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viernes, febrero 17, 2017

Visita al Palacio Real de Madrid

“Los españoles tuvieron una clara superioridad sobre los demás pueblos: su lengua se hablaba en París, en Viena, en Milán, en Turín; sus modas, sus formas de pensar y de escribir subyugaron a las inteligencias italianas y desde Carlos V hasta el comienzo del reinado de Felipe III España tuvo una consideración de la que carecían los demás pueblos.”
Voltaire


En el final del posteo anterior comenté lo caótico
que fue entrar a Madrid con auto en hora pico luego de vivir prácticamente un mes recorriendo el sur de Italia y de España. Esa noche luego de lograr dejar el auto sin pagar parking en Aluche volvimos al Hotel Arosa ya casi madrugada. Al día siguiente desayunamos temprano ya que teníamos prevista una visita al Palacio Real. Antes de contarles al respecto me detendré un  momento para decirles que el Hotel Arosa tiene una particularidad: el ascensor. Es ademas de muy pequeño (pero entras dos personas y su equipaje) tiene un cartel que reza: "probablemente sea el único ascensor del mundo construido en esta forma" en varios idiomas y continua "Pruébame y sonrie mientras te tomas una foto". Es bastante sorprendente pero nos hizo reir y lo hicimos. Pondré aquí el resultado de la foto aunque dificilmente se pueda ver la forma del mismo. Tiene forma de triángulo y las paredes espejadas. Es divertido. Y una forma de no pensar : Que elevador tan pequeño! 

La habitación del hotel tenía un balcón francés minimo pero de gran ventanal que daba sobre la Gran Vía a la altura de la estación de metro homónima. Un excelente ubicación. Estábamos en un piso bastante alto como para que la gran actividad de la zona nos afectara sonoramente pero lo suficiente para disfrutar las panorámicas de la arquitectura particularmente bella de esa calle de Madrid. 


El hotel servía un desayuno muy completo y repleto de jamones que solo en Madrid uno puede comer. 
Como les contaba fuimos caminando hasta el Palacio Real unos 15 minutos y de camino ya fuimos familiarizándonos con una ciudad que nos traía recuerdos de Buenos Aires por momentos y que nos recibía con un cielo diáfano y una temperatura ideal para arrancar el día.  

Datos útiles del Palacio Real de Madrid
Aquí pueden ingresar a su web site oficial y comprar las entradas con anticipación . Tiene una tarifa de alrededor de 10 euros. Puedes bajar la app del mismo tanto del Play Store como del Apple Store
para realizar la visita más completa. Puedes descargarte todo el contenido y disfrutarlo desde casa o durante la visita. Si lo prefieres, en cada uno de los museos podrás alquilar una tablet. Está disponible en 16 idiomas. 
Existe acceso para personas con discapacidad y se dispone de sillas de ruedas manuales.

El Palacio Real 
El primer dato interesante de este palacio es que es el único que estando en funciones en Europa se permite visitar. Es la residencia oficial del rey de España; no obstante, los actuales reyes no habitan en él, sino en el Palacio de la Zarzuela, por lo que es utilizado para ceremonias de Estado y actos solemnes lo cual permite visitar un palacio aún en uso. 
Con una extensión de 135 000 m² y 3418 habitaciones (en superficie, casi el doble que el Palacio de Buckingham o el Palacio de Versalles), es el palacio real más grande de Europa Occidental,2 y uno de los más grandes del mundo. Realmente nos sorprendió por su gran riqueza patrimonial. 
 Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, destacando el conjunto de instrumentos musicales conocido como los Stradivarius Palatinos, y colecciones muy relevantes de otras disciplinas como pintura, escultura y tapicería. Las salas de Estado y las colecciones artísticas están abiertas a las visitas siempre que no haya actos oficiales. Afortunadamente no las había aquel último día de junio. 
También se lo conoce como Palacio de Oriente por su ubicación geográfica y fue construido en el siglo XVIII.
Antes de ingresar al Palacio ya su fachada Sur y su emplanada llamada Plaza de la Armería son realmente sorprendentes. 
En ella se encuentra la Catedral de Santa María la Real de la Almudena
El solar que hoy ocupa la plaza de la Armería fue usado durante muchas décadas como anteplaza de armas.
Se muestra la fachada Sur del Palacio Real con un gran reloj y dos mástiles, uno donde ondea la bandera de España y el otro para colocar el estandarte real cuando el monarca se encuentra en Palacio. Nos detuvimos un buen rato en esta plaza a tomar fotos porque es realmente una joya arquitectónica. 
En la plaza tiene lugar la ceremonia del cambio de guardia de la Guardia Real el primer miércoles de cada mes a las doce en punto.

Ingresamos por la escalera principal ya un motivo de franca admiración. 

La escalera principal del Palacio Real de Madrid fue construida a partir de varios proyectos, la mayoría de ellos diseñados por Juan Bautista Sachetti, arquitecto principal del Palacio.

