martes, julio 11, 2017

Una semana en Nueva York (día 1) : La llegada

"Capítulo uno: Él adoraba la ciudad de Nueva York. La idolatraba fuera de toda proporción. No, digamos que la romantizaba fuera de toda proporción. Mejor. Para él, sin importar qué estación era, ésta aún era una ciudad que existía en blanco y negro, y que latía al son de las melodías de George Gershwin. No, comenzaré de nuevo. Capítulo uno: Él era muy romántico respecto a Manhattan como lo era con respecto a todo lo demás. Medraba en el ajetreo y bullicio de las multitudes y el tráfico. Para él, Nueva York significaba mujeres bellas y hombres experimentados quienes parecían conocer todos los ángulos. No, no, banal. Muy banal para mi gusto. Intentaré profundizar más. Capítulo uno: Él adoraba la ciudad de Nueva York. Para él, era una metáfora de la decadencia de la cultura contemporánea. La misma falta de integridad individual que provocaba que tanta gente tomara el camino fácil convertía rápidamente a la ciudad de sus sueños en... No, va a parecer un sermón. Aceptémoslo, quiero vender libros. Capítulo uno: Él adoraba la ciudad de Nueva York aunque para él, era una metáfora de la decadencia de la cultura contemporánea. Cuán difícil era existir en una sociedad insensibilizada por, música estridente, televisión, delincuencia, basura. Mucho enojo. No quiero sonar enojado. Capítulo uno: Él era rudo y romántico como la ciudad que amaba. Detrás de sus lentes de armazón negro vivía el poder sexual de un felino. Esto me encanta. Nueva York era su ciudad. Y siempre lo sería." Woody Allen" Manhattan 1979


Volamos con destino a Nueva York a las 21 hs local de Buenos Aires una fresca tarde de mediados de invierno. Era un viaje muy especial. Volamos por LATAM Argentina con una conexión en Santiago de Chile que fue de menos de una hora .


Lu: Escala en el aeropuerto de Chile
 En esta oportunidad  nos acompañaban nuestros amigos de toda la vida,  viajeros de alma, Julian y María del Carmen  con los que ya habíamos andado de andanzas por el nordeste brasileño y cada uno llevó una de nuestras hijas. Realizamos una previa en Buenos Aires donde comimos, brindamos y miramos tramos de films emblemáticos de Nueva York y completo Desayuno en Tiffanys con la adorable Audrey Hepburn . Además de rememorar las clásicas series de la ciudad.

En nuestro caso viajamos con Luciana, ella es nuestra hija mayor, "antropóloga egresada de la UBA, docente, luchadora socialista, combinación interplanetaria de amor por la humanidad" según su propia definición en redes sociales. Viajar con ella es como hacerlo con una biblioteca integrada. Ofició de guía, mapa en mano por las calles de Manhattan con entusiasmo y energía descomunal. Su frase de cabecera nos llevó a que todos a coro nos preguntáramos : ¿ Estamos en Manhattan, que queremos conocer? y que la respuesta unánime fuera....tooooodo!
Allí íbamos todos tras sus hojas de ruta que nunca bajaron de los 11 km diarios. Y todos ,sin excepción,no solo lo resistimos sino que lo disfrutamos como locos.



Selfie: Lu y Agus en el Central Park

Ellos trajeron a su hija menor, Agustina, estudiando una licenciatura en Diseño y Gestión de Estéticas para la Moda, con ganas de absorber todo lo que esta ciudad ofrece a quienes entienden la estética de la indumentaria como algo no de pertenencia exclusivamente frívola sino también conceptual y como una manera de narrar acontecimientos que marcan épocas. Su futuro tal vez como ella lo desea esté en la Gran Manzana dentro unos años. Ella viajó ávida de conocimientos que puedan enriquecerla para su futuro. Extremada y detalladamente ocupada en su aspecto , fue como si viajáramos con una modelo de pasarela realizando su book fotográfico.  Su frase de cabecera fue......Ahhhhhh ( en tono de socorro!!) cada vez que se cruzaba con un local de Tiffanys, o cualquier otro de la Quinta Avenida.

En todo caso las dos le pusieron un plus de maravilla a la estadía en NYC. La mirada de cada una enriqueció y llenó de juventud a nuestro viaje haciéndonos muy felices.


Salon Priority Ezeiza 
Mientras estábamos los seis en el Salon Priority Pass del aeropuerto de Ezeiza esperamos con alegría y mucho brindis la hora de embarcar. La ansiedad era muy grande. Nos esperaban por delante una semana en Manhattan con las chicas y luego seguiriamos solos los cuatro hacia la Costa Oeste para visitar San Francisco, Los Angeles , Las Vegas y el Gran Cañon y luego volver dos días para despedirnos de NYC.

