miércoles, marzo 28, 2012

El boleto capicúa

Gentileza de
http://jupacolectivos.blogspot.com.ar
Cuando estaba en  la secundaria en el turno tarde llegaba desde el barrio de Parque Chacabuco donde vivía hasta la esquina de las avenidas Entre Ríos e Independencia con el colectivo 139. Unos años después dejo de existir aunque no recuerdo cuando. Pero lo que jamás olvidaré era que a las seis en punto cuando salía del colegio a pocos pasos subía como podía y viajaba una o dos paradas "colgada" del soporte de la puerta con apenas la punta del pié apoyada en el primer escalón. No era para mi un problema ni resultaba de ello un nivel de stress que notara. Es posible que la razón fueran mis catorce o quince años  pero lo cierto es que ni siquiera me lo planteaba. No notaba los riesgos y era hasta divertido. Tengo claras visiones de aquellos tiempos. Unos enormes teléfonos públicos grises a través de los cuales ( si funcionaban) con un par de monedas podía llamar a mi madre para avisarle que llegaría tarde. Los bares de la esquina ( Tijuana y  Bar Julio) uno de ellos devenido en Blockbuster. La cuadras que me llevaban a la Plaza Congreso. Los tarjeteros que eran chicos "facheros" invitandonos al boliche bailable. Y los boletos capicúa. Por las dudas mi lector sea muy jóven diré que la palabra significa un número que de adelante para atrás o viceversa pueda leerse igual. Ej 54845 Ese es un número capicúa. Y el boleto llevaba una numeración de cinco cifras que el chófer cortaba y entregaba a cambio del pago correspondiente fuese en billete o en moneda. También recuerdo que el chófer y los pasajeros fumabamos sin problemas. Lo curioso es que en las condiciones descriptas no había en el aires fastidio ni malhumor. Excepcionalmente alguna señora mayor empujaba un poco para "conseguir " el asiento o hablaba en voz alta lo cual implícitamente se permitía porque era "era cosa de vieja". Todo esto que les cuentoes  simplemente para decirles que entre las hojas de un libro comprado en los años 70, impecable estaba allí un boleto capicúa. Y como "aquellas pequeñas cosas" vino inmediatamente la memoria emocional de aquel momento. Es que cuando tocaba un boleto capicúa un sentía algo muy perecido, casi igual a la felicidad. Que extraño no! pero si....la alegría y la sorpresa que nos traía ese boleto era real. Estuve tentada de escanearlo y subirlo a este post. Pero decidí no hacerlo y resguardarlo del mundo virtual. Sabrán ustedes comprender seguramente. 


Frases Palíndromos ( o capicúas)

¿Acaso hubo búhos acá? (de Juan Filloy)
Se van sus naves.
Adivina ya te opina, ya ni miles origina, ya ni cetro me domina, ya ni monarcas, a repaso ni mulato carreta, acaso nicotina, ya ni cita vecino, anima cocina, pedazo gallina, cedazo terso nos retoza de canilla goza, de pánico camina, ónice vaticina, ya ni tocino saca, a terracota luminosa pera, sacra nómina y ánimo de mortecina, ya ni giros elimina, ya ni poeta, ya ni vida. (de Ricardo Ochoa)
Allí por la tropa portado, traído a ese paraje de maniobras, una tipa como capitán usar boina me dejara, pese a odiar toda tropa por tal ropilla. (de Luis Torrent)
Allí si María avisa y así va a ir a mi silla.
Átale, demoníaco Caín, o me delata. (usado por Julio Cortázar, atribuido en algunas fuentes a Juan Filloy)
Ateo por Arabia iba raro poeta. (de Juan Filloy)
Dábale arroz a la zorra el abad.
La ruta nos aportó otro paso natural.
Nada, yo soy Adán. (de Guillermo Cabrera Infante)
No di mi decoro, cedí mi don. (de Juan Filloy)
No lata, no: la totalidad arada dilato talón a talón. (de Juan Filloy)
A la catalana banal, atácala.

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