La actual escalera, de tipo imperial y suave pendiente, es más sencilla que la proyectada por Sachetti y fue concluida y diseñada por Francesco Sabatini, quien tomó como modelo la del Palacio de Caserta, pero respetando la impresionante caja construida por Sachetti. Parte de un solo tiro de arranque hasta el gran rellano central, donde se divide en dos tramos paralelos que suben en sentido inverso al primero.
Los escalones, fabricados en mármol de San Pablo (Toledo), están labrados cada uno en una sola pieza de cinco metros de longitud y escasa altura, teniendo por tanto un ascenso poco pronunciado. La balaustrada de los dos tramos superiores se adorna con sendos leones de mármol, obra de Felipe de Castro y Roberto Michel.
La bóveda está decorada con ricos estucos blancos y dorados y el Triunfo de la Religión y de la Iglesia, hermoso fresco de Corrado Giaquinto, pintor que fue mandado llamar por Fernando VI. La estancia se ilumina por cuatro grandes farolas de estilo imperio parcialmente doradas.
Subimos por ella hasta la planta alta del palacio y visitamos los distintos salones. La restricción a partir de aquí para sacar fotos es estricta y el personal de seguridad lo hace cumplir insistentemente. Debe tener que ver con que es el palacio oficial y está en uso por lo cual no tendré fotos mas que de las escaleras y los exteriores . 


El Salón de Alabarderos del Palacio Real de Madrid fue concebido por Juan Bautista Sachetti como salón de baile o comedor de gala, pero Carlos III lo convirtió en salón de los guardias que custodiaban el recinto.
Es una de las salas palaciegas que más riqueza muestran, la cual está basada en los frescos que adornan sus muros. Giovanni Battista Tiepolo fue el encargado de decorar la estancia, para lo que realizó varias pinturas de carácter mitológico: Eneas conducido al templo de la Inmortalidad por sus virtudes y victorias, Venus encomendando a Vulcano que forje las armas para Eneas, temas que parecen aludir a la función militar del espacio pero también a la figura de Carlos III como guerrero victorioso y a su madre Isabel de Farnesio como reina prudente y protectora.




Está decorado con tapices de Bruselas del siglo XVI, tibores de porcelana china del siglo XVIII y piezas de porcelana de la villa francesa de Sèvres.
En este Salón se instala el Belén Napolitano del Palacio Real.

El Salón de Columnas es uno de los recintos más utilizados dentro del Palacio Real de Madrid.
La arquitectura de esta sala es exacta a la de la Escalera Principal, ya que fue la caja de la doble escalera proyectada por Sachetti. Se utilizó para la celebración de bailes y banquetes hasta el año 1879, cuando, al fallecer la reina María de las Mercedes de Orleans, primera esposa de Alfonso XII, se situó en dicho salón su velatorio y se decidió construir un nuevo salón de baile, que también se utilizaría como Comedor de Gala, función que conserva actualmente.
Hoy en día el Salón de Columnas es utilizado para recepciones con numerosos asistentes, como el vino de honor posterior a la pascua militar y al discurso al cuerpo diplomático, además del encuentro de embajadores de España y la entrega de los Premios Nacionales del Deporte.
En este Salón se instala el Árbol de Navidad del Palacio Real.

Cámara de Gasparini
Su decoración data del reinado de Carlos III y está considerado uno de los más hermosos salones del palacio y ha llegado hasta nuestros días prácticamente sin ningún retoque. 
Era el lugar donde el Rey se vestía en presencia de la Corte, según la costumbre de la época. Algo hoy inimaginable! 
 Su decoración, realizada por Matías Gasparini, presenta grandes originalidades del tipo chinoiserie en estilo rococó. Los muebles, el suelo de mármol y el tapizado de las paredes se diseñaron como un conjunto. En fecha reciente, la seda de las paredes hubo de sustituirse por su mal estado, si bien sus bordados se cosieron laboriosamente sobre el nuevo tejido.
Cabe destacar el reloj situado sobre la chimenea, obra de Pierre Jacquet Droz, con autómatas vestidos a la moda del siglo XVIII que bailan cuando, al dar las horas, un pastor sentado toca la flauta. Es deslumbrante. 

El Gabinete de Porcelana fue decorado en época de Carlos III, influenciado por las construcciones similares que llevó a cabo como rey de Nápoles y Sicilia.  Para su construcción se colocaron bastidores donde habrían de sujetarse las placas de porcelana. El proyecto decorativo es de estilo tardobarroco clasicista.
El pavimento de esta sala es uno de los más bellos elementos decorativos ideados por Gasparini. Está compuesto por una elegantísima taracea de mármoles de colores y en invierno se cubre con una alfombra de lana que simula los motivos representados por el mármol. 