Ya no recuerdo, en lo personal,  cuantos años llevaba soñando conocer Nueva York, pero claramente eran varias décadas. No se exactamente cuando empecé a ansiarlo. Si cuando fui al estreno de Manhattan de Woody Allen, o cuando vi aquel videoclip de Lennon en el 74 en el Central Park, o tal vez cuando veía de niña con mi madre el film de los años 50  "Algo para recordar" en la TV y lloraba en el final con Cary Grant y Debora Kerr. Creo que esa película es la culpable de mis aficcion por las películas románticas.
También puede haber sido  cuando miraba incrédula por la televisión los noticieros que informaban el asesinato de Lennon frente al Dakota aquel horrible día de diciembre 80. Mi beatle preferido, tal vez alguien cuya ideología me haya marcado e influenciado mas que nadie.  En cualquier caso mi sueño siempre fue llegar al Central Park y caminar por esa ciudad tan cinematográfica. 
Aquella noche en Ezeiza estaba a pocas horas de alcanzar ese sueño. Luego de la conexión en Santiago cenamos en el avión y a pesar de mi ansiedad dormimos con Wally  plácidamente hasta nuestra llegada al JFK . Julian creo que miró pelis toda la noche y Mari y las chicas ni se sintieron. En el aeropuerto nos esperaba un transfer de la empresa GO Airlink NYC que consideramos lo mas adecuado dado la cantidad de personas y equipaje.

Como llegar al aeropuerto JFK (  Jhon F Kennedy) además de los transfer o los taxis es posible llegar a través del transporte público a costo bajo.  El AirTrain circula en ambas direcciones desde JFK hasta las estaciones Howard Beach o Jamaica por 5$. Desde allí, puedes cambiar a las líneas de metro A o E para llegar a Manhattan por sólo 2.75$. Esta opción te tomará alrededor de 1 hora y media y si llevas mucho equipaje después de un viaje largo no es recomendable. El coste total es de 7.75$ + 1$ por la MetroCard que luego te quedará para moverte en el metro o subway como le llaman ellos.

Mientras el avión comenzaba a descender empezamos a divisar la silueta de Manhattan en el horizonte y mi emoción empezó a desatarse, la canalice tomando fotos sin parar.



Una vez arribados al aeropuerto y pasados los controles de migración no había nadie con un cartel esperándonos como es habitual en otros aeropuertos, allí noté que había una central de Suttles ( transfer) donde nos contactaron con el nuestro y mientras salimos a la calle a abordarlo ví la fila de taxis amarillos y una sensación de júbilo me invadió.




En el camino Agustina probó su ingles conversando con el chofer que era muy amable preguntándole sobre alguna recomendación para ir a la playa. Entramos a Manhattan por el puente Ed Koch Queensboro pero lo noté mucho después. El puente de la gran película de Woody Allen claro homenaje a su ciudad amada. Antes de cruzarlo pudimos divisar parte del skyline del midtown y las siluetas del Empire State y el bellísimo Chrisler building. Y de pronto estábamos allí, rodeados de tráfico y taxis amarillos con sirenas de fondo y pasaban como en una película el Rockefeller Center, el Radio City para llegar a la Broadway y la 50W  donde se encontraba nuestro hotel. 


El Amsterdam Court, allí bajamos, el barrio se llama Hells Kitchen y está a cuatro calles de Time Square  y las chicas se fueron hacia su alojamiento en el metro. Era el Hi NY Citi Hostel que se encuentra en 103W y Av Amsterdam en el West Upper. 
Luego de dejar nuestro equipaje y hacer el check in nos encontraríamos con ellas allí.
El Amsterdam Court resultó un hotel muy funcional. La ubicación es fantástica porque esta a cinco minutos de Time Square pero no se ve afectado por el descomunal movimiento de la zona las venticuatro horas. 

No tiene servicio de desayuno pero si un lugar donde se puede traer comida y desayunar o cenar lo cual es fantástico.Si el clima lo permite se puede usar su terraza para los mismos fines.  A la mañana ofrecen café y te sin cargo. Alrededor del hotel hay muchos locales de comida al peso e incluso en la esquina una típica farmacia de 24 hs que además de todo tipo de productos (bebidas, frutas, chocolates, etc)  tiene medicamentos. Sobre la Av Broadway hay puestos de donas por la mañana y Starbucks o similares. Las habitaciones son pequeñas pero tienen lo necesario para quien solo estará allí para ducharse y dormir. Ambas cosas perfectamente. Tiene personal bilingue lo que hace mas  amable la estancia para quien habla solo español y son muy atentos. Todos los hoteles en New York tienen el check in a las 15 hs por lo cual en este caso nosotros pudimos dejar las maletas y salir a pasear. 
En el caso del hostel tiene un excelente servicio, está a pocos metros de una línea de metro y es muy limpio. Las chicas quedaron encantadas. Con el check in y las maletas sucedió lo mismo.

