domingo, junio 05, 2011

Se viene la maroma! bodegones de Buenos Aires.

"Aguantame la parada que he venido a chamuyar
El crujido del boliche al pasar un colectivo
Me despierta la memoria y yo empiezo a recordar
Serví vino y un bifacho que alimente mi nostalgia
Que esa calle de adoquines ya me oprime el corazón
Esta noche ya no aguanto, ya los veo en fila india
Son tantos recuerdos juntos, vamos, vamos, comenzá!"

El bodegón de Giribone ( Elias Palacios -Saile Soicalap) 


En memoria de Don Aurelio Scadutto, cantor y bailarín de tangos, inigualable zapatero de Saraza y Beauchef

Viernes a la noche. Cosas de la vida. Los primeros fríos que nos intimidan a quedarnos en casa. Pero nunca falta un amigo que llama y propone: ¿Vamos a comer algo por ahí? Y que mejor que respuesta que : "Dale! vayamos a algún bodegón!" . Lo primero que uno nota de tal diálogo es que la edad de los protagonistas delata que ya han vivido sus añitos. En fin, un abrigo y a pasar con el auto a buscarlos. La propuesta fue entre y Boedo y Almagro. Y allí llegamos, pasadas las nueve y media de la noche a "La maroma".
La marama es una palabra cuyo significado  es una cuerda gruesa de cáñamo retorcido.La usaba el gaucho atándola al extremo de dos palos que clavados a distancia, marcaban la entrada del corral.Cuando tenían que montar un animal chúcaro, el domador se colgaba de ella y , al pasar la bestia elegida, caía sobre el lomo para sujetarla. Los indios también la usaron como arma ofensiva. Ésa es la historia del origen de la frase que anuncia una situación temible e incontrolable (Se viene la maroma!). 
En el camino le contaba a mi amiga que es amante de los bodegones ( y del tinto porque no decirlo!) que me parecía que le iba a gustar. Intenté describírselo y debo reconocer que me costó un poco. A ciencia cierta, creo que no lo logré. Solo redondeé diciendo: " es un lugar al que parece que todo lo que le llegó se le fue quedando ahí". Y no encontraba una palabra que, por supuesto debe haber, para describirlo o resumirlo a ella. Finalmente dije: "pero no es barroco, es un cocoliche". Walter nos llevó entonces a la esquina de Mario Bravo y Humahuaca. Por curiosidad busqué recién alguna descripción del mismo en la Guia Óleo de restaurantes que suelo consultar a la hora de buscar lugares nuevos de la web (www.guiaoleo.com.ar) y me encontré con los mas dispares comentarios y algunas fotos de años atrás donde no se le parece mucho. Es un lugar al que como cualquier otro bodegón porteño es indispensable acudir por la entrañable relación que une la historia de una ciudad, la cultura popular, un amor incondicional a Buenos Aires y las vivencias que transcurrieron allí. Lo cierto es que al lado de una enorme columna de sillas de plástico blancas apilables en un estado de suciedad tal que solo una hidrolavadora podría recomponer siendo muy optimista, una vieja escalera de madera apoyada en la pared lateral y un sin fin de seres comiendo, hablando y compartiendo el momento, cenamos los cuatro. 
Entrada: una tortilla a la española  de papas tamaño familiar, que por supuesto tenía todos los ingredientes que correspondía; chorizo colorado, cebolla, etc.
Decidimos acompañar la ocasión con un vino acorde al lugar y de nuestro habitual gusto para los momentos sencillos, esos momentos que suelen ser únicos por que no sobresalen sino por formar parte de la vida cotidiana. Me refiero al Lopez tinto. Y obviamente una botella de litro y medio de agua mineral sin gas. 
