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viernes, noviembre 17, 2017

De San Francisco a a Los Ángeles : visitar Hollywood

 “Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”. – Cesare Pavese


Temprano por la mañana compramos algo para desayunar y nos sacamos unas fotos con algunas casas de San Francisco que quedarán por siempre en nuestra memoria. 
antes de partir pasamos por el Pier 39 a visitar el Hard Rock Café del cual como todos nuestros amigos y lectores viajeros saben colecciona pines.

Era una mañana radiante y nos esperaba una larga hoja de ruta que pasaría por Los Angeles y terminaría en Las Vegas.


El Pier 39 de San Francisco es el muelle mas popular y comerciar de todos. Es coqueto y pintoresco. Una especie de shopping al aire libre y lleno de hay tiendas, restaurantes, una galería de vídeo, actuaciones callejeras, un centro interpretativo para el Centro de Mamíferos Marinos, el Acuario de la Bahía, paseos virtuales en 3D y los leones marinos de California situados en los muelles del puerto deportivo de Pier 39. En el puerto deportivo se encuentra, también, el restaurante flotante Forbes Island. El entretenimiento orientado a la familia y la presencia de los mamíferos marinos hacen de éste un lugar turístico popular para familias con niños.




Dejamos atrás Cisco como gustan llamar los
californianos felices por todo lo que habíamos vivido en apenas dos días. Tomamos la I9 que es la autopista mas rápida para hacer un poco mas de 600 km que nos dejarían en el Boulevard de Hollywood.

El camino es por momentos entre acantilados y lagos.
 También se pueden ver  en la ruta los enormes camiones americanos, señalización de poblados que nos remiten a series o películas americanas como por ejemplo Santa Clarita (ni locos entramos jajaja!), casas rodantes. La ruta está impecable y la mañana estaba espléndida. Y estábamos bien aprovisionados! Marí custodiaba la Corona familiar que llevábamos en el camino. 
En la entrada de la ciudad  un nudo complejo de autopistas nos recibió bastante libre de tránsito.

Poco antes de llegar vimos un antiguo parque de diversiones a la vera del camino. Siempre me llaman la atención esas estructuras de hierro de las montañas rusas gigantes, deben ser reminiscencia de la infancia de la cual recuerdo el mítico y el Ital Park también otros más pequeños del interior argentino. Parece que por allí son muy exitosos aún . Este se llama Six Flags Magic Mountain. 




No sé ustedes, por Hollywood yo esperaba ver un  lugar donde todo es brillo y glamour.
Lejos de aquello cuando bajamos en el Boulevard ,donde aparecen las primeras estrellas en el piso y una infinita fila de palmeras hasta el horizonte, justamente lo que no se ve es esplendor.

Acerca del Paseo de la Fama 

En 1958 fue creado el paseo de la fama de Hollywood desde la calle Gower a la avenida La Brea. La primera estrella fue puesta en 1960 como tributo a los

artistas que trabajan en la industria del cine. Actualmente se extiende hacia la calle Vine.
En su suelo están colocadas hoy  más de 2500estrellas de 5 puntas con los nombres de celebridades a las cuales la Cámara de comercio de Hollywood honra por su contribución a la industria del cine o las series, el teatro, la música y la radio.
El paseo de la fama es mantenido por la Hollywood Historic Trust. Para que una persona pueda obtener una estrella, debe estar de acuerdo en acudir a una ceremonia de entrega en los siguientes cinco años, y debe pagar una cuota de 200 dólares por costes tales como seguridad en la ceremonia de entrega. En 2003, un reportaje en la cadena de televisión FOX News aseguraba que las cuotas eran habitualmente pagadas por patrocinadores (estudios cinematográficos o compañías discográficas) como publicidad para algún nuevo proyecto de la persona homenajeada. En otras ocasiones, la tarifa es pagada por un club de fanes o por la persona u organización premiada.





A lo largo del Boulevard  nos detuvimos en una


esquina para comprar unos souvenir a unas escasas cinco calles del lugar donde se encuentra el núcleo de todas las atracciones. 