Alojarse en NY: Estar dentro de Manhattan significa un costo de alojamiento mucho mas caro que gran parte de las ciudades del mundo pero en mi opinión en indispensable alojarse allí si es la primera vez que vas a la ciudad. En Manhattan no hay alojamientos baratos pero si los hay de seis cifras la noche. Los hostel como el que menciono mas arriba son una buena opción con habitaciones y baños compartidos. Pero si prefieren algo privado hay que tener en cuenta que cualquier lugar dentro de la ciudad es seguro y cercano a una línea de metro o a los buses. Las distancias son cortas y muchas veces se puede caminar desde un sitio al otro disfrutando de la ciudad que tiene muchos atractivos. Los hoteles muy antiguos suelen costar un poco menos pero la mayoría tiene muchas deficiencias. Hay hoteles mas accesibles en el Lower Manhattan o en Chelsea .
Los hoteles en Time Square propiamente dicho pueden complicar el descanso nocturno.  
En cualquier caso lo que pueda ser un hotel barato en Manhattan es equivalente a un cinco estrellas en Las Vegas o en otras tantas ciudades del mundo. 
Si viajan mujeres solas hay ciertos alojamientos de religiosas que son mas accesibles y tienen régimen de desayuno pero baños compartidos, hay uno en Chelsea. 
Si optan por irse de Manhattan tengan en cuenta que hoy Brooklyn es un destino que también se ha vuelto caro. New Jersey o Queens sobre todo pueden ser mucho mas económico pero tendrán que pasar varias horas al día dentro del transporte público. 




Una vez dejadas las maletas en el hotel salimos hacia la Broadway y caminamos hacia Time Square los cuatro alucinados. En cuanto ví la primera chimenea a pocos metros de la salida del hotel no lo podía creer. Siempre que uno vea en la calle vapor saliendo de las chimeneas naranjas y blancas se trata de una fuga que esta siendo reparada una fisura en la cañería y se instalan para evitar que la gente se queme o quite visibilidad al tránsito. 

El sistema de vapor de la ciudad de Nueva York es un sistema de calefacción urbana que lleva vapor desde las estaciones centrales de energía bajo las calles de Manhattan para calentar, enfriar, o entregar energía a grandes edificios o negocios. Algunos negocios de Nueva York también utilizan el vapor para limpiar y desinfectar.


La New York Steam Company comenzó a entregar sus servicios en el Bajo Manhattan en 1882. Actualmente, Consolidated Edison opera el sistema de calefacción urbana comercial más grande del mundo, actualmente conocido como Con Edison Steam Operations, la cual entrega servicios de vapor a casi 2.000 clientes y sirve a más de 100.000 establecimientos comerciales y residenciales en Manhattan desde el Battery Park en el extremo sur de Manhattan hasta la Calle 96 por el norte. Casi 13,5 millones de toneladas de vapor fluyen a través del sistema cada año.



En lugar de tomar el metro numero 3 en la 51 para llegar hasta el hostel caminamos hasta Time Square a retirar los New York Pass  en nuestro caso los tomamos por cinco días y los compramos unos cuantos meses antes en la web cuando había una promoción por lo cual es bueno estar atento. Y estaríamos siete días de corrido lo cual fue un acierto. El pass no incluye transporte público ni entrada al Word Trade Center. Tampoco la Corona de la Estatua de la Libertad pero si el pedestal y el ferry al igual que la visita a la Governors Island y su museo . Luego cualquier atracción que se les ocurra está incluida. 
Time Square siempre tiene distintas atracciones además de las carteleras luminosas y los personajes para tomarse fotos. En nuestro caso había algo así como una comparsa y un escenario montado mas un piano en medio de la calle. Plena mañana y la locura de esa calle parece insuperable. Admirados por tanta energía que te rodea subimos la escalinata y luego caminamos hacia el reloj.  Las chicas nos esperaban pero el lugar nos retenía, no nos queríamos ir, los cuatro nos sacábamos fotos y nos abrazábamos felices estar allí. Las sirenas no cesaban, ambulancias o bomberos cada pocos minutos, pronto nos dimos cuenta que eso era lo habitual e incorporamos el sonido a nuestros oídos.  El día era espléndido, luminoso y la temperatura no pasaba los 27 grados. Entramos al metro y subimos en dirección al Up hasta la 103. Cuando llegamos al hostel las chicas estaban esperando. Se habían cambiado y estaban listas para comerse la ciudad. Caminamos un par de calle y nos perdimos por el Central Park...pero eso es cuestión de otro post!
Les dejo un vídeo resumen de lo contado de menos de un minuto. 



Volamos por LATAM Argentina
Nos alojamos en Hotel Amsterdam Court 226 W 50th St, New York, NY 10019, EE. UU.
Teléfono: +1 212-459-1000
Y las chicas en el HI NYC Hostel 891 Amsterdam Ave, New York, NY 10025, EE. UU.
Teléfono: +1 212-932-2300

















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