A esas alturas el Palacio Real ya nos había sorprendido lo suficiente como para captar nuestra admiración profunda y aún no habíamos visto todo. El Salón de Espejos es un salón de estilo neoclásico que era usado como tocador por la reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV, reinado durante el cual fue concebido y decorado. 
A ello contribuyen los zócalos de mármol rosado y los paramentos de las paredes, cubiertos de una fina ornamentación de estuco en la que predomina el blanco y el azul. Los grandes espejos que dan nombre al salón están guarnecidos en oro y azul, coronados por estucos blancos sobre fondo azul y rodeados con decoración de motivos vegetales.
Cabe destacar el velador central, de caoba y bronce dorado, realizado por Thomire en 1788. En tiempos de Alfonso XIII esta sala era utilizada como salón de música. La estancia también contiene una estatua en mármol que representa a la infanta María Cristina de Borbón y Battenberg, hija de Alfonso XIII, cuando era niña.

El salón del Trono  es una habitación que da a la crujía principal del edificio, situando los sillones, flanqueados por leones dorados y con el fondo del estandarte real, frente a un ventanal que da a la Plaza de la Armería
El salón está presidido por dos tronos que son copia exacta del trono de la época de Carlos III. Las paredes estás tapizadas en terciopelo rojo de Génova con orlas de estilo rococó de plata dorada bordadas en Nápoles. Debido a su deterioro, el terciopelo fue reemplazado recientemente, cosiendo sobre el nuevo las orlas de plata originales. A ambos lados del trono se sitúan cuatro leones de bronce dorado. Estos últimos, cada uno de los cuales apoya una garra sobre una bola de caliza de color rojizo, fueron encargados por Velázquez durante su segundo viaje a Italia para decorar el Salón de los Espejos del antiguo Real Alcázar de Madrid, dado que a su cargo de Pintor de Cámara unía el de Aposentador Real. 
Otras piezas importantes son las estatuas, algunas de ellas realizadas en Roma por discípulos de Bernini y traídas por Velázquez por encargo de Felipe IV. Las arañas que iluminan el salón datan de la época de Carlos III, fueron realizadas en plata y adornadas con cuentas de cristal de roca tallado engarzadas en hilo de plata. En la bóveda destaca la alegoría pintada por Tiépolo en 1764 y que representa «La Grandeza de la Monarquía Española».
Es en este salón  donde el Soberano celebra la Pascua Militar y su tradicional discurso al cuerpo diplomático. Por otra parte, cuando se celebran cenas de gala, el rey y sus invitados (jefes de Estado fundamentalmente) reciben en el Salón el saludo o besamanos de los miembros del Gobierno y convidados a la cena.
En el año 2013 se llevó a cabo una limpieza en profundidad de los elementos del salón (estatuas, espejos, alfombras, lámparas) mientras se sustituyeron todas las luces por focos LED. El Mensaje de Navidad de S.M. El Rey del año 2015, fue pronunciado en este salón.

La Capilla Real es uno de los puntos más interesantes desde el punto de vista arquitectónico de todo el Palacio. Situada en el centro del lado norte de la planta principal del palacio, tiene su acceso desde la galería que rodea el patio central. También una institución ligada a la Casa Real Española y que forma parte fundamental de la Corte de los reyes.
La planta es de tipo central o elíptica, estando coronada por una cúpula de media naranja. A cada uno de los ángulos que describen la planta, salvo el atrio, la distribución de la Capilla es clásica: al este se sitúa el altar mayor, de mármol; al norte el altar del Evangelio; al oeste el órgano y el atrio ocupa el lado sur. Los asientos reales se sitúan en el lado norte, próximo al altar mayor, que está a su derecha.
Sobre el altar mayor hay un cuadro de Ramón Bayeu, San Miguel triunfando sobre los demonios, y en el altar del evangelio, el cuadro de La Anunciación, obra postrera de Mengs. El dosel y los sillones de los soberanos son de la época de Fernando VI y fueron realizados en raso blanco con bordados de plata y sedas de colores. El órgano, construido en 1778 por Jordi Bosch i Bernat, está considerado como una auténtica obra maestra. Se conservan en la Capilla los restos de san Félix, el cual está representado en una figura de cera dentro de un sarcófago de cristal.
En tiempos recientes la Capilla Real ha sido utilizada para funerales de la Familia Real Española, sirviendo como capilla ardiente en abril de 1993 para Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, y en enero de 2000 para María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias, Condesa de Barcelona. En noviembre de 2000 se celebró un Te Deum en esta capilla para conmemorar el 25 aniversario de la proclamación de Juan Carlos I como rey de España.

La Sala de la Corona  está situada en la hasta ahora denominada Cámara de la Reina María Cristina, se trata de una pieza decorada con tapices representando las cuatro estaciones. Con motivo de la proclamación de Felipe VI como rey de España el 19 de junio de 2014, la sala se remodeló para albergar los símbolos de la monarquía constitucional.
Así, se exponen la corona y el cetro pertenecientes a las Colecciones Reales, que nunca se habían expuesto antes al público, 
En esta sala también se expone un collar de la Orden del Toisón de Oro, la más alta condecoración que concede la Monarquía española. Realizada en plata sobredorada y oro, fundidos, cincelados y esmaltados, la pieza que se muestra procede del reinado de Isabel II, quien se la impuso a la imagen de la Virgen de la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha en 1854.
El sillón original del Salón del trono del Palacio Real de Madrid es otra de las piezas incorporadas a la sala. Perteneciente al rey Carlos III, cuya efigie reproduce en su respaldo, ha servido de modelo para los tronos posteriores.
Asimismo, la Sala de la Corona muestra la denominada Mesa de las esfinges, de estilo Imperio y adquirida por Carlos IV en 1803; es una de las obras maestras del mobiliario en las Colecciones Reales. En ella, el rey Juan Carlos I sancionó la Ley Orgánica por la que se hacía efectiva su abdicación, el 18 de junio de 2014, cuyo texto también se exhibe; anteriormente había servido para firmar el ingreso de España en la UE.
Completa la sala un ejemplar del discurso de la proclamación del rey Felipe VI, firmado expresamente por él mismo.