Luego fuimos a la famosa calle donde está el Teatro Dolby y todos los personajes callejeros disfrazados de cuenta película de Hollywood recuerden. La diferencia entre este y los de Times Square en New York es que aquí son decadentes y tienen una actitud prepotente y poco amigable. Por momentos se olvidan de su  personaje se pelean entre ellos. 

En medio de aquello se puede ver los típicos descapotables deportivo cruzar las avenidas, también a cada paso hay gente muy joven realizando de fotos o pequeños producciones visuales. Soñando ser estrella de la industria más codiciada se instalen allí y luchan en una selva muy hostil. 

Acerca del Teatro Dolby


El Teatro Dolby  desde su apertura el 9 de noviembre de 2001 el teatro ha sido la sede de la Ceremonia de entrega de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas Americana, los Premios Óscar, que se celebraron por primera vez en el teatro en marzo de 2002, convirtiéndose desde entonces en la primera sede permanente de los premios. Fue construido y diseñado para tal fin aunque el resto del año se utiliza para conciertos de diversos artistas, como por ejemplo, Céline Dion, los Dixie Chicks, Elvis Costello, Barry Manilow, Barbra Streisand, Paul McCartney, e incluso musicales de Broadway. Tiene capacidad para más de 3.400 personas, divididos entre la platea y los tres niveles de balcones, y es uno de los escenarios más grandes de EE.UU. (36,5 x 27,5 m). La sala de prensa situada detrás del escenario tiene capacidad para más de 1.500 periodistas.

La entrada al teatro está flanqueada por columnas en las que se muestran las películas ganadores del premio en la categoría de Mejor película desde 1928, y con algunos espacios vacíos para futuros películas ganadoras del premio.

Para no volver a parar en el el auto baje en la puerta del Hard Rock a comprar unos pines para Wally que está altura todos saben los colecciona con devoción. Y quedamos en que me levantaba en el esquina , para entrar al Hard Rock que está a pocos metros del Teatro Dolby tuve que empujar Spiderman, esquivar la espada del capitán Sparrow y algo asustada escapar de Linterna Verde .
Entre y compre lo más rápido que pude. 

Al salir trate de divisar la camioneta en la esquina pero había dos grande buses en doble fila que me tapaba la visión, camine hasta allí mirando el piso y disparando una foto por cada estrella que rezaba el nombre de alguien que admiraba. 
La primera estrella que ví fue la de Vivien Leigh, creo que  mi madre amaba "Lo que el viento se llevó mas que ninguna otra película en el mundo".
 Hay momentos mágicos en la vida y en los viajes. Cuando disparé el click sobre la foto pensé en ella y su admiración por Scarlett O Hara y una vez mas sentí nítidamente que me estaba acompañando. Siempre recuerdo cuando fuimos juntas con ella y mi cuñada Lili a ver la película en su reestreno mejorando el color en 1989 si mal no recuerdo. Era en un cine sobre la calle Cerrito aproximadamente entre Lavalle y Tucumán del que no puedo recordar el nombre. ¿Alguien lo recuerda? Sea amable y deje la respuesta en los comentarios! Dieron las dos partes, creo que fue la película mas larga de mi vida. Pero que manera de llorar! 
Volviendo a mi caminata  luego vi la de  Quentín Tarantino ( increíble!) y  Ricki Martin, Mick Mouse, Jack Nicholson, entre otros. 

Así llegue hasta la esquina y la camioneta no estaba.
De acuerdo lo que yo había entendido seguirían derecho hasta donde pudieran parar más adelante a esperarme. Así que comencé a caminar ...me crucé con una chica tomando una foto a la estrella de David Bowie con devoción y pasadas tres o cuatro calles decidí algo inquieta decidí volver. Lo hice por debajo de la línea del cordón de la acera. Me extrañaba porque ya no había casi tránsito y no los veía.  





Cuando llegue a la esquina con mi habitual capacidad de abstracción ( formas elegantes de decir que soy distraída....)  me vi  a mi misma y pensé : Y aquí estoy perdida,  (con un dosis mínima de incertidumbre) en una esquina en Los Ángeles , mirando fijo cada auto y buscando el logo de la marca de la camioneta ,  y sin celular....el atardecer tornaba algo dorado a las fachadas de los edificios, y ésta le daba brillo a las palmeras con su movimiento apenas perceptible. Solo en una película podría suceder tal escena....pero era la vida real y yo estaba perdida en Hollywodd y buscando un BMW! 

