martes, julio 30, 2013

El duelo






Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores."

ELEGIA , Miguel Hernandez (fragmento)


El duelo. Tenés que hacer el duelo. Es una frase que escuché tantas veces, y seguramente otras tantas dije.
Cuando uno habla de duelo refiere a la primera persona del verbo “doler” del singular del modo indicativo. Es decir...yo duelo. A mi me duele se dice habitualmente. Pero hay otro significado en el diccionario de la palabra duelo y es: “Enfrentamiento entre dos, muy disputado, en el que cada uno busca la derrota del contrario”.
Por primera vez me pregunto ¿que es hacer el duelo? ¿como se hace? ¿se aprende en algún lado? ¿Cuando comienza? ¿ Cuando termina? Muchos dirán que la terapia es una gran ayuda y es probable.
Si el duelo es un enfrentamiento entre dos , hay un adversario que hipotéticamente es la muerte. Y entonces yo en una disputa muy intensa debo buscar derrotarla. Siguiendo esta definición siento que estoy perdiendo la batalla antes de comenzarla, que mi adversario tiene las cartas marcadas.
Pero el instinto me lleva a seguir peleando. Es que el adversario es misterioso y de algún modo atractivo. Y suele noquear hasta el mas fuerte.
Ensayo otro camino y repregunto a esta hoja en blanco virtual ¿cuando comienza el duelo? Entonces me doy cuenta que tienen que pasar algunas horas pero no muchos días para que uno desafíe a su más íntimo dolor. “Entonces dónde estabas? entre qué gentes, diciendo qué palabras? Porque se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste y te siento lejana?” ha sabido escribir Pablo Neruda en su Poema 20.
Cuando se vuelve a la rutina cotidiana allí es imbatible el adversario. Porque no estas aquí , en el lugar de siempre. Porque no puedo verte ni escucharte. Porque no puedo acariciarte. Y allí comienza el duelo, la lucha desigual , cruelmente necesaria de darle tiempo al dolor su máxima expresión.
Entonces me doy cuenta que el duelo dura lo que el sufrimiento aguante. Y si de tanto dolor se puede continuar hacia adelante entonces la batalla no se pierde aunque jamás se gane.
Transitar este duelo me hace fuerte a pesar de tanto llanto.
Es posible que el duelo no se aprenda. Es posible y casi certero que haya que transitar en esta vida muchos duelos. Pero la calma llega cuando uno se hace fuerte ante el dolor. Cuando la batalla mas importante la ha dado antes del duelo y de la muerte.
Sabrán que estoy atravesando el duelo del adiós a Guaicu mi ovejera de nueve años que repentinamente se fue de gira. Y a la que tuvimos que ayudar a despedirse. Guaicu está en un cielo de diamantes. Desde allí brilla con su luz y mientras yo hago el duelo la imagino radiante corriendo en una playa junto al mar llena de vida, libre, feliz....Es que tanta lealtad, tanto amor desinteresado y tanta bondad sólo puede ser luz infinita. Y siempre vida. Esa que a veces, de tan obstinada nunca abandona la partida. No conoce de duelos. Es un amor eterno, universal.
Afronto el desafío. Me batiré en duelo con la muerte. Quiero decir me batiré a duelo conmigo misma. Porque yo duelo. Porque una vez mas la batalla es conmigo misma.

Hace click aquí para ver a Guaicu, la reina de Gesell






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