Se visita también el Antiguo cuarto de la Reina con este nombre se denominan varias estancias construidas como aposentos para la reina Isabel de Farnesio, quien los habitó entre 1764 y 1766.86 Después sirvieron como habitaciones de la Infanta María Josefa y de la princesa de Asturias, María Antonia de Borbón-Dos Sicilias, esposa del futuro Fernando VII.
En la Segunda Antecámara de la Reina se ha guardado, desde tiempos de Carlos III, la colección de piezas de plata para uso cotidiano de la Familia Real, cuberterías y trofeos deportivos ganados por Alfonso XIII y su hijo, Don Juan de Borbón.
También el Cuarto del Infante don Luis, Cuarto de la reina María LuisaCuarto de Carlos IV, en las que se pueden encontrar obras de Goya entre otros maestros de la pintura española. 
En el Palacio se conservan lo que podrían denominarse «restos» de la gran colección real, puesto que la mayor parte de sus fondos pasaron a formar parte del Museo del Prado en el siglo XIX. Aun así, la colección de pintura puede considerarse muy importante, abarcando múltiples géneros, escuelas y épocas.
De Velázquez destacan una miniatura en cobre representando al Conde-duque de Olivares, un raro bodegón de caza, original representación en trampantojo, así como el cuadro Caballo blanco, una de sus obras más conocidas y boceto para realizar sus retratos ecuestres. Ribera está representado por un excepcional retrato ecuestre, Juan José de Austria, que él mismo reprodujo en grabado.
El gran valor del mobiliario del palacio reside en su autenticidad, pues la mayoría de los muebles corresponden a la época de construcción del palacio y reinados sucesivos, que se muestran en una serie ininterrumpida de estilos rococó, neoclásico, imperio e isabelino. 
En cuanto a relojes esta la mayor y mejor colección de relojes de España, también es una de las principales del mundo. La importancia de la colección radica sobre todo en los relojes de época rococó construidos para Fernando VI por el relojero suizo Jacquet Droz. El reloj denominado El Calvario, del siglo XVII y construido en Núremberg, es el más antiguo, mientras que la existencia de un gran número de relojes de época imperio se debe a la afición por estos instrumentos por parte de Carlos IV. También es de destacar, por la riqueza de materiales usados para su elaboración, como oro, plata o marfil, un reloj regalo del presidente de Perú al rey Alfonso XIII en 1906, construido en 1878.
La colección de tapices es también considerada la principal colección del mundo después de la de Palacio del Quirinal en Roma, se compone fundamentalmente de paños fabricados en Bruselas en el siglo XVI y en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, ya en el siglo XVIII, sobre cartones de Francisco de Goya. Son de destacar los tapices que se encuentran cubriendo las paredes del comedor de gala.
He escuchado decir a otros viajeros que resulta caro, que no permiten sacar fotos y sus guardias de seguridad no son muy amables pero realmente a nosotros nos ha sorprendido gratamente. El caudal artístico y arquitectonico es deslumbrante. Si nos preguntan creemos que es el Palacio Real mas bello que hemos visitado hasta hoy aún sobre Versalles o algun palacete fiorentino. 
Como si todo ello hubiera sido poco al bajar visitamos en el sector de planta baja la Real Armería y el Real boticario. Se encuentra allí también la Real Biblioteca que no pudimos acceder porque se encontraba en reparaciones. 
Durante el reinado de Felipe II la Real Farmacia se convirtió en un apéndice de la Casa Real, con la orden de abastecerla de medicamentos, función que continúa en nuestros días. La Real Farmacia que existe en la actualidad fue fundada como Museo de Farmacia en 1964. Las salas de destilaciones y las dos salas adyacentes a la farmacia fueron reconstruidas tal y como eran durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII. Los frascos son anteriores y fueron realizados en las fábricas de la Granja y del Buen Retiro, existiendo también otros enseres fabricados en loza de Talavera en el siglo XVII. Nunca habíamos visto algo igual.
La Real Armería está considerada junto a la Armería Imperial de Viena e de Turín como una de las mejores colecciones de armas del mundo.
La colección reúne las armas personales de los Reyes de España, y además alberga trofeos militares y presentes diplomáticos, que se mezclan entre tapices, cuadros y otras obras de arte.
Dentro de las piezas más destacables de la colección destaca la armadura y aperos completos que el emperador Carlos V empleó en la Batalla de Mühlberg, y con los cuales fue retratado por Tiziano en el conocido retrato ecuestre custodiado en el Museo del Prado. Además, alberga otras piezas de armeros españoles como Eusebio Zuloaga, que ejerció el cargo de director de la misma.
Nos fuimos del Palacio Real cerca del mediodía absolutamente satisfechos y felices con la visita. 
Caminamos por la Calle de Santiago hasta la Calle Mayor nuestro próximo destino era justamente la Plaza Mayor pero eso es motivo el próximo post donde empezamos formalmente la ruta de los  tapeos y las cañas por las calles de Madrid. 

