Dentro de la tumba, los arqueólogos encontraron un pequeño osario con inscripciones en griego, interpretadas como "Pedro está aquí", lo que les dio la confianza de que ese era el lugar. Pío XII hizo el anuncio oficial, por radio, en el Año Santo de 1950.


El afortunado hallazgo de algunos huesos de un hombre de 60-70 años, envuelto en una preciosa tela púrpura tejida con hilos de oro, y la confianza del lugar, dieron a Pablo VI la creencia con toda probabilidad, de que eran los restos del cuerpo de San Pedro y si bien las conclusiones no ha sido totalmente concluyentes las pruebas obtenidas y una suma de indicios la Iglesia decidió aceptar que sus restos son los que se pueden observar en esta visita a través de una pequeña abertura en su tumba.



Si bien es cierto que esta visita es impactante y de mucho valor emocional para quién profesa la fe cristiana también es cierto que para el resto un lugar muy interesante en principio se observan las tumbas paganas y se conocen las costumbres con la que otrora se ofrendaba a los muertos. Sorprende las construcciones hoy bajo tierra pero en aquella época al exterior a modo de terraza en la que las personas visitaban a sus seres queridos y realizaban banquetes en su honor de alguna manera haciéndolos participe yendo a comer a su lado. Se puede observar también la magnificencia de alguna de ellas lo cual indica el poder de una familias.


La guía con la que atravesamos pasillos angostos, paredes con antiguas decoraciones trató de hacernos imaginar todo ese lugar a cielo abierto hace 2000 años y logra un clima altamente emocional. En un momento nos pide que nos detengamos y que miremos hacia arriba , no sorprenden los pies de quienes están caminando alrededor tela tumba del apóstol dentro de la propia basílica. En un momento particularmente fascinante porque llevábamos casi media hora caminando bajo tierra y habíamos perdido la noción de la ubicación.



Por último visitamos la pequeña capilla pero bellísima en la que suele el papa recibir personalidades importantes y las grutas donde se encuentran los restos de muchos papas cuya intención era descansar cerca de San Pedro.
Para finalizar se ingresa a la Basílica de San Pedro sin sus infinitas filas por ello es altamente aconsejable que quien desee realizar esta visita lo haga reservando con bastante antelación y aprovechando para ver la basílica sin sus interminables filas.
La visita a la Necrópolis es de pago y cuesta 13 euros por persona. Se abona a través de la web directamente desde un vínculo que la oficina de excavaciones envía por email cuando otorga la visita. Ningún tour realiza esta visita ya que se gestiona en forma personal. Se debe enviar un email desde la página Sitio oficial de Excavaciones Vaticanas enviando nombre y apellido, teléfono, email, fechas en la que estarás en Roma y número de participantes. La oficina responde por ya sea con la fecha, el horario y la forma de abonar la visita o negativamente si no hay lugar para esos días.
La visita es guiada y hay en varios idiomas y dura aproximadamente una hora y media.



Es realmente recomendable e interesante. La sola idea de caminar por el cementerio de la antigua Roma es fascinante.
Esta totalmente prohibido tomar fotografías e ingresar con cámaras o celulares. Por lo cual las fotos que hay en este post son tomadas del sitio oficial de Excavaciones Vaticanas.
Se ingresa por la calle lateral izquierda de la Piazza San Pedro detras de las columnatas de Bernini y se atraviesan varios controles de seguridad.
Para nosotros fue algo que se grabó en nuestra vida muy especialmente. Cuando salimos nos sentimos muy emocionados y no por una cuestión religiosa sino por haber estado dentro de la historia de la humanidad casi como en un documental de esos que amamos ver en la televisión.
Roma es realmente un lugar donde el asombro es tan potencialmente tan infinito como el agua que vierten sus fuentes milenarias.

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