En fin… Esa imagen me divirtió Y perdí por completo la incertidumbre, volví al Hard Rock y allí vi a Juli dando vueltas en medio del loquero. Le grité pero no me escucho, finalmente me acerqué a él mientras escuchaba a Robocop quejarse a La Mujer Maravilla.. Subimos a la camioneta y lo más pronto que pudimos subimos las empinadas colinas para ver el famoso cartel de Hollywood. Era imposible parar y la fila de todos los autos del mundo pretendían lo mismo:  llegar al observatorio. De todos modos el atardecer entre las ondulaciones de la montaña que nos brindó la tarde fue fabuloso. 

La noche se nos venía encima y con Wally decidimos bajar y correr hasta el mirador pero ya casi no había luz natural. Nos costó encontrar el cartel porque incluso desde el observatorio se ve muy alejado. 
La luz impidió que sacáramos buenas fotos, el cartel es tan poco glamoroso  y además no tiene luces para divisar lo por las noches. Es casi un despropósito, una gran contradicción en sí mismo. De todos modos su historia tiene curiosidades que les dejo aquí escritas. 

Acerca del Cartel de Hollywood:


Hollywood Sign es el nombre con el que se conoce al famoso letrero gigantesco situado en una colina conocida como Monte Lee, que forma parte del Parque Griffith
El cartel original se instaló en 1923 y originalmente ponía "HOLLYWOODLAND". Su cometido era hacer publicidad de una nueva urbanización que se estaba construyendo en las colinas cercanas al distrito de Hollywood, en Los Ángeles
El cartel fue oficialmente inaugurado el 13 de julio de 1923, pero no se tenía intención de que fuera permanente, sino que se pretendía mantenerlo instalado durante año y medio,​ pero el desarrollo del cine americano en Los Ángeles durante la era dorada de Hollywood lo convirtió en un símbolo reconocido internacionalmente, y se mantuvo allí.

Durante más de medio siglo, el cartel sufrió un elevado número de daños y deterioros. Perdió su letra H en una oportunidad en que el conductor de un Fort A ebrio se entrelló contra ella en los años 40.
Finalmente, la primera O se rompió pareciendo una u minúscula y la segunda O se cayó completamente, haciendo que el ruinoso letrero se leyera como "HuLLYWO D".
El cartel deteriorado aparece en la película de 2012 Argo, sin embargo la película está ambientada en 1979-1980 y el cartel fue restaurado en 1978, por lo que es históricamente inexacto.
En 1978, en gran parte debido a la campaña para restaurar el letrero por parte del artista de rock Alice Cooper (que donó dinero para reparar la O que faltaba), la Cámara decidió reemplazar el deteriorado letrero por otro con una estructura de mejor calidad. Nueve donantes aportaron 27.700$ cada uno (sumando un total de 249.300 $) para financiar la fabricación de letras de acero con una garantía de larga duración. 


Las nuevas letras tenían 13,7 metros de altura y pasaron de 9,5 a 12 metros de anchura. El nuevo cartel fue descubierto en el 75 aniversario de Hollywood, el 14 de noviembre de 1978, ante una audiencia televisiva de 60 millones de espectadores

Ya de noche, emprendimos el regreso bajando hacia la ciudad   para detenernos en una estación de servicio y aprovisionarnos de combustible y alimentos. Y escapar por las rutas del oeste en busca del desierto de Nevada. Teníamos unos 450 km por delante atravesando lateralmente la Reserva Natural de Mojave ( de día se puede hacer en una ruta que la atraviesa en el medio). 