Nos alojamos en le Hotel Arosa, Calle de la Salud 21 




lunes, febrero 13, 2017

Segovia : la ciudad gótica donde vivió Machado

¡Aquellas horas, Dios mío, tejidas todas ellas con el más puro lino de la esperanza, cuando unos pocos viejos republicanos izamos la bandera tricolor en el Ayuntamiento de Segovia! (...) Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera traía a nuestra república de la mano.
Antonio Machado


Cuando dejamos Toledo para visitar Segovia el cielo comenzó a nublarse lo cual resultó un alivo dado que llevabamos diez horas de ruta con el sol ininterrumpido. Arribamos a Segovia eran alrededor de las 18 30 hs y apenas entramos a la ciudad el imponente acueducto romano declarado Patrimonio de la Humanidad al igual que la ciudad no tomó por sorpresa. Era muchísimo mas grande de lo que imaginamos. Caminamos hacia él como hipnotizados.



El Acueducto de Segovia, localizado en la emblemática plaza del Azoguejo, es el símbolo distintivo de la ciudad; se desconoce la fecha de su construcción, que pudo llevarse a cabo a finales del siglo I o principios del siglo II, y se trata de la obra de ingeniería civil romana más importante de España. Fue realizado con unos 25 000 sillares de granito unidos sin ningún tipo de argamasa, tiene una longitud de 818 metros en su parte más visible; aunque no hay que olvidar que su recorrido total es de unos 15km desde el azud de captación próximo al Embalse de Puente Alta. Consta de más de 170 arcos y su parte más alta mide 29 metros, medida que alcanza en el Azoguejo, su zona más visitada. Allí estábamos nosotros a sus pies. O a los pies de los romanos que han hecho del mundo occidental prácticamente todo lo que es. Mientras escribo estos datos numéricos me pregunto si podré trasmitir la magnitud de la obra pero creo que este es el tipo de lugares que hay que ver por uno mismo. 
Un dato no menor: todavía esta en uso!




Subimos hasta la parte superior al llamado Mirador del Postigo  que nos permitió una vista hermosa de la plaza y la edificación medieval de la ciudad. 

Luego salimos a recorrerla sin demasiado tiempo. A pocos metros pudimos ver la Loba Capitolina.Reproducción de la estatua de la diosa Luperca amamantando a Rómulo y Remo. La estatua original en los Museos Capitolinos de Roma. Esta copia fue donada por Roma a la ciudad de Segovia en 1974, coincidiendo con el bimilenario del formidable acueducto romano de esa capital castellana. La estatua se encuentra ubicada precisamente tras el acueducto.





Nos internamos en esa ciudad amurallada de fachadas ocres y tejados rojos tan gótica como pocas, pero nos vino al recuerdo la hermosa Bologna en Italia. Primero por la calle de los Caballeros que tienen su barrio homonino lleno de casas donde vivieron los nobles. Caminamos por la calle Serafín hasta la plaza donde se encuentra la Catedral de la ciudad. La Plaza Mayor tiene una glorieta en el medio y ese día se festejaba algo pues estaba montado un escenario donde tocaban músicos locales. Está rodeada de restaurantes y bares de tape. Y desde ella se puede observar la distintas vista de la Catedral y las construcciones aledañas. 

Aunque en tiempos de la Restauración borbónica se llamó Plaza de la Constitución, y después de la última guerra civil, se denominó plaza de Franco, hasta que con la vuelta a la democracia volvió a titularse oficialmente como todo el mundo la conoce. Junto a la plaza del Azoguejo, es el corazón de la ciudad de Segovia.


La plaza está delimitada por el ábside de la catedral y por la nueva iglesia de San Miguel, la que sustituyó a la anterior del mismo nombre, que se derrumbó en 1532, ubicada en una dirección diferente a la que tuvo en origen. La Plaza Mayor se encuentra en el centro del caserío amurallado y en ella se emplaza la Casa-Ayuntamiento, que para eso es Plaza Mayor.
La catedral de Santa María es la última catedral gótica que se construyó en España. Está considerada como la obra maestra del gótico vasco-castellano y se la conoce como “La Dama de las Catedrales”. Se trata de la tercera catedral de la ciudad, y conserva el claustro de la segunda, ubicada frente al alcázar y destruida durante la Guerra de las Comunidades en 1520. Fue consagrada en 1768 y tiene unas dimensiones de 105 metros de largo, 50 de ancho y 33 de altura en la nave central; consta de 18 capillas y dispone de tres puertas de acceso: la del Perdón, la de San Frutos y la de San Geroteo, primer obispo de la diócesis.

