miércoles, marzo 27, 2019

Mónaco un principado de lujo y ostentación

"Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir."
Honoré de Balzac (1799-1850) Escritor francés.


Temprano llegamos a la Gare de Nice Ville donde tomaríamos el tren a Montecarlo. Desayunamos en la sucursal de Paul , una cadena de cafeterías francesa con precios accesibles y deliciosas croissant. Y emprendimos rumbo al principado de Mónaco. La mañana anunciaba un día de sol pleno y mucho calor. Mónaco esta apneas a 20 km de Niza pero que suelen ser en auto fatales. Es mucho el congestionamiento y en tren se demora unos 30 minutos.
Poco después de las 9 hs estábamos bajando en la Estación Montecarlo, Desde allí hay caminamos por la calle Grimaldi hasta la Plaza de Armas de Mónaco con la intención de subir al Palacio del Principe. 
Es el segundo país más pequeño del mundo (el primero es el Vaticano), y como paradoja, es el primero en densidad de población. Un tercio de su población está formada por millonarios según las estadísticas....y realmente es fácil notar en cuanto uno pisa suelo monagesco. 

Hoy en día, Mónaco es un país independiente con una estrecha relación con Francia. A pesar de no formar parte de la Unión Europea sí ha aceptado el Euro como su moneda oficial. El especial régimen fiscal del Principado ha atraído numerosas fortunas a su territorio, que son las que configuran el ambiente propio de la ciudad. Y es que los monegascos no pagan impuestos lo que favorece que tengan el ingreso per cápita más alto del mundo.
La plaza de armas es un lugar muy animado con un mercado de flores y frutas frescas, muchísimos puestos de souvenirs y algunos bares de paso. Recorrimos el lugar y comenzamos el ascenso hacia el palacio. La subida es bastante importante, el calor era intenso al igual que el azul del cielo. A medida que fuimos ascendiendo las vistas se volvieron de película. Los puertos de yates , el Mediterráneo, los Alpespequeños y la edificación de Montecarlo eran una postal. Cada tanto nos deteníamos a tomar fotografías....y a descansar un poco porque no decirlo!




Palais Princier

Al llegar a la plaza que rodea al Palacio del Principe, fuimos a sacar los tickets para visitarlo.  El Palais Princier, es sede del gobierno de Mónaco. Esta construcción data del siglo XVI y está protegida diariamente por carabineros franceses, además de cañones donados por Luis XIV.

La visita no permite fotos ni videos dado que allí se aloja el Principe Alberto II y que es sede de su gobierno. Pasados más de 700 años de su construcción, el Palacio presenta al ser objeto de refacciones y anexados de nuevas construcciones,  una peculiar mezcla de estilos y decoraciones. Como partes destacadas están: Hoy en día es posible admirar los fastos de este palacio, por ejemplo el Patio de Honor, la Galería de Hércules la Galería de los Cristales, el salón y la habitación de York, el salón y la habitación Luis XV, la sala del trono, además de cuadros, frescos, tapices y muebles.

Cada día 11.55 a. m. se realiza el cambio de guardia, que fue unos minutos antes de que nosotros ingresáramos y al que no llegué a filmar pero es muy entretenido. La plaza que lo rodea llamada Plaza del Palacio tiene como condimento unas vistas panorámicas inmejorables de todo Mónaco y especialmente de su famoso puerto de yates Hércules. 

Datos útiles: el 2 de abril al 31 de octubre excepto sábado y domingo el Gran Premio de F1.
Abril, mayo, junio, septiembre y octubre de de 10 am a 18 pm (última entrada 17:30h)
Julio y agosto: de 10h a 19h (última entrada a las 18:30h)
Cerrado del 1 de noviembre al 1 de abril.
Adultos: 8 euros 
Niños (8-14 años), estudiantes: 4 euros 
Se pueden comprar entradas reducidas de precios para visitar el Palacio junto con el Museo Oceanográfico y con la Colección de Coches del Príncipe.

Nosotros compramos el combinado de entradas para ver la colección de coches. Pero lo visitaríamos un rato después....

Le rocher

En el casco antiguo de Mónaco también hay mucho para apreciar. Para empezar, su fisonomía: se trata de una zona llamada “Le Rocher”, en español, “la Roca”, un monolito de 141 metros de alto que es la postal del principado.
Esta parte está llena de callejones, plazas importantes y edificios singulares como el Palacio de Justicia y la catedral de la ciudad. Está consagrada a  San Nicolas, y además de ser muy hermosa y cálida, es gratuita y muy lujosa. Allí descansan los restos del Principe Rainiero ( padre del actual monarca) y su esposa Gracia Patricia mas conocida como la bellisma Grace Kelly. 

En lo personal fue una visita que me recordó a mi madre que desde niña me contaba la romántica historia de la bellisima actriz de Hollywood y el príncipe que la enamoró. De algún modo uno va construyendo su historia con lo que nuestros ancestros nos legaron y estar allí me hizo recordar a mi madre y cuanto le hubiera gustado conocer aquel pequeño país. Viajar es también conectar el pasado con el presente y sentir que andamos por el mundo con aquellos que ya no están pero  siguen presentes. 
Nos detuvimos a comer algo en unos puestos del casco histórico donde los precios resultaron bastante buenos y en realidad para compensar el calor agobiante almorzamos unas exquisitas ensaladas de fruta con abundante agua mineral. 
Seguimos nuevamente camino, en este caso volviendo sobre nuestros pasos.

Colección de coches del Príncipe. 