Cuando entramos a Nevada el desierto era tan oscuro como luminoso su cielo estrellado. Recuerdo que mientras las miraba por la ventana del auto pensaba en la infinitud del cielo y la pequeñez de nuestra humanidad tantas veces hostil en el planeta. Nunca voy a entender porque el hombre cree ser superior a otros seres vivos o entre ellos mismos....la naturaleza tiene la respuesta perfecta para imponer su grandiosidad. Lástima que casi no la vemos. 
La madrugada le daba un toque especial , algunos dormían de a ratos, finalmente quedamos el conductor que era Julian y yo para ver los primeros anuncios luminosos en la ruta de moteles, ranchos y casinos.....la primera ciudad es Paradise pero ya en el horizonte se erigían la gran ciudad de Las Vegas totalmente iluminada. Fue emocionante ver como aparece de la nada una ciudad semejante en el desierto. Despertamos a Marí que estaba comenzando a vivir su sueño....Pero este es tema del siguiente posteo donde les contaré como se viven tres días en la ciudad mas loca del mundo. 

martes, noviembre 07, 2017

Un día en San Francisco ( y después nada será igual)

"Todavía nos quedaba mucho camino. Pero no nos importaba: la carretera es la vida." Jack  Kerouac 

La noche anterior apenas llegamos al motel de San Francisco con Mari preguntamos al conserje donde nos recomendaba desayunar mientras los muchachos dejaban el auto en el garaje.

No sé muy bien porque pero yo entendí enfrente no vayan, mejor en la siguiente cuadra a la derecha.
 A la mañana, con Wally nos despertamos muy temprano Y decidimos dejar descansar a nuestros amigos un rato más y esperarlos desayunando donde me habían recomendado.
 Llegamos, se llama Home Plate y el lugar no era muy atractivo, tenía la particularidad de que desayunaban allí más locales que turistas. A la hora de ordenar el desayuno estábamos un poco confundidos. En cualquier caso decidimos combinar dos ideas distintas y compartirlo.

Wally pidió un café con leche con panceta, huevo, etc y yo un waffle que cuando lo trajeron, recién hecho, bien calentito, traía encima media bocha cual helado pero de manteca que comenzaba derretirse entre las hendiduras de ese enorme Waffle y por si eso no alcanzaba, me llegó una jarra con miel para agregarle. Fue el desayuno más extraño que hayamos comido, una mezcla que se parecía más a un almuerzo mezclado con una merienda y que terminamos hasta la última miga.
Cuando volvimos al hotel mientras esperábamos que bajaran a desayunar, salimos a dar un par de vueltas con el auto alrededor del hotel. Cuando nos avisaron que estaban desayunando volvimos pero no los encontramos. Ahí nos enteramos que estaban desayunando enfrente porque Mari habia entendido que el lugar era ese. Cuando llegamos el  lugar era realmente impresionante por el estilo, que si bien era muy turístico también era muy divertido. Tenía rocola, cuadros, una barra bien americana, etc. y habían desayunado bastante bien, no tan bruto como nosotros pero como lugar era bonito decidimos quedarnos un rato sacando fotos. Se llama Mel ¨s Drive in 



Así arrancamos nuestro segundo día en San Francisco.
Fuimos a Fisherman´s Wharf, la zona vieja del puerto que conserva 
cierta autenticidad. En 1853 se construyó en esta zona el primer puerto de San Francisco; rápidamente se convirtió en un importante centro marítimo de distribución de pescado fresco hasta que, en 1950 con la llegada de la tecnología moderna, la zona de la bahía entró en decadencia.



Hoy es una zona muy animada de la ciudad que cuenta con muchas atracciones como una importante cantidad de lobos marinos en su orilla, un acuario y también un submarino para visitar. Todas atracciones ideales si van con niños!
Mientras esperamos que los muchachos estacionaran nos quedamos con Mari caminando por el embarcadero  y llegamos hasta la orilla donde un músico callejero hacía bailar a los turistas al ritmo de canciones populares americanas.
También tomamos unas fotos de la prisión de Alcatraz ya que desde allí hay una vista magnífica. Nosotros decidimos no ir a visitarla por una razón de tiempo. Había que dejar algunas cosas y esta fue una. A pesar que la consideramos de mucho interés e incluso llegamos a barajar la posibilidad de realizar la visita nocturna que además permite la vista de la bahía desde el mar pero finalmente como ustedes sabrán siempre dejamos algo para la siguiente vez, es casi un ritual de nuestros viajes. En realidad cuando elegimos un destino de viaje tenemos claro que (sobre todo en ciudades importantes con mucha historia) no podremos ver todo. Bajo esa premisa armamos una hoja de ruta.