Los siguientes platos fueron elegidos con muy poca cuota de sobriedad: Berenjenas a la napolitana, Matambrito de cerdo a la riojana , Lasagnas a la Príncipe de Napoli y Mostacholes con salsa de Panceta y ajo. Así como leyó. Fue una noche concurrida, en la que las mujeres terminamos hablando frente a frente de cosas totalmente diferentes de ambos hombres pero simultáneamente. Una extraña manera de comunicarnos pero fantástica. Teniendo en cuenta que el lugar estaba totalmente lleno y en ciertos sectores un cantor de tango que me recordó a quien me diera la hermosa serenata la noche previa a mi casamiento apareciendo sorpresivamente en el zaguan de mi casa : el querido Aurelio, de profesión zapatero y que se fue hace unos años del barrio de Saraza y Beauchef a encontrarse con los viejos tangueros que vagan por las noches en el cielo de Buenos Aires. Y que hay quien asegura prefieren ciertos barrios porque allí hay todavía mucha gente que no los olvidó y una nueva generación los invoca haciendolos sentir vivos. 
El resto transcurrió de sobremesa hasta que llegó el cantor: Don Horacio Cortes "una voz y una guitarra para el tango. El cantor de La Maroma. Nos dejó una hoja con su repertorio muy gardeliano, con foto y celular ( 1567616590) donde se lo puede contratar para eventos y fiestas privadas y una tarjeta del lugar La Maroma, Mario Bravo 584 Reservas al 4862-9308 que agradece su visita. Ante mi pedido de "Anclao en Paris" respondió atento y podrán ver mas abajo el video de la situación. Deberán disculpar que era nueva la cámara y lo peor aún deberán también disculpar que cante encima yo. Pero se puede revivir el momento y darse una idea mas cabal de lo que estoy contando. Concluyo en decirles que la comida está a la altura de la circunstancia, es muy abundante y los precios buenos. Tal vez se podía haber calculado un plato menos o suprimir la entrada porque mucho era claramente para compartir por lo menos entre seis. Lo cierto es que Buenos Aires nos sigue deslumbrando mas por quien fue que por quien "pretende" ser, cuando los "restó" ponen niñas uniformadas que no tienen idea de lo que es llevar una bandeja y depositan en enormes platos cuasi fuentes una miniatura de comida, eso si....muy pero muy bien adornada.  Les dejo las fotos y el video para ver que frugal ha sido nuestra salida de viernes! 
Berenjenas Napolitana 
Lasagnas a la Príncipe de Nápoli 
Matambrito a la Riojana 
Mostachole con salsa de Panceta y Ajo 
La Maroma 
Insisto por las dudas, nada justifica el impresentable video, en la que mi voz se parece a la de una flauta desafinada por esas cosas de no manejar bien la tecnología de punta y cantar peor. Y encima con apenas dos Lopez entre cuatro y no una media docena....
He aquí disfruten de Don Cortés que imprevisiblemente nos despidió diciendo: en tres días me voy a Paris! Y yo lo imagino con su impecable camisa roja, el olor a colonia Heno de Pravia y su inmortalidad largamente ganada caminando por las callecitas pintorescas de Montmantre. 
                             

Y por las dudas para los que no reconocen el olor o son muy jóvenes les cuento: La historia del jabón Heno de Pravia empieza en 1903. En aquel año Salvador Echeandìa Gal , fundador de la perfumería que lleva su apellido, realizaba un viaje por Asturias cuando al pasar por la villa de Pravia quedo enamorado del aroma que se desprendía del heno recién cortado. A partir de ese momento se obsesionó con la idea de crear un perfume con aquél olor. Como consecuencia de ello, en 19050sacó a la venta un jabón con el aroma del heno recién cortado al que llamó Heno de Pravia en recuerdo de esta localidad. Este jabón se presentaba en forma de una pastilla de color verde como el heno verde y envuelta en papel amarillo como el heno seco.
Desde entonces hasta ahora aquel jabón con olor a hierba ha tenido un gran éxito, convirtiéndose en toda una gama de productos de higiene (jabones, geles, champús, colonias, etc.). Siendo actualmente una marca bien conocida y diferenciada que se vende en todo el mundo, a pesar de tener ya más de un siglo de existencia.






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