El teatro Juan Bravo es el teatro principal de la ciudad de Segovia inaugurado el 26 de octubre de 1918, se sitúa también en la Plaza Mayor segoviana, en el mismo lugar que anteriormente habían ocupado el teatro de La Zarzuela y el cine Reina Victoria. Recibe su nombre del líder comunero local.
Luego nos adentramos en la judería la fecha de 1215 es la que marca inequívocamente la presencia judía en Segovia, no obstante esta presencia habría que remontarla hasta finales del siglo XI.

Los lugares donde existió asentamiento de población judía  estaban en torno a la actual plaza de la Merced y las parroquias de San Miguel y de San Andrés, todos ellos dentro de la ciudad amurallada. 
Nos hubiera gustado seguir hasta el Alcazar y las puertas de las murallas pero ya caía la tarde y debíamos llegar a Madrid. Sin embargo pasamos por la única Casa-Museo del poeta Antonio Machado, ubicada en el actual número 5 de la calle Desamparados, en pleno centro de la ciudad. En esta antigua pensión se pueden encontrar retratos de Machado, sus muebles, recuerdos o imágenes de Leonor y Guiomar; en definitiva, la memoria de sus pasos por la ciudad... Allí vivió 12 años , llegó en noviembre de 1919 considerándose una de las etapas más creativas de su vida. Aquí escribió gran parte de su obra teatral, creó dos de sus personajes más famosos (Juan de Mairena y Abel Martín) y conoció a su nueva musa, Guiomar, con la que se reunía los fines de semana en Madrid. Fue profesor de francés y con otros intelectuales fundo la Universidad Popular Segoviana. 

De camino a donde estacionamos el auto pasamos por la Iglesia de San Esteban cuya arquitectura se eleva en el paisaje .Es un templo románico construido originalmente en el siglo XII. Destaca por su torre de 56 metros de alto, la más alta de este estilo en la península ibérica.
La iglesia, situada en la plaza del mismo nombre de la ciudad, posee un pórtico en la fachada meridional con diez arcos y capiteles adornador con grabados medievales. 
Segovia a vuelo de pájaro alcanzó para que deseáramos verla nuevamente. Nos dejó con ganas. Toda es opaco color que da el gótico se veía contrarrestado por la alegría de la gente que paseaba en sus calles y colmaba las mesitas de lo bares de tapas. Tal vez sea que ese casco histórico al estar amurallado aún puede mantener ese halo medieval intacto. De las ciudades que mas nos han gustado y a la que seguramente volveremos alguna vez. 
Las ventajas de viajar en verano por el hemisferio Norte entre otras cosas es que los días son largos muy largos. Emprendimos la ruta hacia Madrid , aproximadamente unos 90 km 
Y aún de día llegamos a la capital española. Nuestro hotel se encontraba en la Gran Vía a pocos pasos del Corte Ingles pero su entrada estaba por la calle que la perpendicular a pocos metros. Era el Hotel Arosa en la Calle de la Salud 21.  
El tránsito era infernal, hacía mucho calor y una vez que ubicamos la callecita ya era de noche y comenzamos a dar vueltas para lograr estacionar cosa que era realmente imposible. Wally dijo "después de casi un mes me siento otra vez en Buenos Aires"....bastante molesto por el tráfico.  Los dos días que estaríamos en Madrid era claro que prescindiríamos del auto pero donde aparcarlo teniendo en cuenta que los valores eran altísimos. Finalmente dejamos el auto en la puerta del hotel y le pedimos en el check in que nos permitiera bajar las cosas y en un rato bajaríamos a buscar donde dejarlo. Así fue que aproximadamente a las 22 hs empezamos a recorrer Madrid y afortunadamente nos cruzamos con unos muchachos que tomaban una cerveza en una esquina a quienes le preguntamos donde estaba permitido estacionar. Nos sugirió que fuéramos hasta la Estación de Metro de Aluche un poco fuera de la ciudad a unos 40 minutos de metro. Allí había un amplio estacionamiento que se llenaba solo los domingos cuando estaban los puestos de los vendedores del Mercado de Aluche. Además una enorme estación de servicio lo flanqueaba. Era viernes y hasta el domingo que arrancábamos hacia el País Vasco podía quedar allí, era seguro y sin costo. Con alguna dificultad logramos llegar a destino. Dejamos el auto allí y esperamos el bus que nos llevó hasta la Gran Vía. Ese día habíamos partido de Granada, habíamos hecho playa en Marbella, recorrido parte del Camino de La Mancha, visitado Toledo y Segovia y a las 2 de la madrugada caímos rendidos en la cama del hotel de Madrid. Cansado pero muy felices después de un día grabado en las retinas para siempre. España nos estaba conquistando y aún faltaba mucho por ofrecernos a nosotros que viajamos con el corazón abierto de par en par. 