 Es posible que no sea la mas adecuada para todos por eso en general les contamos acerca de lo que vemos y de lo que no.  Nosotros evaluamos que la vista desde Sausalito reemplazaba perfectamente la de Alcatraz de noche pero si ustedes están por visitar la bella Cisco tengan en cuenta la visita a la cárcel mas famosa del mundo. Tampoco anduvimos en tranvía pero si fuimos a la parada en este puerto y nos tomamos fotos con él. 



Cuando nos encontramos con los muchachos  anduvimos visitando los negocios de souvenirs y artículos vintage. Es una zona muy entretenida, con marisquerías populares ( nosotros estábamos aún sin digerir el desayuno) llena de turistas pero también de homeless . Sorprende la cantidad de personas en situación de calle realmente indigente. Sé que hay planes de ayuda como la construcción de galpones pero no logran evidentemente la cantidad necesaria. Se percibe a través de ellos un espíritu muy peculiar de la ciudad que lleva como una marca genética si consideramos que allí comenzó el movimiento beat y el movimiento hippie. De todos modos hablaré mas adelante de eso con mas detalle.
Tranvía , autos locos, un frenético mundo nos rodeaba mientras
Wally comenzaba a enamorarse de los lugares con objetos antiguos y recién comenzaba a descubrirlos. San Francisco tiene tanto de posmodernismo tecnológico como de revival de los años sesenta. Es la ciudad mas limpia y pulcra que haya conocido. Sus casas parecen una escenografía montada por la perfección de sus fachadas y sus espacios verdes. Al mismo tiempo los homeless y algunos barrios mas populares aparecen como la contracara de la misma moneda. Son esencialmente una, pero una ciudad que fascina por la manera en que produjo tal mistura casi sin fallas.
Compramos muchos souvenirs e incluso algunas prendas porque los precios eran muy accesibles comparados con Nueva York y había algunos objetos muy tentadores.
Armaré un video de las fotos en esos locales que le tomamos a Wally porque es impensable subirlas todas aquí y creo que vale la pena.

De allí nos fuimos a otro de los puntos para observar el Golden
Gate llamado Fort Poin, un antiguo fuerte muy interesante. El lugar tiene estacionamiento para los autos lo cual hace mas amable la visita. Por otro lado es para mi la vista mas cercana pero también mas impactante del puente donde se puede observar con mas claridad su magnificencia. Tiene un área de servicios y una escalera empinada por la cual se puede acceder entre un corredor de flores a cada lado al Centro de Atención de Visitantes del Puente y al área del parque. 

Después de sacar otra cantidad importante de fotos (aquí también hay muy buenas vistas de Alcatraz) bajo un cielo azul perfecto, con la brisa del mar como compañía permanente partimos hacia el siguiente destino. Siempre que estas a orillas de la bahía hay gaviotas, cientos de gaviotas que forman parte del paisaje y lo embellecen. Para los que andan con comida en la mano es aconsejable alejarse de ellas porque están acostumbradas al contacto con la gente y les gusta robar alimento. Son muy grandes y realmente bellas.


Nos perdimos por las calles de San Francisco, esas empinadas y tan recordadas de las persecuciones en los films de acción que la tuvo como protagonista.

La siguiente parada fue el descomunal Barrio Chino, es una infinita
 cantidad de tiendas y restaurante típicos con un flujo de gente y de autos tremenda. Los farolitos chinos y la oferta de verduras de su tradición lo convierten en un lugar bastante desprolijo y cuando uno entra por sus calles parece no esta mas en la ciudad. 

Una curiosidad : por extraño que pueda parecer, las típicas galletitas de la fortuna que dan en los restaurantes chinos no fueron inventadas en China; Las primeras galletas de la fortuna fueron horneadas por primera vez en San Francisco. Es realmente el Chinatown mas grande del mundo.

Desde allí partimos hacia al parque Alamo Square para ver a las famosas Painted Ladies.
 Las Damas Pintadas es un término utilizado en la arquitectura estadounidense para designar a las casas de estilo victoriano y eduardiano pintadas en tres o más colores para embellecer sus detalles arquitectónicos. Entre 1849 y 1915 fueron construidas en San Francisco casi 50.000 casas de este estilo. Precisamente éstas se encuentran en  los números 710 a 720 de Steiner Street. Se las puede observar desde el parque que además es un lugar elegido para pequeños picnics de los turistas que se acercan. 

