domingo, junio 17, 2007
Los papas de Judo
Y la excusa del show fue ideal para juntarnos a cenar con los viejos amigos del club Daom . Nos encontramos todos en el show de Masas Lunáticas . Alicia, Nito, Cali, Lili , Jose, Dorita, Jorge, Marta , Beco, Julia, Jorgito, Wally y yo. Todos menos Beco y sra que tenían otro compromiso y Jorgito que también rumbeó para otros lados nos fuimos a cenar a El tio Araldo, en la esquina de Estados Unidos y Castro. Una parrilla clásica y tradicional del barrio de Boedo que ya habíamos visitado Walter y yo un par de semanas antes con Julian y Mari y nos había gustado mucho.
Un ambiente tranquilo y comodo donde charlar y degustar buena comida. Yo elegí el vino que fue el Malbec de San Telmo que tuvo buena aceptación incluso de Lili que es muy afecta a los blancos dulces. Fue una noche muy divertida. Hacía rato que no lloraba de risa de esa forma y puntualmente no era solo las anecdotas sino la situación en general. Nos sentamos a la usanza del club los nenes con los nenes y las nenas con las nenas. Disfrutamos el reencuentro realmente y decidimos que se repetirá cada tanto. Lili le ordenaba a Cali que debía comer y él por supuesto pedía lo que se le daba la gana. José mostro su caballerosidad habitual haciendonos probar cada cosa y pidiendo al final un Chandon para brindar. Nito no necesitó pedir que comieran los chicos primero y Cali por suerte estuvo lejos de la parrilla. La pelada de Jorge estaba lustrada para la ocasión. No falto la broma de Marta diciendo porque no pediamos parrillada ( ellos habitualmente siguen comiendo en el club cada fin de semana) . Los postres fueron excesivos pero riquísimos. Todo estuvo bueno. Hasta que tardar un poco la comida porque nos permitió charlar hasta morir. La atención del lugar fue excelente y la propina que dejamos estuvo a la altura de las circunstancias. El muy lindo reencontrarse con amigos. No recuerdo estar con todos ellos desde que no voy a torneos de Judo. Cuando me acosté esa noche paso por mi cabeza cada momento que compartimos cuando todos teníamos hijos pequeños que subian a los tatamis a enfrentarse con la vida desde un lugar privilegiado. Allí, junto a su sensei moldearon su cuerpo y su corazón para ser hoy todos jóvenes integros con los altibajos que cualquier individuo de esta generación puede tener viviendo en la Argentina. Y de esa epoca nos quedan recuerdos y amigos y la promesa que este año los visitaremos mas seguido por el club para revivir los viejos tiempos en vivo y en directo.
Mas fotos en http://picasaweb.google.es/lilitarantino
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