jueves, febrero 09, 2017

Toledo y el Camino de La Mancha


 "El amor junta los cetros con los cayados; la grandeza con la bajeza; hace posible lo imposible; iguala diferentes estados y viene a ser poderoso como la muerte." Don Miguel de Cervantes Saavedra

Nos fuimos de Granada un día de verano muy temprano por la mañana. Recorrimos la Costa del Sol desde Málaga pasando por Fuengirola hasta Marbella donde pasamos unas horas de playa y elegimos las Dunas de Ärtola nudo naturista en Cabo Pino . He realizado las crónicas de esa mañana estival en un posteo anterior que pueden encontrar en el siguiente NUDISMO NATURISTA EN MARBELLA. Toda la zona balnearia es muy pintoresca, por ejemplo Torremolinos que fue una ciudad muy de moda en los años 70 por la presencia de grandes estrellas del cine que veraneaban allí hoy es una ciudad con la apariencia retro que no ha se ha modernizado y que fue abandonada por las grandes figuras. Aún así es muy bonita. Fuengirola es bastante similar  y Marbella especialmente tiene un puerto donde se pueden ver embarcaciones de muy acaudalado valor. Creo que el gran plus que lleva esta costa con respecto a su fama son las arenas doradas que surgen de sus orillas y que es poco usual en España tan rocosa. Para nosotros que tenemos grandes extensiones de arena en las playas de la costa atlántica no nos pareció nada del otro mundo. Además el mar esta mas abierto que en norte y la zona es mas ventosa.
Al mediodía estuvimos en Málaga de paso (y seguramente volveremos) para tomar uno de los caminos de La Mancha de mi admirado Quijote. El destino final era Madrid pero de camino habíamos elegido dos ciudades para conocer: Toledo y Segovia. No nos equivocamos porque no nos defraudaron ni un poquito.

TOLEDO ( a vuelo de pájaro)




En el camino vimos algunos molinos de aquellos tiempos, y soñamos que eran contra los que lucho Don Quijote en el Campo de Montiel. Leí el Quijote de Cervantes cuando tenía 16 años, tomé de la biblioteca un libro muy viejo y con letra muy pequeña descolorido. Lo hice bajo la guía de la profesora de literatura del colegio secundario que se llamaba Profesora Castori. Ella fue quien despertó en mi un profundo amor por la literatura española medioeval, y recorrer esta ruta me hizo revivir muchos recuerdos del libro y de ella.
  Muchas serranías sembradas,  y una antigua fortaleza en la cima de un monte. y pasado el mediodía llegamos a Toledo. Dejamos el auto estacionado en la calle exterior donde se encuentra el puente para subir a la ciudad histórica y allí mismo había un local de una señora que vendía tortilla española y algunas otras cosas típicas y aprovechamos a comer algo allí antes de subir a aquella ciudad amurallada. Ya era un espectáculo verla desde abajo. Hacía mucho calor y era la hora de la siesta. Casi no había gente por la calle. Había que subir una cuesta empinada a pie y bajo el implacable sol. Cada tanto un árbol frondoso nos daba su sombra casi como una bendición. La ciudad es tan hermosa que todo vale por caminar por sus callejas entreveradas con cuestas y cuestas y cuestas....
                                     