Esta zona es parte de un gran barrio llamado Alamo Square. Y que tiene muchas construcciones similares. Aunque la vista que se tiene desde la loma (todo es empinado!) del parque es muy especial porque otorga una postal colorida que deja ver a los lejos los rascacielos modernos de la ciudad y estas casitas son un relieve en el paisaje que provoca un interesante contraste.
No lleva mas que unos minutos pero vale la pena visitarlas.


De allí nos dirigimos al plato fuerte del día para nosotros : el barrio de
Haight Ashbury. Este distrito se hizo famoso por ser la zona principal del movimiento beatnik de finales de la década de los 50. Y vio nacer el Flower Power en los 60 .
En la intersección de las calles Haight y Ashbury, comienza el llamado barrio hippie o bohemio, donde surgió la contracultura del flower power y que muchos músicos de la época elegían para vivir. Janis Joplin, Jefferson Airplane, o la banda The Grateful Dead (710 Ashbury St.) eran vecinos en la zona de las casas más lindas y son una atracción en sí mismas.
La de Janis es fácilmente reconocible por sus intensos colores en Azul cobalto y detalles violetas. También la antigua casa de columnas de los Jefferson (2400 Fulton St), que la banda pintó de negro, y la de la mítica banda californiana tiene stencils en la vereda con la cara de los músicos que indica cuál era su guarida.

El corazón comercial del barrio es Haight Street, donde se ubican tiendas de ropa vintage, disquerías de culto como Amoeba Music, salones de tatuajes y piercing, bares alternativos, mercados orgánicos, etc.
Si queres pasear por uno de los lugares con gente con mas onda del universo este es tu lugar. Músicos callejeros, bohemios, todo en sintonia de paz y amor, con aroma a pachuli que flota en el aire. Nosotros lo visitamos al mediodía pero me han dicho que de e noche el ambiente puede ser un poco más bizarro, no tan pintoresco.

De hecho almorzamos en un hamburguesería (¿ Dónde sino?) llamada Burger Urge justo en la esquina de Haight Street  y Clayton. Ya sus murales son un espectáculo y adentro su decoración muy rockera de los sesenta es un espectáculo. Las hamburguesas eran exquisitas y los precios muy buenos. 

Luego salimos a recorrer locales de ropa usada de los viejos tiempos y casas de música donde Julian  y Wally estuvieron  probando instrumentos. Realmente no daban ganas de irse de allí, pasamos parte de la tarde. En una feria americana quería comprar una campera para la hija de Mari pero a ella no le gustaba nada y no la convencí ni yo ni la niña por whats app . 

Llegamos a esta ciudad exactamente cuando se conmemoraban el cincuenta aniversario del verano del amor. y convirtió a esta ciudad californiana en un lugar para la utopía, los deseos de paz, la liberación sexual, la experimentación con las drogas y la revolución musical surcando las aguas de la psicodelia.

El "Verano del Amor", uno de los grandes hitos del movimiento hippie y la contracultura de los años 60, reunió en el barrio unas 100.000 personas que sacudieron las convenciones sociales de EE.UU. y abrieron una alternativa vital para una juventud que miraba con desconfianza a sus mayores.

 Ya era conocida por cierta tolerancia racial, por ser el refugio de la generación beat y por el activismo político en torno a la universidad de Berkeley.
Sin embargo, el "Verano del Amor" murió por su propia fama y terminó por convertirse, con el paso de los meses, en una atracción turística por el exceso de gente que acudía y por la exposición ante los medios.

El 6 de octubre, activistas de Haight-Ashbury oficiaron un funeral simbólico por la muerte del movimiento hippie, que dirigió sus pasos hacia el campo y la vida alejada de la ciudad . Pero lejos estaba el fin: el macrofestival de Woodstock en la costa Este sorprendería al mundo tan sólo dos veranos después.
Y hoy además del símbolo de la paz, la cultura ecológica, una nueva mirada de la sexualidad, los megafestivales de música, entre otras cosas, siguen siendo un legado de aquel verano del 67.
Tuvimos la posibilidad de conversar con personas que viven allí desde aquellos tiempos y el solo verlos emociona.

