lunes, junio 27, 2011

Domingo de invierno en la ciudad.

Pocas cosas huelen mejor en una noche con bajìsima temperatura en Buenos Aires que el olor al buen café. Domingo por la tarde casi noche, atravesamos la puerta para ingresar al Velma Café de la calle Gorriti al 5500 para ver una obra de teatro. De no ser porque llegamos sobre el comienzo ( una elegante manera de decir con la obra empezada hacía pocos minutos me hubiera dirigido directamente hacia el sector de bar. El espectáculo se llama "Zeide Shike" , algo sobre tu abuelo. Es un relato musical a cargo de Diego Lichtensztein. De acuerdo a su propia descripción diré que lo que me llevó a verla:
" Corría el año 1924 y Shike, con solo 17 años, fue puesto por sus padres en un barco que lo llevaría desde su Rusia natal hasta Nueva York, donde lo esperaba su hermano mayor.
Estaba escapando del servicio militar, en una Europa que ya conocía de guerras pero que aun no vislumbraba el holocausto que vendría.
El cierre repentino de las fronteras de los EEUU, hizo que el destino anclara a Shike en Buenos Aires, solo, sin idioma, sin familia,… como tantos otros.
En Buenos Aires hizo su vida, se casó, tuvo cuatro hijos, doce nietos. Pero nunca pudo olvidar su Rusia natal, sus padres, sus hermanas, sus paisajes, sus olores.
 Una historia como tantas otras, que mezcla la nostalgia, el humor, la familia,,,,una historia como la tuya"
Yo voy a contarles lo que me pasó. Apenas nos sentamos y por supuesto pedimos un café y una lágrima ,para ser mas precisos, ,la voz de Diego que interpretaba con su voz la historia de su abuelo me impactó. Y compañado musicalmente por el gran arreglador Norberto Vogel en  piano, acordeón  y Oscar Kreimer en Saxo y Clarinete captaron toda mi atención. Fueron rodeando la historia en la que con distintos ritmos musicales y en un momento me dí cuenta que aunque no hubiese tenido un abuelo que hablara Irish, ni provenir de una familia judia, su historia me era cercana. Tal vez como he leído en la primera hoja de una edición de "Por quien doblan las campanas" del maestro del "concept" ingles John Donne:  "Nadie es una isla completo en si mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia;
la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.". Tal vez por eso....lo cierto es que entre tangos, áreas, música típica judía de la que no conozco como para titular , boleros y la voz de la talentosa Divina Gloria como la esposa del abuelo Shike eclipsaron mi corazón. Pasé de la risa al llanto casi sin anestesia. La sorpresa captó mis sensaciones y la calidez del espectáculo me hizo feliz. El final me encontró aplaudiendo por enèsima vez la actuación y la historia que tal vez hubiese querido que se extendiera en un poco mas de tiempo. Domingo a la noche, feliz saliendo del Velma Café con Wally y comentando las impresiones. Altamente recomendable. Una magnifica dirección de Perla Laske. Y la sensación de amar mucho esta ciudad cosmopolita que tanto nos ofrece a cada instante.
Subimos al auto con el corazón abrigado y partimos con destino hacia Puerto Madero donde cenaríamos invitados a descubrir noche lunar de Moon. Cocina Contemporánea a cargo del Chef  Fabian Tafel .
De camino mientras la insoportable voz recalculaba en un mapa jugamos a enloquecerla, y como dos chicos nos divertimos yendo y viniendo por las calles del bajo. De camino tomé unas fotos a la Casa Rosada iluminada y a la fuente con aguas danzantes con los colores patrios que se observa desde su orientación  norte. Unos minutos después entrábamos al restaurante donde comimos pastas y acompañamos con tinto de la Bodega Nieto Senetiner. Me quedé con las ganas de un postre que rezaba en la carta: "Mousse de Maracuya con merengue crocante y chips de frutas" . Un lugar con una iluminación casi perfecta con una lograda intención conceptual. El minimalismo en su mejor expresión. La temperatura ideal para una noche tan fría y la atención excelente. Y la idea de que en otra estación del año la terraza que sugiere al exterior es casi el lugar perfecto para sentirse alejado en medio de la gran ciudad.
Que podía faltar para volver a casa! Si...elegí otro crocante. El Milka relleno de castañas de cajú bañadas en caramelo. No hace falta que les cuente mas. El invierno que tanto me desagrada se puede disfrutar también a su manera.


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