Como todo lo mas bello inexorablemente surge de la mistura. Toledo es conocida como «La ciudad Imperial» por haber sido la sede principal de la corte de Carlos I y también como «la ciudad de las tres culturas», por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes.
El casco urbano antiguo está recostado en la margen derecha del río Tajo, en una colina de cien metros de altura sobre el mismo, el cual la ciñe por su base, formando un pronunciado meandro conocido como torno del Tajo. El punto que este meandro no cierra es la única entrada natural con que cuenta la ciudad, sobre la que se construyeron las carreteras que enlazan la ciudad con Madrid y Ávila.
Los Reyes Católicos urbanizaron y engrandecieron la ciudad, y en la catedral toledana se proclamó a Juana y Felipe el Hermoso como herederos de la corona castellana en 1502. Activa participación en la unificación del primer estado moderno de Europa tuvieron los nobles castellanos, especialmente la aristocrática familia de los Álvarez de Toledo, cuyo poder aumentó al amparo del poder regio. Isabel la Católica mandó construir en Toledo el monasterio de San Juan de los Reyes para conmemorar la batalla de Toro y ser enterrada allí con su marido, pero tras la reconquista de Granada los Reyes decidieron enterrarse en esta última ciudad, donde sus restos descansan hoy.
Hicimos esa tarde una visita a Toledo que podríamos llamar "a vuelo de pájaro" y les contaré aproximadamente la hoja de ruta a pie.
Entramos caminando por el Puente de San Martín lo cual implica unas vistas sobre el Río Tajo esplendidas. Ingresamos a la ciudad amurallada de Toledo por la Puerta del Cambrón. Tomamos el Pasaje de Recaredo, la Bajada de San Martín ( que sube) y llegamos a la Plaza San Juan de Reyes donde se encuentra el monasterio homónimo que mencioné unos párrafos mas arriba. Continuamos por la calle de los Reyes Católicos y continuamos por la Bajada de los Descalzos ( lo de bajada es un eufemismo) hasta la Plaza del Conde que está a pocos metros de la Iglesia de Santo Tomé donde se encuentra una obra magistral de El Greco.  Es  "El entierro del conde Orgaz" que se encuentra en la pequeña iglesia que el artista precisamente en el lugar que se encuentra junto al sepulcro del conde  que da nombre a la pintura. Rentamos la audio guia y vivimos un momento sublime de comunión con el arte. 
Una vez fuera seguimos la empinada cuesta hasta la Iglesia de los Jesuitas en la Plaza Padre Juan de Mariana. Siempre por la calle principal que cruza un entramado de callejuelas de las mas angostas que haya visto. El cielo azul, las fachadas en la gama de los colores tierra, los bares antiguos, todo pintoresco como si la Edad Media por momentos no estuviera tan lejana.  Está situada en el punto más alto de la ciudad, así que aprovechamos para disfrutar otra vez de la panorámica que ofrecen los apretados tejados de Toledo desde sus torres. Mirando hacia el sur, en los vergeles altos del río Tajo, vemos las mansiones de los Cigarrales, las antiguas fincas de recreo de la burguesía toledana, muchas de las cuales se han reconvertido en la actualidad en alojamientos de lujo. Y emprendimos el regreso, por momentos entrabamos por las pequeñas calles, compramos una bebida fresca para hidratarnos y tomar cuesta abajo el regreso que no era tan largo. Aproximadamente dos kilometros siguiendo la calle principal pero subiendo al rayo del sol toledano fue bravo. 




Con respecto al "El Entierro del Conde Orgaz" 


El entierro del señor de Orgaz, popularmente llamado El entierro del conde de Orgaz, es un óleo sobre lienzo de 4,80 x 3,60 metros, pintado en estilo manierista por el Greco entre los años 1586 y 1588. 
 Está considerada una de las mejores y más admiradas obras del autor.
El cuadro representa el milagro en el que, según la tradición, san Esteban y san Agustín bajaron del Cielo para personalmente enterrar a Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de la villa de Orgaz, en la iglesia de Santo Tomé, como premio por una vida ejemplar de devoción a los santos, su humildad y las obras de caridad llevadas a cabo.
El Greco aceptó el encargo de realizar la obra en 1586, algo más de dos siglos y medio después de los hechos que en ella representó. Recibió detalladas directrices sobre cómo debía aparecer el milagro de la zona inferior del lienzo, pero una vaga descripción de la zona de la Gloria. El pintor cretense incorporaría a la zona superior la representación del Juicio y la aceptación en el Cielo del alma del señor de Orgaz. También cargaría a la escena del entierro de un aire de actualidad, retratando a varones de su tiempo con ropajes del siglo XVI y situando los hechos en un oficio de difuntos con las características de la época.
Traducción de la firma: “Dominico Theotocopuli, 1578” (fecha de nacimiento del hijo del Greco, no del inicio de la obra).

Algunos autores la han definido como “no sólo es la obra cumbre del Greco, sino la obra maestra de toda la pintura”.
El Greco lo pinta en plena madurez artística. 
El cuadro tiene influencias de la pintura italiana de los juicios finales, de los Santos Entierros de Cristo de Tiziano. Y también influencias de los pensamientos de la época sobre la construcción visionaria e idealizada de la gloria celeste desde lo alto.
El Greco incluye personajes en tamaño real en el cuadro, cuadros dentro del cuadro —el martirio de San Esteban y los santos de la capa pluviales del obispo y el párroco—.
El lienzo planteaba no pocos problemas, incluso a pesar de las medidas que finalmente tuvo y que no fueron escasas y que supusieron un desafío para su autor. El tamaño y las dificultades que comportaba la realización de semejante lienzo, así como la brillante manera que demostró el Greco a la hora de resolverlas, por no hablar del prestigio que poseía entonces.
Es curioso como El Greco también pinta al señor de Orgaz con armadura lujosa, no humildemente envuelto en una mortaja o un hábito de mendicante, como era en realidad.
También es curioso, como consecuencia del manierismo, que no existe profundidad en la escena, por lo que no observamos ni suelo, ni fondo, ni casi podemos afirmar que la escena se representa al aire libre o en el interior de una cripta.
La luz existe casi exclusivamente en la parte superior. En la inferior, la luz proviene de las vestiduras.





Seguimos viaje a Segovia para hacer otro recorrido " a vuelo de pájaro" y luego recalar en Madrid ya de noche para alojarnos visitar la ciudad. Pasando por la Madrid ( Tomando una via de Circunvalación sin ingresar a la ciudad) alrededor de las 18 hs estaríamos arribando a Segovia. Nos esperaba un atardecer en la ruta manchega y mucho por ver aquel día que empezó muy temprano cuando salimos de Granada. El final de la jornada continuará!