Esta es una visita imperdible para alguien que ama los autos. Guarda en su interior los automóviles de propiedad de todos los príncipes de Mónaco. Muchos aún en uso porque puede que una mañana el Alberto II de Mónaco tenga ganas de andar con alguna reliquia. Cosas de príncipes que nunca viviremos los mortales comunes!
Es sabido que esta ciudad es sede de Formula 1 con un circuito en sus propias calles desde hace muchísimas décadas ( casi cien años) y es en el mes de Mayo. 
El museo está situado en las Terrazas de Fontvieille .  A finales de los años cincuenta, el príncipe Rainiero III, apasionado del automóvil, empieza su colección de coches antiguos. Con el tiempo la va ampliando, y el garaje del Palacio del Principado se queda pequeño para albergar a un centenar de magníficos automóviles deportivos, monumentales, con carrocerías majestuosas, capós rutilantes, carrozas reales.
En 1993 el príncipe Rainiero III toma la decisión de exponer sus tesoros al público.
Esta exposición única en el mundo, con una extensión de cinco mil metros cuadrados, reúne más de un centenar de automóviles; del De Dion-Bouton de 1903 al Lotus F1 de 2013, pasando por los Hispano Suiza, Rolls Royce, Lincoln, Facel Vega, Delage, Delahaye, Packard, Humber, Napier, Ferrari, Maserati, Lamborghini, Alfa Romeo, el Lexus de la boda principesca de 2011 etc... Además de los coches de carreras que han marcado el Rally de Montecarlo y los F1 del Grand Prix de Mónaco.
Es inexplicable lo que se siente ante algunos de los autos que marcaron la historia del automovilismo pero también de los que vimos en escenas emblemáticas de cine o en transmisiones de bodas reales. 

Datos útiles: Abierto todos los días de 10:00 a 18:00 (entrada permitida hasta las 17:30)
(excepto el 25 de diciembre)
Tarifas
- Adultos: 8 €
- Niños de 6 a 16 años / estudiantes : 4 €
Su sitio web oficial que es interesante de mirar antes de visitar.

Montecarlo : 

Continuamos nuestra caminata de subidas y bajadas importantes para encaminarnos a la famosa ciudad de Montecarlo famosa por su rutilante casino y su activa vida de lujos por doquier. 
La arquitectura del casino es una joya en si misma. Obra del arquitecto Garnier que, entre otros monumentos, ha realizado la Opera de Paris. 

Sin embargo nuestra mirada se perdía mirando los autos que ostentaban muchos de los asistentes al casino y de los valet parking a los que les brillaban los ojos cuando se subían para acomodarlo en alguno de los lugares disponibles. 
Aún habiendo visto autos increíbles en el museo , esto era la vida real e impresionaba aún mas. Sucedió un episodio que jamás olvidaré. Wally lo presencio completo ( yo ví solo el final). 


Primero observa una joven parada en la calle al lado del auto de lujo con un dinero en la mano y mirando distraidamente el entorno durante varios minutos , todo indicaba que iba a subir al auto  e irse manejando pero no lo hacía.....De pronto del Hotel de Paris, un cinco estrellas imponente, con una escalinata pequeña con alfombra roja enmarcada en columnas clásicas, viene corriendo desesperado un muchacho con uniforme del hotel y le abre la puerta. La chica le da el dinero, sube y se va manejando. Nunca jamás imaginé que alguien no abriera la puerta de su auto con su mano....he visto o leído en revistas o diarios acerca de esta situación en muchas cuestiones protocolares de reyes europeos pero así, en la vida cotidiana.....sinceramente me provocó una sensación de incomodidad....de vergüenza ajena si se quiere. Yo entiendo que la desigualdad es parte de este mundo. Pero toparte de frente con ella tan groseramente duele. Algo no hemos hecho bien los humanos para que millones de niños mueran de hambre fue lo único que me venía a la cabeza y sin ninguna cuestión ideológica mas que un profundo humanismo me sentí por primera vez en un viaje fuera de lugar, imposible de comprender aquello....El lujo y la ostentación así como su contracara es algo que quienes viajamos solemos ver por el mundo....pero Montecarlo nos mostró su lado mas superficial e inútil. 

Entramos luego al casino para visitar la parte donde no están las salas de juego pero que son de una belleza arquitectónica y artística digna de recorrer . El complejo del casino es un sistema de juegos de azar que incluye también el Gran Teatro de Montecarlo, una ópera y una casa de ballet, y la sede de los Ballets de Montecarlo.
Es claramente de estilo Beaux Arts, un estilo imperial relacionado con Garnier (parecido al de la Ópera de París) y también conocido como estilo Segundo Imperio o "estilo Napoleón III".
Al salir de allí recorrimos la plaza y una galería de marcas internacionales muy de élite. Seguimos  por el camino hacia el centro comercial y con destino a su estacion de trenes; entre joyerías y autos alemanes encontramos un Carrefour para comprar algo fresco y un poco de comida. 
De regreso en el tren bajamos en la estación Eze sur Mer con la intención de visitar el pueblo de Eze muy recomendado en redes sociales pero el bus que subía ya no pasaba. Eran las seis de la tarde y habíamos perdido el último: las opciones eran caminar durante 50 minutos en altura ( para luego volver a bajar ) o disfrutar un rato de la pequeña playa con un mar azul infinito que estaba a menos de cien metros de la estación. Adivinaron: nos fuimos a la playa y luego retomamos el tren a Niza donde pasaríamos la última noche antes de partir a la Provenza Francesa. 
Pero ello es tema del próximo post.!Ahora les dejo un vídeo de 3 minutos de un largo día en Mónaco!





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