Hay un gen seguramente en la vida de cada ciudad o estado. California ha sido claramente influenciada por estos acontecimientos hasta el día de hoy.
Fue muy difícil irnos de ahí, pero también es uno de los recuerdos dorados de nuestros viajes. Aún se me eriza la piel mientras escribo y recuerdo aquella tarde. Y siento un agradecimiento a la vida que nos permitió vivirlo.


 
Pero el día aún no había terminado y quedaban por delante mas momentos ansiados y soñados durante años.
Seguimos viaje y al norte de la Chinatown aparece la Pequeña Italia de San Francisco, mas exactamente en el cruce de Columbus Ave y Broadway.

Los edificios que componen el barrio italiano son diferentes de los
del resto de la ciudad; se caracterizan por su gran encanto y colorido, y en algunos casos están decorados con impresionantes pinturas.


Nuestra meta era el Bar Vesubio y mientras caminamos por sus calles pudimos percibir un ambiente muy bohemio pero lleno de restaurantes italianos, algunos locales nocturnos de streap y muchos cafés. 

Luego de llegar al final ( algo me llevó bastante tiempo) del libro de Jack Kerouac " On the Road" nada quise mas en el mundo que llegar a este lugar. 
Está exactamente en el 255 Columbus Ave justo cruzando un callejón .
El bar fue fundado en 1948 por Henri Lenoir, y fue frecuentado por varias celebridades de Beat Generation como Jack Kerouac , Allen Ginsberg , Lawrence Ferlinghetti y Neal Cassady , así como otras figuras culturales notables como , Bob. Dylan  y Francis Ford Coppola .
 En la década de 1970, el bar fue vendido por Lenoir a Ron Fein, quien murió en 1985, y todavía es operado por la familia Fein 
El callejón común compartido con City Lights ( una librería increíble!) originalmente se llamaba "Adler" pero cambió su nombre a "Jack Kerouac Alley" en 1988. El callejón fue remodelado y convertido en peatonal en 2007.
Conserva la mística de su origen en cada espacio. Nos sentamos en la barra y cruzando la mirada con con la foto de Keourac muy jóven enmarcada en la pared pedí un martini y Mari una copa de champagne mientras los muchachos recorrían el bar. Luego se sumaron y brindamos por estar allí. Recuerdo cada sonido del ambiente, cada luz y el aroma de aquel trago que nos llenó el alma. 

Ese día de junio fue una bendición. Salimos de allí eufóricos. En el camino un italiano nos dijo que vayamos a cenar a su restaurante y dijo que el antipasto lo invitaba la casa. Era un tipo muy divertido. Nos reimos y le dijimos que tal vez volveríamos . Estaba empezando a caer el sol y pensamos ir a ver la ciudad desde Twin Peaks son la dos colinas más altas de San Francisco. Llegar allí con auto es lo ideal y se tiene una vista panorámica de la ciudad dicen, inigualable. 
Nosotros ya en el auto apurando la marcha para llegar a tiempo cambiamos de opinión. 
Esa es otra cosa que me fascina
de viajar, darte la oportunidad de cambiar sobre la marcha dejandote llevar por tu corazón. Igualmente recomendamos que suban si andan por San Francisco.
Nosotros decidimos volver a Little Italy porque nos habíamos enamorado del lugar y alguien nos había invitado a cenar un antipasto. 

Cuando llegamos al barrio no había donde estacionar así que pasamos por la puerta de Mona Lisa ( asi se llama la trattoria) y le dijimos que estabamos buscando donde dejar el auto. Inmediatmente desalojó lo que había en la puerta y dijo : estacionen aca. 
Lo que vino después es puro cuento, un par de horas viajando por el trastévere romano culinariamente. Tomamos vino de la Toscana, se multiplicaron los brindis y nos fuimos a dormir al motel de San Francisco nuestra última noche en la ciudad jamás olvidaremos. 

Posdata: He omitido la visita a la famosa calle Lombard Street con intención a pesar de que fue realizado también ese paseo durante el día que acabo de narrar. El motivo será detallado en un posteo posterior.